Silence se vistió otra vez para ir a la aclamada fiesta, según Zoom, también irían cinco novatos. Se puso algo cómodo, no iba a llevar vestido ni tacones, se iba con sus botines grises y sus jeans rasgados, no le gustaba usar nada llamativo. Al llegar a la supuesta finca de Jeremy quedó boquiabierta, el padre de este tipo debió de ser un billonario, pensó. Mousse quien iba conduciendo estacionó el auto en un lugar cualquiera y bajó, Silence hizo lo mismo y lo siguió por el improvisado estacionamiento, se oía la música electrónica por todo el lugar y las luces desde dentro de la casa cambiaban de color constantemente. Doose la empujó para que avanzara y cuando dejaron el montón de autos atrás fue que Silence se dio cuenta de una cosa: los autos, casi todos, estaban modificados.
Volteó un momento y era verdad, se les veía doble escape, en algunos hasta tres, todos tenían los vidrios polarizados, en algunos autos las llantas estaban desgastadas mientras que en otros parecían de una marca especial y se les veía como nuevas. Frunció el ceño y volvió a ver a Mousse y Doose, pero estos ya no estaban, a lo lejos notó la cazadora de Manuel y lo vio bebiendo, bufó y rodó los ojos. Buscó a alguien que conociera entre toda la gente del patio y nadie, no quería entrar a la enorme casa, podría perderse y no quería eso. Oyó el fiero rugido de un motor y volteó de nuevo, encontrándose con un deleite para sus ojos, inconscientemente gimió por entusiasmo al ver el auto. Pero inmediatamente se calmó, había dejado toda esa vida atrás, ya no iba a dejarse llevar por cualquier cacharro que se le apareciera, peri la intriga la carcomía y vio fijamente quien salía del auto: Un hombre de aproximadamente veinte años, ojos azules y un cabello claro castaño, era musculoso y guapo, sin embargo parecía... extrañamente conocido.
No le importó en absoluto el hombre, se mordió el labio viendo la belleza del auto.
Hermoso ¿no? - preguntó alguien a sus espaldas, Eilyn. Silence asintió con timidez, la había descubierto -. Su nombre es Axel. Otro de los misterios de Fire Diamonds - Silence frunció el seño.
- Yo hablaba del auto no del muchacho - Eilyn la obsevó poniendo mala cara.
- No me digas... Eres lesbiana...
- ¡Qué! ¡No!... Es solo que me atrae más un auto, que cualquier ser humano en estos tiempos.
- ¿Hablas en serio? ¿No te atrae esta belleza masculina? - volteó la cabeza a un lado encontrándose con Axel.
- A decir verdad... Eres guapo, pero no te creas mucho que hay mejores - le respondió Silence casualmente. Axel frunció el seño.
- ¿Sabes de autos? - Silence lo miró un poco cohibida.
- No, no lo sabe, aléjate - espetó una voz conocida a sus espaldas; Mousse.
- Oye, hermano, se lo preguntaba a ella, si no te importa.
- Sí me importa, largo de mi vista.
- Mousse - le interrumpió Silence pero él siguió hablando -. ¡Mousse! - se silenció, solo quedaba el bullicio y la música -. Ya dejé eso atrás sólo déjame ver qué quiere - Manuel la miró a los ojos derrochando preocupación de estos, pero asintió. Él sabía del pasado de Silence, sabía lo que aprendía en ese orfanato -. Sí sé un poco de autos ¿Qué quieres? - Axel sonrió y le dio una mirada al auto.
- Hace días que no lo siento igual, está diferente... No sé cómo explicarlo - Silence se acercó y lo vió un poco más. Audi r8, sonrió con tan solo identificar el modelo, abrió el capó encontrándose con muchas más modificaciones de las que se esperaba, pero en partes se acumulaba la grasa y el aceite.
- ¿Hace cuánto no lo llevas a revisión?
- Hace mucho, cuando modifiqué un poco el motor.
- ¿Un poco? - insinuó -. No le hagas más modificaciones, ni lo alteres, esta belleza no va a perder su longevidad por cuantas más hagas, lo estás echando a perder. El aceite se acumula en partes que no debería, la lubricación es importante, pero en exceso no lo creo... Además deberías de revisar los escapes, cuando hiciste fuerza en el motor hace rato, vi humo negro.
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Silence
Teen FictionSilence era una chica que buscaba su camino, buscaba diversión y centrarse en lo que le gustaba. Pero el problema era que ella no sabía qué le gustaba, toda su vida había sido una marioneta, la niña obediente que da ejemplo a su hermanita menor. Si...