How can I say

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—¡Mira, mira! ¡Es el reloj del que te hablé! ¿A que es lindo? —tiraste de mi mano y señalaste una vitrina—

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—¡Mira, mira! ¡Es el reloj del que te hablé! ¿A que es lindo? —tiraste de mi mano y señalaste una vitrina—. Ya casi obtengo lo suficiente para comprarlo, será tu regalo... Eh, finge que no te lo he dicho —me guiñaste un ojo y mantuviste una brillante sonrisa, contemplando el objeto.

—T-Te he dicho que no es necesario —palmeé tu cabeza y lentamente me deshice de tu agarre.

En esta clase de momentos me odio bastante, pero la razón no me queda claro, a veces odio tanto que no te des cuenta de que mis sentimientos hacia ti ya no son los mismos, otras veces, me odio por ser tan cobarde por no decírtelo. Miro mis manos con nerviosismo y luego observo tu rostro de reojo.

Debo decirlo. Debo detener este juego que he creado contigo como mi protagonista. Siempre viviendo en mi lecho de mentiras.

—Oye... Yang Mi —susurré tu nombre.

—¿Hm? —giraste tu rostro y me sonreíste. Tus ojos resplandecen junto con todo a tu alrededor, se achicaron un poco demostrando tu felicidad y amor. Tu rostro se llenó de brillo, y seguramente tu corazón palpitaba con rapidez—. ¿Woonpil? ¿Estás bien? —te pusiste de puntitas y recargaste tu frente sobre la mía, soltando una risita—. Hm, no tienes fiebre —te apartaste y volviste a darme tu mejor sonrisa.

Mi corazón ya no se acelera por esta clase de cosas, tampoco me sonrojo o siento mariposas cuando dices mi nombre. Quiero detenerme y explicarme, confesar que, desde hace ya mucho tiempo en mi mirada, cuando te veo, ya no hay ni un rastro del amor de un inicio.

Me odio aún más en aquellos días en los que no podemos vernos. Ya no extraño pasar tiempo juntos, tampoco anhelo regresar a casa para echarme en el sofá contigo entre mis brazos. Tus muestras de afecto comenzaron a volverse demasiado para mí, siempre invadiendo mi espacio, tu voz chirriante atormentando mis oídos cada vez que dices mi nombre... dejándole en claro a mi corazón hace mucho ha dejado de ser tuyo.

—¡Hah...! —exclamaste enredando tu brazo en el mío, recargando con suavidad tu cabeza en mi hombro—. ¡Vayamos por un café, hace frío!

—Mhm —asentí evitando tu mirada.

Hoy debo decirlo. En verdad hay que terminar con esto... Ah, ¿cómo decirte...?

—Oh bien. Oye, Woonpil, ya he seleccionado el apartamento, podemos iniciar la mudanza mañana mismo —en tus manos sostenía una taza de café y le soplabas suavemente.

—Ah... ¿E-En serio? Suena genial.

—¡Lo es! ¡Es muy grande! —sonreíste con emoción—. Aún no creo que estemos mudándonos... Wah, realmente te amo demasiado.

Agaché mi cabeza ante las últimas palabras y me mantuve callado.

—¿W-Woonpil? —me llamaste con cierta preocupación.

Me dije que debería responder con un "te amo" también, que por lo menos eso podría hacer por ti... Pero lamentablemente fui sido incapaz de pronunciar una sola sílaba. Simplemente no podía decir algo que ya no sentía más.

—Yang Mi, escucha...

—¿Cuando es nuestro aniversario? Cumpliremos pronto cuatro años, ¿no es así? —preguntaste ignorándome de cierta manera.

—En dos semanas... Catorce de noviembre.

—Deberíamos... Ir de viaje —tu expresión volvió a la normalidad. Quitas aquel semblante oscuro que muchas veces me hace dudar, haciéndome cuestionar el si ya te has enterado de todo.

—Yang Min, yo...

¿Lo sabes? Si no es así, me gustaría que te dieras cuenta y te alejaras por tu propia voluntad. Me evitarías el cargar con el recuerdo de tu rostro llenándose de lágrimas y maldiciendo mi nombre una y otra vez hasta que te largues indignada.

Realmente, ¿cómo puedo explicártelo? No estoy seguro del por qué me he revuelto tanto en el tema, ¿qué sentido tiene alargar la espera?

Ya no te amo. Cuatro palabras que albergan demasiado dolor dependiendo en el modo de decirlo.

No puedo cambiar mis sentimientos, porque en verdad ya no puedo amarte ni un segundo más. No he encontrado a alguien más, tampoco tienes la culpa... Solo parece que el estar contigo ya no significa nada en mi vida.

Mis noches no dependen de tu cálido cuerpo junto al mío, después de entregarnos el uno al otro. Mis mañanas ya no ansían despertar a tu lado, con tus pequeñas manos rodeando mi torso. Ningún día parece solitario si te vas, así como tu presencia ya no llena algún vacío en mí.

Dime, ¿que se supone que deba decirte?

Yang Min... Ni siquiera puedo decir lo siento. Sería otra mentira más a mi gran lista.

—Eh, mañana puedo ayudarte a empacar tus cosas y mostrarte nuestro apartamento, será divertido —sugeriste.

Cerré los ojos, evadiendo todo recuerdo de ti. No hay un nosotros, lo dejé atrás hace bastante. Ya no queda nada, ya no hay cartas con las cuales zafarme, solo están mis palabras.

Con poca seguridad me puse de pie, atrayendo la mirada de la mayoría en el café, pero en especial, tus ojos se fijaron en los míos.

—Yo...

Tus labios temblaron ligeramente, y tus manos presionaron la taza.

Sí... Lo sabes.

—Yo ya no te...

Basado en la canción "How can I say" de Day6

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Basado en la canción "How can I say" de Day6.

¿Como les va? ¿Disfrutan la historia?

¿Ya entraron a clases? ¿Preparatoria, secundaria, universidad...? Si es así, cuéntenme cuál es su carrera o en qué han pensado en estudiar~.

Gracias por leer.

The time we lovedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora