Epílogo

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Minseok tuvo razón. Estaba por volver a Corea por su graduación, un año y seis meses después de empezar a vivir con Chanyeol en Japón.

Y sí, Chanyeol culminó su carrera universitaria en Tokio y se metió de lleno en el mundo de la pornografía, al principio se sentía cohibido por los comentarios sobre sus piernas chuecas, pero junto a este bombón que tiene de novio, solo podía irle bien.

¡Ha sido maravilloso desde que empezamos! Nuestras películas rebosan de química, solo por una pequeña excepción... Aquella vez que yo lo follé a él. No estaba nada contento y nuestra fanaticada tampoco, así que eso no volvió a ocurrir.

Sin embargo, cada vez que se porta mal amenazo con meterle un dedo en el ano y me obedece sin chistar, encantador.

El japonés se me da de puta madre, a diferencia de Chanyeol, quien vive usando el traductor de google ya que no quiere depender de mí para hablar, me he convertido en algo así como el macho proveedor entre los dos, estoy seguro de que eso aplasta su orgullo, pero ya era hora de que éste servidor mantuviera una buena racha para variar ¿no creen?

El gigante y yo adoptamos un estilo de vida bastante aburrido, dejando de lado la pornografía, somos muy comunes. Un día normal consta en meterme botellas y manzanas en el ano en la mañana y en la tarde acurrucarnos en el sofá a ver películas extranjeras, un pequeño gusto de Chanyeol, ya que odia la televisión japonesa. Somos como un par de ancianos, incluso tenemos un gato, se llama butt plug.

¿Por qué butt plug? Sencillo, porque creí que ese iba a ser mi regalo de navidad y en su lugar me encontré con el pequeño gato blanco que adoramos actualmente.

Pero ya ha sido sido suficiente de nuestra vida en Japón, sé a qué vienen...

El regreso a Corea.

Chanyeol reservó nuestros boletos con retorno en una semana, pero me llevé una pequeña sorpresa cuando llegamos al aeropuerto.

—¿Cómo que no vamos a viajar juntos? —Yeol hizo una mueca y me puso la mano en el hombro.

—Si ocurre un accidente no quiero que butt plug quede huérfano. Tomarás el siguiente vuelo, bebé.

Es un hombre adorable.

—¿No quieres morir junto a mí? ¿Es que no me amas? —le pregunté con un tono inocente, él se inclinó para besarme justo en la frente.

Los mundialmente reconocidos besos ñoños de Park Chanyeol.

—Te amo, pero eres muy hermoso para morir aún, Baek —murmuró antes de apretarme contra su pecho.

Chanyeol es todo un romántico, aunque no lo crean, todos los días despierta más temprano para llevarme el desayuno hasta la cama como si fuera una princesa, por un lado es un detalle encantador, por otro, recuerden que Chanyeol es vegetariano.

Casi parece testigo de Jehová con sus hábitos alimenticios, intenta meterme sus costumbres por los ojos a como de lugar, pero no se esfuerza lo suficiente ya que ha pasado más de un año y aún no lo logra. Es todo un vegetanazi, si me lo preguntan.

—¿Vas a extrañarme? —me separé solo lo necesario para rodear su cuello con mis brazos, él sonrió.

—Serán unas horas —murmuró frotando su nariz contra la mía.

—No sé si podré estar sin mi perro de apoyo emocional tanto tiempo —me burlé.

Debo explicar que hemos tenido unos cuantos papeles bizarros a través de nuestra carrera, policías cachondos, bomberos cachondos, estudiantes cachondos, monjes cachondos (sí, siempre están cachondos). Pero el más gracioso fue ese en el que hice una especie de papel de "pasivo dominante" y traté a Chanyeol como mi perro, con correa incluida, desde entonces no dejo de burlarme de él por eso.

Delta House: The Bunny Boys | EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora