One Shots! *Larry Stylinson*

Oops!

One Direction daba por  terminada una de sus tantas sublimes presentaciones.

Como siempre era de esperarse, la costumbre era culminar con un abrazo grupal y una reverencia como agradecimiento.

Los cuatro chicos se acercaron para tomarse por las espaldas y realizar la reverencia, la emoción después de varios años seguía en sus rostros.

Liam, Louis, Niall, Harry.

Sí, ahora sólo cuatro. Aquel se permitió tomar una nueva dirección.

Con sólo cuatro integrantes nuestra banda seguía siendo la sensación, las y los fanáticos no podían desmentir eso.

Este abrazo de despedida tiene algo un poquito de diferente.

En este, muy, muy, escondidamente, dos de cuatro toman sus manos tras la espalda de uno, se toman las manos como señal de que aquí estoy, estoy pensando en ti. O así les gusta verlo.

Al sentir el cálido contacto de una mano que, evidentemente, es la de su prometido, se siente seguro de repente. Ese nimio contacto, ese pequeño recordatorio, que aún frente a todas las cámaras y personas presentes, te dice que sólo está pensando en ti.

Una felicidad abrumadora recorre el cuerpo de su amante, el morbo de que están haciendo algo prohibido, algo no permitido, es emocionante, ya que, allí frente a todas esas personas, cualquier mirada, roce, o sonrisa entre ellos, parece ser incluso más escandalosa, inclusive el pestañear en su dirección es ruidoso. Tan ruidoso que emociona hacerlo.

La pareja siente un alivio tremendo y un sentido de pertenencia único, al ser cómplices en aquello. En ese apretón de manos que les devuelve la esperanza y las ganas de vivir. Suena exagerado. Pero para alguien que ha tenido que amar en secreto, esos roces se sienten como la gloria misma.

Roces, miradas y sonrisas que esperamos que algún día, sean más públicos que el mismísimo sol...