Hay algo acerca de tu sonrisa que me preocupa. Parece de a momentos que ha sido forzada, mostrando incomodidad, angustia y tristeza. Tu mirada no ayuda a borrar todo pensamiento desgarrador que invade mi mente, pareces tan confundida como yo y temo que por ello algún día huyas.
Actúas extraño. Ya no sostienes mi mano cuando salimos del instituto, llenaste tu agenda con tontas actividades, no contestas mis llamas con la excusa de que no las escuchaste aún cuando ya te he visto ignorarlas, mis abrazos y caricias te incomodan así como te ponen de mal humor, si te beso te molestas. Pero comienzas a decir que "exagero" si te reclamo.
¿Seré yo? ¿Acaso yo seré el que está actuando extraño? No realmente.
—¡Ji Yoon! —exclamo cuando te veo salir del aula. Te sonrío efusivamente y me aproximo a ti, tratando de ignorar la mueca que haces. Agachas la mirada y les dices a tus amigas que las alcanzarás más tarde.
—Ah... I-In Seong —susurras con una pequeña sonrisa. Aprieto los labios al ver que no estás feliz de verme, aún cuando ha sido una semana desde que hemos estado juntos.
—¿Te...sientes bien? ¡P-Podemos ir a tomar aire a los jardines! —sugiero torpemente elevando la voz. Carraspeo avergonzado—. ¿Quieres que te traiga algo de beber? ¡Oh! En la cafetería han comenzado a vender Gummies, te encantan, ¿no? —sonrío.
—E-Escucha, creo que tenemos que hablar... Seong, yo... ¿Podemos ir a la azotea? —preguntas metiendo tus pequeñas y delgadas manos en tus bolsillos, ignorando el que te acababa de ofrecer tomar mi mano.
—Bien —asiento y comenzamos a caminar.
Todos en los pasillos nos miran y chismean. Nos señalan sin vergüenza al pasar y entonces sé que debo esperar lo peor.
Siento un nudo en la garganta e intento respirar lentamente rogando porque se pase una vez que llegamos a la azotea y estamos finalmente solos. El ruido de la ciudad es lo único que se escucha junto con mi acelerada respiración.
—In Seong, lo que... Lo que debo decirte es...
—¿Cuánto tiempo hace desde que ya no sientes nada? —pregunto de golpe, acercándome a la rejilla que impide que de los nervios termine aventándome a la calle—. ¿Tres meses? ¿Un año? ¿Si quiera estabas segura de nosotros cuando todo comenzó hace... Hace dos años? —murmuro. Evito tu mirada cuando siento mis ojos llenarse de lágrimas y me limito a fruncir el ceño.
—Lo siento tanto...
—No has respondido —me giro y te miro fijamente a los ojos. Esperando encontrar tristeza o arrepentimiento, si acaso una pizca de dolor, pero estás tan tranquila que mis lágrimas no aguardan en caer cual llovizna.
—Yo... Yo solo estaba pensando en intentarlo contigo —comienzas a decir—. No te conocía bien, no sabía que esto... Sería así.
Cubro mi rostro con frustración y asiento limpiando mis mejillas con mis manos temblorosas. Muerdo mi labio inferior tratando de contenerme y continúo asintiendo, tratando de asimilarlo y aceptarlo.
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The time we loved
Random¿No puedo quedarme en el tiempo en el que te amé? Tu esencia no se borrará. Si tan solo pudiera vivir en las memorias de cuando te amaba... No estaría asustado de nuevo. [historias cortas; no se relacionan entre sí]