2- Nuevas compañias

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El viento golpeaba fuertemente contra su cara, su pelaje blanquecino ya cubierto en algunas partes por un lodo oscuro brillaba con intensidad contra el sol mientras su corazón latía rápidamente y no paraba ni por un segundo de correr.

Lindsay había estado escapando de un sobre -protector Evan el cual la tuvo encerrada en el cuarto sin dejarla salír ni a la cocina diciendo solo que era por su bien y sin adentrarse más en el tema, ella sabía que el estaba así por qué posiblemente había enfermedad de el estómago ya que siguió con mareos, pero su actitud era exageradamente protectora en cualquier sentido, ni siquiera podía ir a visitar a Estefan o al menos a Drake.

Así que cuando Evan le "preparaba comida" si se puede decir de alguna manera a un poco de cereal o Hot cakes (ya que solo sabe hacer eso) ella abrió la ventana, se convirtió en un gran y blanco lobo y salto por aquella corriendo hacia el bosque.

Lyndsay paro cuando ya no veía a Evan tras ella, termino alado de un transparente arrollo, acostada sobre el pasto, boca-arriba jugando con unas cuantas mariposillas que se posaban en su hocico, cuando una gran silueta le tapo el cielo azul que admiraba, se asustó tanto que rodo y cayó directo en el frió arroyo.

Evan quien también estaba en su estado animal, dio un gran gruñido y tomo a Lyndsay por la parte de atrás con el hocico, como si fuera un cachorro.

Cuando la subió, Drake ya se encontraba ahí con una mochila llena de ropa para ambos. Aún que él había visto tantas veces a Evan desnudo que ya no importaba si llevaba ropa o no.

Ya cambiados se quedaron un poco más de tiempo los tres, mirando el arrollo, sentados en aquella pradera verde llena de flores y mariposas de colores.

-Menudo susto el que me diste Lyndsay- Evan ya se notaba un poco más relajado al decirle esto a la rubia.

-Es tu culpa, me tenías aprisionada, no podía salir de la pequeña habitación, necesitaba luz y aire puro, comer algo que no fuera cereal con leche y hot-cakes.

-Creí que no necesitabas ninguna de esas cosas terrenales, que solo sobrevivirías con todo mi amor y pasión- Evan fingió un tono de indignación mientas ponía una mano en su pecho y formba una o con su boca, copiando la imagen que Lyndsay muchas veces le d dedicaba.

Cuando ella se acercó a él, Evan solo se alejó y puso la palma de su mano extendida frente a su cara para que no hablara.
-Olvídalo Lyndsay, si te quieres ir de mi lado, adelante, no te detengo, de cualquier manera siempre he tenido a otra persona, una mejor que tu- se acercó más a Drake y se recostó en su pecho mientras tomaba su mejilla con una mano.

-El si me ama, no como tú, loba de quinta.-
Drake solo reía por la típica actitud de Evan mientras lo abrasaba siguiéndole el juego.

-Vámonos de aquí amor, hoy tengo ganas de usar las esposas de cuero- Drake sabía que Lyndsay tenía profundas fantasías escondidas sobre usar esposas y látigos de cuero con Evan, pero nunca lo admitía a menos de que estuviera extremadamente ebria.

Cuando la pareja de esposos entro a la cabaña se dieron cuenta de que un olor distinto los inundaba.
Era un olor muy conocido por ambos pero nunca lo esperaron allí, en su pequeño hogar.

-¡Abuela!- Gritaron ambos sorprendidos y después de esto la vieja bruja salió de la cocina con unos guantes de hornear en mano y algo de harina en su largo vestido oscuro.

-Estaba horneando les un pequeño pastel casero ya que supongo que ninguno a probado algo así en mucho tiempo- le dedico una sonrisa ladina y pretenciosa a ambos ya que sabía que si usaban mucho la cocina incendiarian toda la cabaña hasta los cimientos.

-Me alegra que estés aquí, pensaba ir a verte mañana, en tu casa, quería que me dieras un predicción sobre...- El ojiazul ni siquiera había terminado la frase cuando la vieja ya comenzaba a hablar.

-Sobre Lindsay, ya lo sé, por eso mismo vengo y será por todos los meses que esto vaya a durar.

-¿De que hablan? ¿Que ma va a pasar? ¿En verdad estoy enferma? ¿Seran muchos meses? No me agrada la espera.- Un sin fin de preguntas inundaban la cabeza de Lyndsay sin dejarla aterrizar en un tema en específico.

-Cuando huiste y te seguí me costó un poco mantenerte la pista ya que tu aroma había cambiado y esto se hizo más evidente al convertirte, además al agudizar mis sentidos pude notar algo distinto, Lindsay, cuando estuve a tu lado después de sacarte del agua escuché un palpitar más.

-¡¿Me estoy convirtiendo en un mounstro mutante y por eso me siento mal?!

Los otros dos la miraron con cinismo, no podían creer que una idea así pudiera ser una opción lógica y viable para ella, como si mutar en un mounstro fuera de lo más normal en el mundo.

-Cariño, aveces eres tan tonta e infantil - A la abuela no le costaba ser tan sincera con la ojiverde, en cambio Evan solo podía reírse de tales ocurrencias extrañas y mirarla con dulzura sin ser duro. - Queremos decirte que estás embarazada.

-Estamos embarazados, llevas a nuestro hijo dentro de ti- Corrigió Evan en tono orgulloso y con una sonrisa más deslumbrante que el propio sol.

♥♥♥
Espero que mi historia les esté gustando y no aburra.
Nos leemos luego ✌👀

Eternamente TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora