Katherine Beckett es terapeuta y ayuda a sus pacientes a superar diversos problemas. Richard Castle es un escritor que acaba de empezar su carrera, poco después de sufrir un accidente en el cual murió una persona muy importante para él. Ambos deberá...
N/A: ¡Hola, hola! Vamos a por el capítulo de la boda, lo que todos y todas estáis deseando leer, ¿me equivoco? Espero no decepcionar a nadie, voy a escribir lo que se me pase por la cabeza, puedo haber perdido el juicio...o no. ¡Disfrutadlo!
La mañana de la boda...
Lanie no ha estado sola desde que se ha levantado, sus padres llegaron a la ciudad la noche de antes y se quedaron en un hotel para el gran día de su pequeña. Jenny es la primera en acudir al rescate, bastante nerviosa se encuentra su amiga; la presencia de sus padres es buena pero a ratos.
- Señora Parish, ¿por qué no baja al salón para vigilar que todo esté en su sitio? Yo me quedaré con Lanie.
- ¿Estás segura? No quiero perderme ni un segundo de este día.- Lanie no es una mujer de lágrima fácil pero su madre siempre consigue que se emocione.
- Mamá estoy bien, necesito un momento, nada más.- la mujer comprende esos nervios a la perfección, ella también los vivió en su gran día.
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Kate llega un poco tarde pero justo a tiempo, se encuentra con la Señora Parish en el pasillo.- ¡Katherine, ¿eres tú de verdad?! Querida, estás preciosa.- ambas se dan un fuerte abrazo.
- Me alegra volver a verte Georgia, tú también estás radiante, ¿sales de ver a la novia?
- No quiere verme llorar así que me ha mandado supervisar todo, creo que te necesita más que nunca.- otro abrazo antes de que Beckett entre a la habitación con el vestido que Rick le quiso regalar.
- ¡Joder Kate, estás increíble!- exclaman sus amigas al unísono, la aludida no puede evitar sonrojarse.- ¿lo decís en serio? ¿No es un poco exagerado?
- Para nada, es como si lo hubiesen creado exclusivamente para ti.- añade Jenny antes de continuar con los últimos retoques de la novia.
- Bueno, hoy es el día de Lanie y todos los piropos tienen que ir para ella, si llego a ser que causaría tanto revuelo...no me lo hubiese puesto, tenía el que me comprasteis preparado.
- ¡Espera, espera! Si ese no es el que te compramos... ¿de dónde lo has sacado?- ahora tanto la novia como la otra dama de honor sí que no le quitan ojo, le vuelven a mirar de arriba hacia abajo.
- Pues...veréis... ¿os acordáis que Rick me llamó porque quería hablar conmigo?- ambas asienten con un movimiento de cabeza.- me regaló este vestido.
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