Sin decir nada más, dejo que el guardaespaldas me lleve a donde quiera.
En otro momento jamás hubiera permitido que alguien me impidiera mi carrera en moto, pero de nuevo Bruno logra que haga lo que me pide.Cuando estaciona en lo que parece un bar tomo mi celular y le mando un mensaje a Kyle inventándole alguna fiesta familiar y que no podré asistir.
Siento su mirada en mí mientras lo hago y luego de enviar el mensaje Bruno quita el celular de mis manos y yo lo miro sin poder creerlo.—¿Qué...?
—Quiero que apagues el teléfono —lo hace por mí y lo miro de brazos cruzados. Eso lo hace sonreír.
—No me des ordenes.
—A ti te encanta hacerlo.—Replica.
—Devuélveme mi teléfono.
—¿Me das un beso? —se acerca un poco y yo sonrío leve.
—No.
—Entonces no te lo devuel... —Lo callo con un beso sintiendo como sonríe en mis labios y me alejo antes de profundizar. Todavía no nos hemos besado de verdad.
—Devuélveme mi teléfono —le repito y él aun con su sonrisa lo hace.
Bajamos del auto y me toma de la cintura. Me tenso un poco y él me mira al notarlo pero no me dice nada. No me acostumbro a esto, llevo poco más de un año y medio sin novio y solo con él hacía este tipo de cosas.
Al entrar, noto que el sitio es mejor de lo que imaginé, moderno y algo elegante.
Bruno saluda al cantinero y éste de inmediato nos ubica en una mesa en donde quedamos frente a frente. Nos entrega un menú y después de guiñarme un ojo el amable hombre mayor se retira. Ojeo el menú y miro a Bruno.—Ordena lo que quieras.
—¿Seguro? No quiero dejarte en banca rota —sonrío cuando me mira mal.
—Leah...
—Podemos pagar por separado o mitad y mitad...
—Basta. —Sus ojos ahora molestos me miran y yo no puedo evitar reír—Te encanta alardear que tiene más dinero que yo.
—No, me encanta hacerte enojar.
Suspira y seguido de esto se muerde el labio para evitar sonreír. Sube las manos a la mesa y hace la seña que ya tenemos de costumbre entre ambos de mover el dedo indice para indicar que el otro se acerque. Lo hago con una sonrisa inclinandome hacia adelante.
—Detrás de mí, hay un baño. Si sigues con tus juegos iremos hasta allá y te daré tu merecido. —Dice susurrando ronco haciendo que mi vientre se contraiga. Se aleja y sonríe al ver el tono rojizo en mis mejillas— Ordena lo que quieras.
Muerdo mi labio y miro de nuevo el menú y ahora mismo me provoca un pastel de chocolate y de tomar una cerveza. Al llegar un mesonero le decimos nuestras ordenes y Bruno me mira extraño.
—¿Qué? —digo viendo como el mesonero se aleja.
—Te doy a elegir lo que quieras, hasta una botella de vino ¿y ordenas cerveza? —levanta una ceja.
—¿Tienes para pagar una botella?
—¿Seguirás con el estúpido juego de quién es más rico? —junta su ceño.
—Es divertido —sonrío—, y no. Ya sabes como me pone el vino.
—Me gusta como te pone el vino, me hablas más. —Sonríe y yo le coloco los ojos en blanco.
Miro alrededor del bar y es realmente hermoso, incluso tiene un pequeño escenario y por lo que veo hay karaoke esta noche. Bruno sigue observándome y para evitar silencios incómodos decido hablar.
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Me Encargaré de Ti [ REALIZANDO CORRECCIONES ]
RomansaLa muerte de su padre hizo de Leah Conrad una mujer joven difícil de manejar. En su trabajo, siguió los pasos de su madre como diseñadora de modas pero a veces la sobre protección de ésta la alteraba a tal manera que casi la hace perder la cabeza c...