Capítulo 1 (Editado)

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España 12 de enero 2017.

— Hola, soy Sofía Paola Glürcksgurd, tengo 21 años edad — susurré — no, se oye pésimo — me quejé — hola, soy Sofía Paola Glürcksgurd, tengo 21 años de edad y mi sueño es... — me callé al ver personas pasar detrás de mí "dirán que estoy loca" — obvio, no para todos es normal que hables con tu reflejo — le dije a mi yo del espejo mientras peinaba mi cabello totalmente gris, "si, al parecer la melanina abandonó mi cuerpo y me dejó sin nada de color en el cabello" — puff, odio tener que hacer este tipo de exposiciones — volví a quejarme mientras guardaba el dichoso espejo en mi mochila y me giraba para ver el gran letrero de mi "universidad". Estudio en el Recinto de señoritas de España, es algo así como una universidad tipo escuela, solo para chicas.

En un principio no me agradaba la idea de estudiar aquí pero ya le agarré la onda o eso creo. Mi papá y yo nos mudamos a este país ya hace un buen tiempo, después de que se divorcio de su esposa por situaciones bastantes incómodas, decidió buscar otro ambiente y España fué nuestra elección.

Soy adoptada, ellos me adoptaron cuando tenia algunos meses de nacida, mi padre me encontró en un basurero cerca de donde vivíamos, según me cuenta me llevó al hospital ya que yo estaba en unas condiciones un tanto precarias, llena de hormigas y otras asquerosidades "no es una tan buena historia, pero esa es la mía"

A su esposa no creo haberle agradado mucho, durante él tiempo que me acogieron ella estaba pasando por una depresión por haber perdido sus embarazos  "cosa que ella misma había provocado por estar medicandose sin autorización" decía que esas pastillas la ayudarían a quedar embarazada "estaba totalmente obsesionada con eso" y mi padre sufría al respecto porque se estaba dañando a ella misma pero aún así no lo quería admitir y recurría a echarle toda la culpa a mi padre ya que el no podía tener hijos así que todos los embarazos perdidos habían sido con tratamiento artificial

Estaba empeñada en recordarme todos los días que no era su hija y que estaba demás en esa casa y bueno, tal vez puede que eso haya sido cierto pero ya eso no importa ¿Verdad?

— Señorita Glürckshurd — me llamó la supervisora de mi área llegando hasta mi

— Buenos días señora — ella sonrió

— Podrías llevar estos archivos a la oficina de la directora — ¿Eso fué una pregunta o una orden? En fin...

— Si, claro — tomé los papeles bastante pesados entre mis manos y yo le sonreí pero está mi me miró y solo se marchó "gracias por decir gracias" ¿Notaron el sarcasmo?.

Suspiré colocando los papeles a un lado para así tomar mi bolso y engancharlo en mi hombro para luego con cuidado tomar todos los pesados papeles.

La dirección no estaba tan lejos pero igual era una área que no me gustaba visitar, siempre por estos lados andan mi no tan buenas compañeras, molestan demasiado, pero supongo que ya debería de acostumbrarme.

— Que no estén por aquí por fa— pedí doblando por el pasillo pero como no tengo suerte justo las vi caminado en mi dirección "Caroline Habsburgo y sus amiguitas" no sé porque me odian, pero creo que solo lo hacen porque Caroline lo hace, es como mi brabucona, de esas que siempre ponen en las historias que salen en la TV o en Wattpad.

— Ups — la linda Caroline chocó conmigo provocando que los papeles cayeran y yo de paso.

"Control Sofía, recuerda la beca, control"

— Para la próxima por favor ten cuidado — vi como su sonrisita se iba de su cara y cierto sentimiento de satisfacción me invadió pero rápidamente se esfumó al sentir como ella me tomaba por el cabello

—  Te dije que no me dirigieras la palabra niña —  empuñe mis manos

— Sueltame — agarré su mano

— ¡Bien, lo haré solo porque no quiero dañar mi manicura con tu mugroso cabello —  me soltó de mala gana y solo se fué riéndose con sus amiguitas que en realidad sólo andaban con ella porque su padre tenía un puesto en el gobierno real de este país, en realidad no entendí mucho de eso, pero aquí en España no gobernaba como en los demás países, exceptuando a algunos que son gobernados por reyes y estos colocaba gobernadores en los estados o provincias de dicho país "era algo complicado, o así lo veía yo".

Suspiré arreglando mi cabello y tomando los papeles que estaban en el suelo y rápidamente llevé dichos documentos a la dirección y los dejé con la secretaria, ya tenía que ir a mi aula y no quería llegar para nada tarde.

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Las clases transcurrieron rápido, pude hacer mi exposición y no me fue para nada mal, ciertamente me desarrollaba bien en casi todas las asignaturas, menos en historia y no es que no lo hiciera bien, pero es que  me aburro, menos cuando la profesora nos cuenta esas historias bastante interesantes.

Una vez nos contó que entre el rey de este país y una doncella "así se les decía ¿no?, Bueno una señorita de Francia cercana a la familia real de ese país tuvieron un amor imposible, desde tiempos bastante antiguos estos dos países no se llevan muy bien, realmente no sé porqué y tampoco es algo que me importe mucho, solo sé que en esa historia el rey se enamoró de aquella Lady pero él ya estaba casado y tenía un hijo pero por lo que nos contó la profe él ya no amaba a su esposa. Esa Lady o doncella se entregó al rey varías veces obvio porque lo amaba y dicen que de ese amor nació una niña, se comenta que los padres de ambos la mataron, otros dicen que la ofrecieron en un sacrificio pero realmente no le doy tanto crédito a esa última teoría, era demasiado rara, aunque bueno uno nunca sabe, pero nunca se ha tenido con certeza lo que sucedió con esa niña, pero me daría mucha tristeza al saber que esa historia pueda ser verdad, pobre de ellos no se merecían eso, ojalá y puedas ir algún día al castillo, me encantaría investigar más sobre eso.

— ¡Nos vamos! — exclamaron algunas al escucharse el timbre sonar e inmediatamente todas en el salón empezaron a recoger sus cosas incluyéndome, solo me tardé más debido a que dejé caer casi todo de mochila "no se preocupen... Que me pasen cosas como estas es totalmente normal".

Rápidamente intenté tomar todo lo que me pertenecía, tenía mucha hambre y ya quería llegar a casita.

Una vez recogido todo, me enganché mi mochila y me dirigí a la puerta con intención de salir pero ahí estaban dos de las amigas de Caroline y otra muchacha que realmente no había visto antes o eso creo

— Permiso — pedí amablemente pero las lindas decidieron ignorarme— permiso — intenté salir pero unas de ellas me empujó

— ¿Quién te crees para dirigirnos la palabra? — colocó sus manos en sus cintura mirándome con superioridad "¡Oh vamos!"

— Solo quiero salir, es simple — traté de sonar amable

— ¿La estás escuchando?— le preguntó a su otra amiga nuestras reía — ¿Por qué eres tan estúpida? — estoy empezando a enojarme, solo se los aviso.

— Y tu ¿por qué eres tan metida? — "mierda, cállate Sofía"

— ¿Cómo me llamaste? —preguntó la tipa está mientras que aquella que no había visto nunca me miró asombrada

— Tal vez por tu nombre— volví mi mirada hacia ella "joder, Sofía Paola Glürcksgurd ¿Podrías callarte?"

— ¡Eres una estúpida! —gritó y yo solo la ignoré "no me iba a quedar aquí solo porque a estas se les antojaba" así que caminé hacia la salida sin importarme que estuvieran ahí y... ¿Quieren saber lo que pasó? La muy asquerosa sacó un chicle de su boca y lo pegó en mi cabello y sin más salió del aula mientras la otra muchacha, la que no había visto nunca sólo me pedía disculpas con la mirada.

— ¡Uy qué asco! —¿Acaso tendré que cortar mi cabello?



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