MURDERS

Águila De Sangre

Narradora

Todos empezaron a rodear al senador como si fuera un delicioso banquete.

Y es que para ellos tener a aquel imbécil que los había cazado uno por uno, era el mejor banquete que les hubieran servido en la vida.

— Ya verás lo que tengo preparado para ti — dijo Aster mientras agitaba un destornillador en sus manos.

— Solo deja que ponga mis manos en tu maldito cuello Davies — espetó Astrid — desearás no haber enviado a tu maldito ejercito a buscarme y ¿Quieres saber algo? Disfruté desgarrar el cuello de todos esos hijos de puta, justo lo que haré contigo hoy día.

Andy se había quedado callado. No por que tuviera miedo, sino porque él sabía que ese era su momento, no llegaría a más. Su pecho dolía de saber que ya no tendría la oportunidad de ver el rostro de su platinada, pero él también sabía lo que este trabajo conllevaba y estos eran los frutos que él había sembrado.

Se había metido con criminales de élite y ahora no podía controlar la situación.

— ¿Qué creen que debamos hacer con él? — preguntó Norte mientras examinaba a sus aliados.

— ¿Quemarlo? — sugirió Tadashi.

— ¡Degollarlo! — dijo Astrid con mucha rabia.

— Todo eso sería muy rápido — observó Jack, hizo un gesto de desdén al hijo de puta tirado en el suelo — El bastardo merece una muerte lenta y muy dolorosa.

— Frost tiene razón — dijo Tooth con una maquiavélica sonrisa — Debe sufrir en vida, sentir cada pequeño y maldito dolor hasta que ya no pueda más.

— Me gusta esa idea — habló Hiccup finalmente — Ese maldito ha metido a mi madre en todo esto — se encogió de hombros — mi padre me importa una mierda pero ¿mi madre? — Lo liquidó con la mirada — Oh, enserio querías morir cuando la metiste a ella en todo esto.

Pitch lo obligó a ponerse de pie y lo aventó a dos postes de madera, bruscamente tomó sus muñecas y lo amarró a los postes.

— Créeme, querrás estar amarrado para lo que vendrá — le dijo sonriente.

— Apártate de mi camino — dijo Tooth empujándolo a un lado bruscamente. Ella llevaba una jeringa en sus manos, esta estaba llena de un líquido color verde — A ver cariño — le sonrió mientras acercaba la aguja al cuello de Andy — solo sentirás un piquetito — hizo un gesto de asco y le metió bruscamente la aguja y empezó a descargar el líquido.

A medida que el líquido se penetraba en su piel, Andy hacía gestos de dolor.

Empezó a sentir como su cuerpo ardía, como si se estuviera quemando por dentro.

— ¿Qué era eso? — quiso saber, esperó por una respuesta, pero en su lugar Hiccup le propinó un golpe en la mandíbula con una llave de pugilato, gimió de dolor.

— Eso que te inyectó era acido — Explicó Jack — Básicamente tu cuerpo se quemará lentamente y eso nos dará tiempo de hacer contigo lo que queramos.

— Una hora cuando mucho — dijo Astrid con una sonrisa en su rostro, se acercó con cuchillos en sus manos y con un movimiento brusco los clavó en las manos de Andy.

— ¡AHHHHHHHH! — gritó y Astrid se deleitó con su dolor.

— Y eso solo adelantará el proceso, pero tu tranquilo — le sonrió — todo esto se terminará pronto.

Norte estaba deambulando por el salón con unas espadas en las manos, solamente para plantar el pánico en Andy.

— ¿Lo hacemos a la antigüita? Ya saben, lo abrimos del estómago y le sacamos los sesos — sugirió Norte.