No me mires que me enamoro. (Cancelada)

Capítulo V: Cumpleaños, risas y amigos.

Al día siguiente era mi cumpleaños. Por el mediodía iría a comer con mis amigos y a la noche saldríamos. Sería un día fantástico.

- ¡Eh, mesera, traiganos otra pizza!- gritó Damen.

Y ahí estábamos. En un pizza libre, haciendo barullo, tomandonos fotos, riendo a carcajadas, hablando fuerte y siendo nosotros mismos.

Seguimos comiendo hasta estar completamente llenos que no nos entraba más nada en la barriga y nos fuimos caminando hacia la plaza que siempre íbamos.

- ¿Soy yo o Clara está más linda que de costumbre?- dijo Damen en el camino. Ese día llevaba puesto un short ajustado de jean claro, un top con encaje crema, tacones de tiras beige y un moño en el lado derecho de mi cabeza.

- Sí, más que linda más hot.- dijo Austin, otro de mis mejores amigos. Creo que olvide decir que es una tradición hablar sobre el cuerpo del cumpleañero en su día. Ridicula tradición.

- Para mi que es la más sexy del grupo.- continuó Damen.

- Tenes razón. Lástima que te gusta un gay. - y acá vamos de nuevo. Primero, suponían que Risk me gustaba. Y en segundo lugar, decían que era gay porque ninguna chica le parece linda según su amigo.

- ¡Claro que no! Si el otro día la apoyó a Cla....- dijo Isabella. Iba a morir esta misma noche mientras dormía, definitivamente.

Y a continuación los dos chicos del grupo empezaron a idolatrarlo. Ya me vengaría de vos, Isabella.

Seguimos caminando un poco más y quize hacer la cosa infantil del día: que me cargaran hasta los jueguitos.

- No, Clara, pesas, ¿Sabias?- dijo mi mejor amigo renegando.

- Porfa, Damen, acordate que es mi cumpleaños.- le dije y hice carita de perrito.

Y adivinen: las caritas de perrito siempre ganan.

Damen me cargó en sus espaldas como una niña pequeña, mientras yo intentaba no caerme ni aplastarlo. Y menos matarme.

Miré a mis amigos que nos seguían aburridos, así que comencé a reír a carcajadas por lo amargos que eran.

Cuando llegamos a los juegos, Damen me bajó y yo le sonreí. Le di mis tacones y corrí a los juegos.

¿Que si soy infantil? No, claro que no. Muy infantil.

Jugue hasta cansarme y quise tirarme de esos tubos raros como los de los bomberos.

- Te vas a caer, Clara.- dijo Emily.

- Sh, no me cortes la diversión.

Me tire como toda profesional y caí con caída perfecta. Perfectamente de culo.

Todos corrieron a ver si estaba bien.

Mentira, todos se rieron de mi. Que amigos tenía.

Me hice la enojada y me puse mis tacones. Todos seguían riendo, pero ahora íbamos de camino hacia tomar un helado riéndonos de mi hermosa caída. Es que era algo normal.

Llegamos, cada uno pidió su gusto favorito y nos sentamos en una mesa gigante. Nos pusimos a reír, charlar y reír otra vez.

- Cla, ¿Me acompañas al baño?- me dijo Emily.

- Si van a besarse, haganlo acá.- dijo entre carcajadas Austin.

- Muy gracioso. - dije y le saque la lengua.

Soy tan ruda.

Emily y yo fuimos al baño de la mano, para mirarnos al espejo. Es normal en las mujeres, creo.

El lugar olía a pis, los lavatorios estaban empapados y no había rastros de papel higiénico.

- Che, Clari, una cosita.

- Decime. - dije mientras rizaba mis pestañas.

- Damen y vos, ¿Son solo amigos?

La mire a los ojos. ¿Le gustaba Damen? No se le notaba.

- Si, ¿Por qué?

- Por lo de recién en la plaza, parecían novios.

Ah, era eso. Debí haberlo adivinado. Seguí retocando mi maquillaje.

- Emily, vos sabes muy bien como son las cosas. Damen y yo siempre parecemos novios, pero no lo somos. Y lo sabes.

Ella asintió y volvimos donde mis amigos. Estaban todos menos Damen y Austin.

- Fueron al baño.- dijo Sky.

Asenti y me quedé parada, me dolía el trasero por la caída.

De repente estaba en el aire sujetada por alguien.

- ¡Damen! ¡Bajame!- dije entre carcajadas.

Damen rió conmigo y me hizo cosquillas. Golpeé su hombro suavemente y él me sonrió.

Y Emily me miró raro.