Katherine Beckett es terapeuta y ayuda a sus pacientes a superar diversos problemas. Richard Castle es un escritor que acaba de empezar su carrera, poco después de sufrir un accidente en el cual murió una persona muy importante para él. Ambos deberá...
N/A: Esta historia, lamentablemente, llega a su fin pero tranquilos/as, porque no será en este capítulo, de esto estoy completamente segura. No sé cómo he podido terminar de esta forma, como ya digo, es algo que ocurre con la inspiración. ¡Espero que os guste!
Meses más tarde...
Kate tiene un nuevo grupo de apoyo para ayudar a resolver, en la medida de los posibles, sus trastornos que les impiden vivir una vida completamente normal. La terapeuta no está todo lo centrada que desearía, parte de sus pensamientos se centran únicamente en Alexis, que lleva varios días en una guardería de prestigio ya que ambos padres tienen mucho trabajo que hacer.
- ¿Qué puedo hacer al respecto Doctora?- una mujer de tez morena, pelo rizado de un tono castaño y bastante delgada mira con mucha atención a la mujer que debe ayudarles.
- Perdona Hayley, tenía la mente en otra parte, ¿puedes repetírmelo? Prometo que no volveré a pensar en otra cosa.
A pesar de todo, sus pacientes son bastante comprensibles y no le echan en cara el que Beckett se distraiga cada cinco minutos, han pasado cinco meses desde que se fue a vivir con Rick y se "convirtió" en madre de una niña estupenda y maravillosa; claro que le resulta complicado separarse de ella tantas horas seguidas, no estaba acostumbrada a eso pero el trabajo también forma parte de su vida, sobre todo si quiere darle una buena vida a la pequeña.
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Mientras tanto, no muy lejos de la consulta...
Rick y Kevin toman una cerveza en un bar del centro, llevaban tiempo sin verse, el escritor necesitaba un respiro, hablar sobre un tema importante y con él que podría crear un nuevo futuro.
- ¿Crees que es una buena idea?- acaba preguntando Castle a su mejor amigo, el cual siempre le apoyará, pase lo que pase.
- ¿Cuánto tiempo lleváis viviendo juntos?
- Cinco meses, ya nos hemos acostado, desde aquella noche de tormenta dormimos en mi habitación, por eso te estoy preguntando, necesito un consejo.
Ryan siempre ha sido completamente sincero con su mejor amigo, esta vez no va a ser distinto. Termina la cerveza de su vaso y respira profundamente antes de contestar.
- Ricky, si estás enamorado de ella, y ella de ti... ¿Qué problema hay? Creo que nunca te he visto tan agobiado por una mujer, debes de quererla mucho para dar este gran paso.
- Gracias Kevin, tío eres el mejor, no sé qué haría sin ti.
- No te me pongas cursi y vete ahora mismo a comprarle el anillo, y mucha suerte amigo.- se dan un gran abrazo antes de que Rick se marche a una buena joyería, sólo espera que Kate, el amor de su vida, acepte.
