One Shots! *Larry Stylinson*

Hay una primera vez para todo I.

Los días y meses pasaban y ellos seguían sin saber que hacer.

Harry ya no veía a Louis como su amigo.

Louis ya no veía a Harry como su amigo.

La necesidad del uno por el otro superaba la amistad.

¿Como le diría que lo amaba?

¿Como le diría que su corazón se aceleraba al verle?

¿Acaso era normal entre amigos?

¿Sería tan valiente de declararlo alguna vez?

Ese día preparaban las casas de campaña, bajo la tarde. Nuestro campamento tiene lugar en las orillas de Londres, los cinco chicos se habían puesto de acuerdo para acampar un fin de semana en el bosque, un bosque escondido, claro.

Tenia grandes árboles y un maravilloso lago en el que pensaban ir a mojarse un poco.

Había tres carpas. Liam y Zayn dormían en la primera. Niall en una sola, y Harry y Louis; tenían días que deseaban tener una sola para cada uno.

Este era uno de esos dias.

Y nuestra mencionada pareja no era tonta.

No.

Para nada.

Bueno.

Quizás un poco.

Pero los dos eran conscientes de lo que sentían, ambos se habían capturado las miradas, los vídeos después de los conciertos, los suspiros cohibidos, los pequeños roces cuando uno pensaba que el otro estaba dormido. Eran cosas imposibles de manejar con claridad.

Ser o no ser.

Ya habían estado a punto de besarse en ciertas ocasiones. Sin intención alguna, sólo que cuando uno se perdía en la mirada del otro, era imposible desconectarse. Tenían miedo.

Pero los dos lo necesitaban tanto...

Harry estaba dispuesto. Amaba a Louis. O sólo quizá lo quería. Pero estaba malditamente enamorado de su amigo.

Louis era un mejor ilusionista, él sabía esconder mejor las miradas y las risas prohibidas. Y tenía miedo. Muchísimo. Miedo de no ser aceptado.

Hoy nuestros chicos estaban nerviosos. Ahora sentían esto mas que nunca. Por que vamos...

Hoy dormirían en la misma carpa. Y Louis tenía un mes sin dormir con Harry. Es decir, antes ellos hacían pillamadas a diario. Algunas veces dormían en la misma cama. Hasta que un día Louis despertó con unas inmensas ganas de besar a su compañero.

Ese día habían despertado muy cerca uno del otro. Louis despertó primero con el rostro de Harry a centímetros del suyo. Y el encanto, las ganas de besarlo y el amor fueron instantáneos. El ojiazul se alejó porque temía que sí dormía una noche más junto al que llamaba su "amor imposible" en cualquier momento se levantaría y besaría al menor.

Ambos levantaban su casa de campaña mientras los otros chicos recogían leña para la fogata que planeaban hacer. Los demás ya habían puesto en pie su casita pero... Harry y Louis estaban demasiado nerviosos para hacerlo rápido.

Nuestro rizado supo disimular bien. O bueno. Ese era el plan.

Plan que no estaba funcionando mientras observaba al mayor fruncir el ceño para colocar una varilla y fijar la tienda.

El menor se quedó embobado mirando a su acompañante de suelo esta noche.

Se veía tan... Bonito.