Capítulo III: Miradas matadoras.

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Luego del encuentro con 'el chico dios', entramos a nuestro curso. En él habían 40 personas, las cuales eran mis compañeros. Y por si se lo preguntan, sí, los conocía a todos. La mayoría eran dulces y amables, pero siempre estaba la exclusión.

Eran Roxana, Fontana, Diana y Ron. Roxana, o como ella se hacía llamar, Roxy, era la más popular del colegio, y en algún punto la admiraba por eso ya que hay que ser el más popular entre 7000 personas. Su cabello rubio fresa teñido, ojos marrones y labios carnosos, irradiaban cierta superioridad según sus "amigas". O mejor dicho, su séquito de asistentes.

Fontana era una simple rubia ceniza aburrida a la que vivía tras Roxy. Y las demás, simplemente eran morochas en diferentes tonalidades sin vida además de asistir a su jefa.

Gracias a Dios, los ángeles, pastores y todo el grupo celestial, el campamento había llegado y ese día ya estaban en otro lugar al que yo y mi amiga no habíamos ido. En el salón solo quedábamos Damen, Emily, otros cinco chicos y otras tres chicas. No se parecía en nada a un día común. El lugar estaba calmo, tranquilo y armonioso. Estaba charlando sobre manicura, aburriendome, con Emily mientras miraba hacia otra parte. Deseaba que el lugar fuera así para siempre. Sin mujeres creídas, chicos alborotados y mucha tranquilidad.

El profesor entra y saluda a todos. Luego nos ve y se sorprende por los pocos que quedamos. Él estaba tan emocionado hablando hasta que el tal Risk entra rápidamente sin golpear.

- Lo siento, se me atraso el auto y tuve que parar. - dijo sin mirar a un solo lugar.

- No hay problema, no estábamos haciendo nada. Toma asiento.

Risk mira a los demás y se paraliza por la poca gente. Y aquí vamos de nuevo.

Luego de que vuelva a la normalidad, se sienta en el banco del fondo a la izquierda, justo a mi lado por excepción del pasillo. Simplemente lo ignoro y saco mis carpetas.

- Bueno, se que somos muy pocos, pero esto tengo que darlo si o si al tema. No me odien chicos.

El profesor comienza a explicar sobre la aburrida botánica que a nadie le interesa, pero yo presto atención. No quiero reprobar biología. En un momento hice un movimiento y revolee mi lapisera. Me incliné para agarrarla y la recogí. Pero cuando me doy cuenta mi mano estaba sosteniendo la birome junto a Risk y su mano tocaba la mía. Por unos segundos nos miramos, conectados, y el mundo no existió, solo nosotros. Estaba perdida en sus ojos, por dios. Luego volví a la realidad y quité la mirada. Emily chocó su hombro con el mío llamando mi atención.

"Que acaba de pasar ahí" decía su expresión. Yo solo me encogí de hombros y seguí en la clase.

Cuando el timbre del recreo sonó, salimos hacia el patio a tomar aire. Nos sentamos en los bancos en que habíamos estado antes del inicio de clase Emily, Damen, Sky y Isabella, mis otras mejores amigas, y yo.

Estábamos charlando Sky y yo sobre nuestra cantante favorita cuando se acerca Risk a Damen.

- Hola, Damen. - le dice él.

- Hola.

- ¿Vas a ir a la práctica? - con que el también era basquetbolista. Damen es basquetbolista. ¿Se nota que no se explicar, verdad?

- Claro, ¿Vos?

- Si, si.. - Risk empezó a irse como que ya lo que queria decir estaba dicho y me miró. Sentí como me miraba a los ojos y no podía soltarlos, pero más tarde se fue.

Todos contuvimos la respiración, por así decirlo, hasta que él se fue y me miraron.

- Que. Rayos. Fue. Eso. - dijo Isabella parándose.

- No-no lo sé. - dije, en verdad no lo entendía.

- ¿Viste cómo se quedó mirándote? ¡Por Dios!

Los demás siguieron hablando, pero yo no escuchaba. Solo pensaba en que cuando el me miró, casi se me agota el aire. Como si el me lo sacara.

No me mires que me enamoro. (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora