Eternamente Tuya

4- Valentia suicida

El olor comenzaba a cambiar en el entorno y  el ambiente estaba considerablemente más pesado, las nubes grises en el cielo ya comenzaban a anunciarlo, y todos instintivamente se ponían cada vez más tensos aún que nadie sabía en concreto que era lo que estaba sucediendo, pero si tenían en claro que algo se aproximaba.

Evan y Drake salieron del bar desconcertados, ambos habían estado hay por alrededor de tres horas ya que el ojiazul no quería estar de ninguna manera con Stefan, pero tampoco le apetecía estar solo en un bar por que los recuerdos de un pasado ya alejado algunos días lo perseguían, tentando lo a escuchar las voces de sus propios demonios internos, así que arrastro a el castaño junto con el, sin darle alguna opción de escapatoria.

—Drake, quiero un informe completo de lo que sucede, así que corre y ve con los guardias, yo te estaré esperando  en casa, quiero ver si Lindsay y la abuela se encuentran bien.

— ¿Y Estefan no?

—Tu sólo muévete, que no tengo tiempo para dejar mi orgullo a un lado en estos momentos.

Ambos salieron corriendo en direcciones contrarias, la noche ya se cernía sobre ellos, y los relámpagos iluminaban el cielo.

Evan entro a la casa azotando la puerta tan duro que está se rompió de la parte superior y quedando desnivelada sin poder cerrarse.

—¿Todos están bien?— Lindsay y Evan veían una película juntos mientras que la abuela estaba escribiendo largas cartas, todos permanecieron en sus lugares mirándolo extrañado por aquella actitud.

—No, quiero un pastel de chocolate con fresas pero no hay en la casa, ni nada que se le parezca — La voz caprichosa y mimada de Lindsay lo tranquilizó un poco, pero no podía estar del todo calmado, el persistente presentimiento de peligro y el olor a euforia  en el aire no se iban.

—No vayas a salir de la casa, todos suban a la habitación principal y no salgan de ahí, hablo encerio, no se te ocurra ni asomarte por el balcón Lindsay.

—Evan, tranquilízate, los relámpagos afectan tu aura, sólo relájate.— La abuela tenía una mirada preocupada, pero aún así intentaba calmar a Evan. —Todos subiremos  y no saldremos, sólo has lo que debas, no te preocupes más por nosotros y enfócate en ti.

Cuando Evan estaba apunto de soltar un gran resoplido dejando atrás una parte de su estrés Drake llego corriendo, tropezando en la entrada, terminando de tirar por completo la puerta y asustando a todos.

—Mierda, Evan, tenemos graves problemas, ya no es seguro que ellos se queden aquí; Están arrasando rápidamente con todo.

El pobre ojiazul sentía​ que tenía más de 15 toneladas encima, no podía dividirse en dos para proteger a su familia y cumplir una gran promesa de protección a la manada.

—Estefan, ¿Cuanto tiempo tardan en estar en el castillo? — Evan ya estaba decidido, cumpliría la promesa de velar por la manada, pero también cuidaría de su familia.

—Llegamos en 15 minutos, traigo mi auto.

—Los quiero allí en 10, la guerra es con los lobos, no se van a meter en tu territorio, pero cuida con tu vida a Lindsay, podría estar en peligro, muchos saben que es mi esposa y la pueden tomar como un blanco directo hacia mi.

Evan y Drake se miraron mutuamente y ambos asintiendo se transformaron rápidamente en su forma animal, Evan como lobo gris y Drake era de color café rojiso, ambos comenzaron a correr rápidamente hacia el centro donde todos los demás betas ya comenzaban a retener a los licántropos de la manada 'Dark moon' a la que había pertenecido James antes de que ellos lo asesinaran.

No podían pasar del lago, si lo hacían todos los omegas indefensos, que nunca recibieron algún entrenamiento y solo se hacían cargo de la producción de alimentos ya sea en granja o pesca estarían muertos.

Ya estaba completamente oscuro, las nubes grises tapaban cualquier astro que pudiera asomar en el firmamento y los relámpagos así como truenos seguían cayendo sin cesar, iluminado los feroces rostros salvajes y hambrientos de sangre y venganza de los lobos de la manada enemiga, el retumbar de los truenos no llegaba a tapar los gruñidos exigentes por un combate a muerte.
Este tan solo era el inicio, la declaración de la guerra tan esperada y a la vez evitada por un viejo tratado de paz ya quebrantado.

Evan se lanzó hacia el líder, un fuerte y negro lobo, de más de metro y medio de alto, con experiencia extraordinaria y colmillos al aire intensamente grandes.
Drake cubriéndole la espalda le facilitaba el trabajo a el lobo grisaseo el cual había atacado directamente al lomo de su contrincante, desgarrándose la piel, provocando que diera un aullido lastimero para después gruñir más fuerte que un trueno y defenderse de Evan.

La lluvia se desató, más de la mitad de los lobos ya se encontraban tirados en medio de aquella batalla interminable, la mayoría con múltiples heridas graves y más de un hueso roto, un bajo porcentaje estaba muerto y aún con esto Evan no se podía desconcentrar de la pelea contra aquel gran lobo de pelaje obscuro, que bloqueaba rápidamente sus ataques, hasta que escucho un aullido, el aullido de Drake fue quien lo pudo perder por unos instantes de su enemigo, esos instantes en los que el lobo negro aprovecho la distracción tumbando a Evan en el lodo y posando sus patas delanteras en el para inmovilizar lo.

La mirada aterrorizada sorpresiva en el rostro de Evan sólo despertó más su sed de venganza en el pelinegro, así que se acercó mostrando lo más que podía sus largos y afilados colmillos, gruñendo fuertemente y apunto de clavarlos en el cuello de el Lobo gris para así desgarrarlo, algo lo empujo fuertemente, también tirándole.
Un lobo de pelaje blanquecino y ojos verdes se había unido a la batalla, Lindsay se había unido a la pelea para salvar a su esposo que había estado apunto de morir con el cuello desgarrado.

♥♥♥
Si no hubiera drama ya habríamos muerto de aburrimiento.
Este capítulo está dedicado a paula3135549999
Vamos, disfrútalo, siente lo, gózalo, saborealo.🌚