5- Intuición Femenina

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Evan por un momento se sintió tan maldita mente aliviado, se sentía exageradamente feliz de tenerla a un lado, peleando sus batallas y sin dejarlo caer, pero después se dió cuenta de la verdadera situación; Los lobos de la manada 'Dark moon' no estaban contentos, la mayoría no podía levantarse pero dos betas y extrañamente un Omega los cuales se le acercaban gruñendo ruidosamente, estaban acorralando a la joven pareja y mostrando su apoyo al​ alpha negro que se encontraba tendido en el lodoso suelo.

—Mierda, Lindsay, me salvaste la vida pero cariño déjame preguntarte ¿Que mierda estas haciendo aquí? — Muy pocas veces se comunicaban en su forma laica, ya que aquello les requería de mucha energía, pero Evan estaba completamente vuelto loco.

Drake comenzó a pelear con el Omega para después de dejarlo inconsciente llevárselo arrastrando lejos de los demás a quien sabe que otro lugar, ahora solo habían dos Betas mucho más grandes que Lindsay pero no tanto como ambos alphas, los cuales los comenzaban a acorralar rápidamente mientras mostraban orgullosos su gran dentadura.

—Linda ¿Por qué maldita sea no estás ya con todos los estúpidos vampiros? Te estas arriesgando a que nos asesinen a todos, no puedes estar aquí, yo....Yo me vuelvo débil a tu lado, no puedo dejar que mires mi verdadera naturaleza, no quiero que te des cuenta de lo que en verdad puedo hacer, no quiero perderte una vez más.
Solo huye, vete de aquí, todo estará bien, te alcanzaré, lo juro.

—Evan, no es tiempo de tus dialogos de tragedia tipo shakespeare.
Después me agredeces por salvar tu vida, ahora debemos enfocarnos en estos dos perros mutantes extraños para colgar sus cabezas sobre nuestra chimenea.

Al cabo de decir eso, ambos atacaron en el lomo y cuello al beta color castaño que se encontraba frente a ellos, Lindsay se escabullo y fue directo hacia donde estaba anterior mente el alpha negro, pero al llegar allí el ya había desaparecido. Un fuerte aullido resonó, era el lobo pelinegro dando su llamado de retirada. Hombres tirados en el suelo, intentando levantarse al igual que lobos acudían al sonido priviniente de su jefe, mientras dejaban las tierras enlodadas con la cola entre las patas.

Evan y Lindsay dieron un ruido de victoria, seguido de más aullidos que los acompañaron de sus demás guerreros, algunos en el pie, otros seguían en el piso, pero todos reclamaban su victoria ya obtenida.

Estefan y la abuela también habían regresado, pero no en la batalla, ellos ayudaron a despertar a los guardias que yacían inconscientes en la entrada, y resguardar uno que otro niño travieso sediento por ver la gran batalla de la que todos hablarían por los siguientes días.

Evan regreso a su forma humana, tan solo tomo un pantalón y subió a el boulevard de la pequeña plaza.

—Esta vez hemos obtenido la victoria, tal vez una de muchas, pero debemos saber que si lo hicimos fue por la fuerza que tenemos unidos.
Esto tan solo es el inicio de lo que alguna vez será nuestra sangrienta batalla marcada en nuestra historia, pero haremos lo necesario para que el final siempre sea de  victoria.

Entre gritos de alegría y euforia Evan y Lindsay regresaron a la casa en donde ya los esperaban los demás.

En cuanto el lobo vio a aquel castaño vampiro sus manos fueron hasta el cuello de su camisa y lo acorralaron contra la pared.—¿Qué acaso no te dije que te llevaras a Lindsay de aquí?

La rubia rápidamente intervino sin dejar que su amigo respondiera— ¡Suéltalo Evan!, No fue su culpa, yo sabía que estarías en problemas y los convencí de venir a ayudar— La chica intentaba calmar a el ojiazul, pero esto solo la miro y le dió una carcajada sarcástica.

—No me digas, fue tu instinto femenino el que te llamó.

Estefan careciente de miedo lo encaro con su típica apatía hacia el. —No, la verdad es que el carro no encendió y la suicida que tienes como esposa me noqueó cerrando el cofre del carro sobre mi cuando quise revisarlo y después se echó a correr.

—Muchachos, miren el lado positivo, todos estamos bien, bueno almenos la mayoría no está secuestrado con un beta psicótico.— La vieja Sofía siempre decía alguna extraña frase como mediadora.

—¿De qué hablas abuela? ¿A quién rayos secuestraron?

—Ve y pregúntale a tu amigo Drake.— Las frías palabras de la bruja decían más de lo que su rostro muchas veces expresaban.
Evan echo a correr lo más rápido que pudo hacia  la cabaña de a lado en dónde actualmente vivía su amigo, antes ambos compartían la misma casa, el estaba en la habitación de a lado, pero después se fue a vagar buscando a su mate y llego Lindsay a ocupar el lugar.

—¡¡¡Drake, Drake!!!— El ojiazul gritaba desesperadamente y sin obtener respuestas tiró la puerta y entro, el solo pensaba en lo peor, que alguien lo había raptado y en estos momentos lo estarían torturando por respuestas.

La habitación estaba tenuemente iluminada, había movido los sofás y solo había una silla contra la pared y aquel chico
Castaño estaba incado delante de un pequeño tipo pelirrojo lleno de sangre y amarrado a la silla.

Al parecer el beta psicótico de quien hablaba Sofía era Drake y no otro.

—Amigo, pero que mierda has hecho.—La cara de sorpresa que Evan tenía era demasiado.

—No le he hecho nada, el ya estaba así de golpeado cuando lo traje.

—¿Y la silla? ¿Y la cuerda?— Evan ya estaba usando su típico tono de regaño que aveces ponía en práctica con algunos niños traviesos que ocasionan algún problema.

—Así es más cómodo para el, míralo, ni siquiera se queja.

—Drake, dejamos este estúpido jueguito y dime qué demonios haces con un Omega de la manada enemiga atado a una de tus sillas, en tu casa, prácticamente secuestrado.

—No podía dejar que se fuera, su olor, su escena, solo significa una cosa, el es mi mate.






♥♥♥
Se que me retrasé mucho, lo siento, pero volví y espero ya no tardar tanto en actualizar 😅 :v

Gracias por seguir leyendo mi extraña historia :3

Eternamente TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora