MURDERS

¿Una Epifanía?

Elsa's POV

Había pasado la noche en el sótano reviviendo en mi memoria las llamas que casi me habían alcanzado, las llamas que me habrían llevado a mi muerte.

Había estado confundida preguntándome ¿Que le había pasado a Jack? ¿Por qué me había dejado vivir?

No me mal interpreten, adoraba estar viva, pero algo pasó que lo hizo cambiar de opinión, cuando empezó todo su mirada tenía aquel vacío que tanto me aterraba, pero cuando las llamas empezaron a subir... Su rostro y su mirada cambiaron, como si algo lo hubiera hecho cambiar de opinión.

Pero eso no cambiaba nada, él era un maldito hijo de puta, un maldito que me había dejado vivir, sabía que esa especie de epifanía no se repetiría y yo debía salir de ese lugar antes de que otra maldita cesión empezara. Me puse de pie y empecé a caminar por el sótano, buscando algo que me ayudara a herirlo a él y al otro imbécil para así salir de ahí sin problemas.

Caminando por unas estanterías pude ver una pequeña navaja, no quería saber para que la habían usado pero estaba segura de que eso serviría para hacer una herida profunda, la agarré y la guardé entre la pretina de mi short y mi cintura.

La puerta del sótano se abrió, me alejé de esa estantería lo más rápido posible, los pasos en las escaleras no tardaron en aparecer, no era Jack, era Hiccup, frunció el ceño cuando me vio en el sótano

- ¿Qué haces aquí? - preguntó, su voz era un poco más ronca que la de Jack por lo que resultaba intimidante, hizo una mueca de disgusto - Dije ¿Qué haces aquí?

- Jack me dejó aquí anoche - respondí tratando de ser firme, él alzó una ceja y desvió su mirada al desastre del piso quemado, bufó sin tomarle importancia y caminó hacia la estantería en la que yo había estado hurgando, sacó una pequeña llave y con ella empezó a abrir y cerrar cajones

- Mierda - musitó y se giró a verme - ¿Dónde está mi navaja? - me sentí palidecer pero debía actuar normal para ejecutar mi plan

- ¿Por qué me lo preguntas a mí?

- Porque eres la única que ha estado aquí toda la noche y ayer por la mañana estaba en esa estantería

- Bueno, no es mi culpa que pierdas tus cosas - alzó sus cejas hasta el tope de su cabello, creí que desaparecerían

- ¿Acaso ustedes no pueden abstenerse de decir estupideces? No te sirve ocultarlo, sé que tú tienes mi navaja, no soy estúpido

- Yo no la tengo - espeté, él se acercó a mi dando pisotones, me tomó de la cintura cuando estuvo cerca llevé mi mano a mi cintura, justo donde tenía la navaja, él alzó una ceja y rió sin gracia

- ¿No la tenías? - preguntó siendo sarcástico << ¡Bastardo! >> . Me armé de valor, saqué la navaja de su escondite y lo amenacé con ella - Apártate - amenacé

- ¡Oh, por favor! no serás tan estúpida como para atacarme

- Te dije que ¡TE APARTES! - alzó sus manos, sonrió y dio un paso atrás

- Esto es lo que haremos, me darás la navaja y yo no te haré daño

- De los dos, soy la única que esta armada aquí - él alzó una ceja y rió secamente

- Una navaja pequeña no es un arma - su semblante cambió a uno mucho más serio y oscuro, se acercó de nuevo a mí, esta vez tomó la mano con la que tenía sujeta la navaja, apretó mi muñeca con mucha fuerza, lo que hizo que la navaja cayera al suelo - ¿Que es una niña contra un veterano de guerra? – susurró, su rostro a centímetros del mio, hizo un movimiento brusco y torció mi brazo hasta que estuvo en mi espalda

- Me duele - Jadee

- Me importa una mierda, ¿Creíste que podías escapar? - se pegó a mi espalda, sus labios rozaban mi oído, sentía que pronto vomitaría - Espera a que Jack se entere, te hará sufrir mucho y disfrutaré ver cuando lo haga - Jadee sintiéndome atrapada, quería salir de ahí, alejarme de ellos.

La puerta del sótano se volvió a abrir y los pasos bajando en las escaleras se hicieron presentes de nuevo, esta vez sí era el peliblanco, traía consigo una bolsa de tela, de esas que las ancianas van de compras al mercado. Frunció el ceño cuando vio la posición en la que me encontraba con Hiccup...

- ¿Que está pasando aquí? - preguntó, su voz con aquel vacío que era tan normal en él

- Amarás esto Jack - dijo Hiccup, la gracia desbordaba sus palabras - ¿Le dices tú florecita?

- Eres un imbécil – espeté. Me soltó y me empujó para que cayera al suelo

- Me han llamado peor - me sonrió, Jack puso una mueca de disgusto en su rostro

- ¿Que está pasando? ¡Maldita sea! ¿Qué haces aquí Haddock?

- Vine por mi navaja y ¡Adivina! – Me señaló – ella la tenía, quería escapar

- ¿Enserio? - Yo estaba en muchos problemas ahora mismo - Ya vete Haddock, yo me encargo de ella

- Como quieras – se encogió de hombros, se giró a verme con aquella maldita sonrisa arrogante en su rostro – Hasta luego florecita – Haddock se dio la vuelta y empezó a caminar fuera del sótano. Jack esperó hasta que la puerta se cerrara para empezar a hablar.

Caminó hacia mí e hizo lo que menos esperaba, me tendió la mano para que pudiera ponerme de pie. Desconfiada de lo que haría dudé en tomar su mano

- Tómala – dijo tranquilo – No te haré daño

- No estoy segura de eso – musité, él no desistió y mantuvo su mano hasta que a regañadientes la tomé, de un tirón hacia arriba me puso de pie. Hubo un silencio incomodo llenando el espacio del sótano que ahora parecía tan pequeño, aquel silencio hacia que la ira surgiera de mi cuerpo como si fuera algo natural en mi sentir el enojo de aquella magnitud... y entonces me di cuenta de que no era enojo, era mi entera repulsión de estar cerca de este tipo.

- ¿Qué es lo que piensas? – preguntó con una sonrisa curiosa, una sonrisa nueva, una que no había visto antes, alcé una ceja y fruncí mis labios en una line recta

- Acaso te importa lo que yo piense ¿Qué esperas para poner la cámara y causarme más daño? Ya me has colgado de alambre de púas y por poco me quemas viva ¿Qué es lo que sigue? Ser comida para los chacales – Bufó, pero su rostro decía que se divertía

- No hay chacales en la isla – dijo con un tono burlón <<EL MALDITO SE ESTABA BURLANDO DE MI >>

- ¡Púdrete! – le mostré el dedo medio y al parecer mi enojo no era evidente por que el hijo de puta se echó a reír - ¿Qué demonios quieres?

- Te traje un poco de comida – me tendió la bolsa de tela

- No quiero nada que venga de ti – espeté, alzó una ceja y metió una de sus manos en la bolsa. De ella sacó una enorme y jugosa manzana, la llevó a su boca y le dio una mordida, el jugo de la manzana corrió bajo su labio inferior

- ¿Está segura? – rió al ver mi expresión, puso la bolsa en el suelo, su mano libre cayó sobre su pierna – Mira, no quiero hacerte daño, lo de ayer...

- No me digas, ¿Tuviste una clase de epifanía que te decía que no debías lastimar a una mujer así? - ¿Está pálido? Digo... más de lo normal

- No, yo solo... No estoy listo para hablar de eso contigo – irguió la espalda y se dispuso a salir, se detuvo cuando estuvo junto a las escaleras y miró sobre su hombro – En la bolsa hay mucha fruta para que puedas comer, no toques las cosas de Haddock o no podré controlar lo que te haga – con esto él salió del sótano, dejándome solo con una bolsa de frutas.

No tenía idea de lo que a él se refería con "No estoy listo para hablar de eso contigo" pero estaba segura de que averiguaría lo que era.