Su vista se estaba tornando borrosa, pero no tanto como para asustarse; no obstante, un fuerte tirón lo obligó a sentarse sobre el colchón de su propia cama.
Yuuri comenzaba a experimentar los síntomas de mareo, desde el día de ayer su apetito también tuvo un cambio radical. Habían pasado varias semanas ya desde que Viktor se instaló en su casa y en su habitación, Yuuri se sentía dichoso por ello.
Pero su felicidad no duró más pues fue reemplazada por preocupación: Hace una semana Viktor le había comentado que tenía que regresar a Rusia y que quería que fuese con él, como un apoyo.
Yuuri se tomó días para pensarlo.
Extrañaría a su familia, sí. Probablemente se quedarían en Rusia por algunos meses, y él no estaba acostumbrado a estar lejos de su familia tanto tiempo, mucho menos a viajar. Pero el principal problema de aquella petición era el hecho de que Viktor viajaba para hacer la ruptura correspondiente con aquella persona.
Yuuri temía por la reacción de aquel chico. Sumándole ahora que su salud actual no estaba del todo bien, y Viktor también se encontraba preocupado por ello.
—Yuuri, el desayuno está listo.—Se escuchó la voz de su madre, ella lo miraba dulcemente desde el marco de la puerta.—
Decidió dejar de pensar por lo que restaba de la mañana.
—Sí, ya voy.—Respondió Yuuri con la intención de levantarse pero sus piernas temblaron un poco.—
—Vaya, últimamente no te has sentido bien ¿verdad, Yuuri?—Comentó su madre con una pequeña sonrisa al tiempo en que se acercaba a su hijo al verlo débil como para ser capaz de levantarse.— No será qué... ¿Ya empezó el conteo?
—¿Conteo?—Yuuri le regaló una mirada confusa a su madre.— ¿A qué te refieres?
—¿Tú y Viktor lo hicieron, no es así? La primera noche que se conocieron, y estabas en celo.—Su madre se llevó ambas manos a sus mejillas, estaba ligeramente emocionaba.—
Y entonces, algo hizo click en la mente de Yuuri y su rostro enrojeció.
—No, no puede ser po-posible... Digo, ¿ya? ¿tan pronto?—Yuuri dirigió la mirada a su vientre al igual que sus manos, y sonrió.—
Su madre rió. Sostuvo las manos de Yuuri por unos segundos mientras lo miraba, con la ternura que sólo una madre puede brindar. Las palabras no eran necesarias.
Estoy feliz por ti, hijo mío.
Sabía que esas serían las palabras de su madre, Yuuri sonrió. Todo le parecía tan perfecto que le asustaba.
Se colocó sus lentes y sostuvo una de las manos de su madre para levantarse con cierta lentitud. Aquel espacio íntimo entre madre e hijo fue como una medicina para su estado, se sentía mejor. Tomados de la mano, caminaron hacia el comedor donde los demás los esperaban felices.
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Dueño de mi destino [Viktuuri]
FanfictionViktor es un alfa que pese a su edad aún no encuentra a su pareja destinada. Pero por un suceso inesperado su ilusión se ve perdida. "Si no eres tú, no será nadie más, así que promételo..." "Sí, supongo que está bien." -Respondió en voz baja ante l...