Agujas y Alfileres

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CAP 7

Sus inmensos y húmedos ojos azules la penetraron como una lanza, casi tan fuerte que sintió dolor real en su percho, y aquel dolor se volvió lujuria y aquella lujuria impulso, y aquel impulso se volvió sangre. Sintió torrentes de sangre recorrer sus venas como si fueran lava. El sonido del celular la despertó de aquel trance.

Lapis sintió el peso de jasper menguar, pero juraba que seguía encima, sometiéndola.
—Ya voy—contesto Jasper a la voz del otro lado del teléfono, sonaba molesta. Colgó el celular. Se dirijo al armario y saco un bolso deportivo, viejo y desgastado, se lo cruzo en el pecho. Miro una vez más atrás antes de cruzar el lumbral. Vio a Lapis tiesa como una escultura Griega del más fino mármol blanco, aquellas que te quintan el aliento. Se marcho con aquella imagen en su cabeza. La sangre había retomado a su estado normal.
Cuando se disipo la presencia de Jasper, desapareció ese peso que la tenia atrapada. Su cerebro volvió a recibir información; levanta un brazo, luego el otro, ponte de pie. Miro la mesa de luz y vio la carta, la tomo y salió corriendo por la puerta.
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Se sintió ridícula y humillada.
Entro a los cambiadores con una nube oscura posada sobre su cabeza, un aura aterradora envolvió el lugar.
—Aun no te he tocado y ya tienes el ojo rojo—bromeo Sheena mientas se vendaba la muñeca, Amethyst aprobó la broma riendo. Jasper se volteó y lazo una mirada que corto el agradable ambiente en un instante. Se cambio, se hizo una coleta alta y desarreglada, y se marchó al ring.

—Estoy agradecida de que hoy le toque practicar con Garnet.

—Si —afirmo Amethyst — ¡Aterrador! — un escalofrío le recorrió la columna.

— ¿Que le sucede ahora? Esta todo el tiempo de muy mal humor o muy drogada...

—Se que la inminente visita de Yello la ha tenido de mal humor y también que ahora le toque compartir su habitación. La han puesto a la defensiva, pero ella siempre venia a las prácticas con esa sonrisa de satisfacción.
— "Porque le patearía el culo a alguien"
— "Poque le patearía el culo a alguien" —

Lanzo un puñetazo brusco, descuidado y poderoso, tenía toda la intención de hacer daño, de romper algo, estaba como una fiera. Si Garnet no tuviera aquella ligereza de pies seguramente se hubiera comido el golpe de lleno.

—¡¡¿Acaso quieres romperme algo?!!— le grito, pero Jasper seguía embebida en sus pensamientos. Lanzo otro golpe con más brutalidad que el anterior, su fuerte era la brutalidad, los golpes rudos, el nocaut. En cuanto a la morena su fuerte era otra cosa, la rapidez, la astucia y una cabeza que podía pensar en frió eran su mejor dote.
—Ya. —Esquivo el golpe—calma—sujeto el codo de Jasper, trabo sus pies—¡TE!— la tiro al suelo.

— ¡Garnet!—volvió a la realidad

—No me importa, pero debo preguntar ¿Qué te sucede?—pregunto neutral. Tenía a jasper bien sujeta.
—Hay algo que me está jodiendo—emergió como un huracán, tomo por sorpresa a su contrincante y en un dos por tres era ella la que estaba arriba, ambas piernas de las hembras estaban enredadas forcejeando por el poder, pero la bestia de cabello claro dominaba la situación — y tal vez joder sea lo que necesito.

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El pedazo de papel temblaba en su mano, se sentía nerviosa. Había llegado al edificio principal más rápido de lo que calculaba. Se pregunto si realmente debía entregarle la carta ahora, o si era una excusa, pero porque una excusa, acaso quería estar cerca de Jasper, o solo se sentía mal por a verle lanzado un libro, no, no era eso. No era más fácil dejar la carta sobre su cama o en alguna gaveta donde ella la encontrara.

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