Capítulo 59 (Editado)

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leer nota al final.

........P.O.V. Charles......

Miré como sofía se iba y yo me levanté con irme con ella pero la voz de su madre me detuvo

- Yo no lo dije de esa forma - se excusó Elizabeth comenzando a llorar - sólo..

- tranquila, cálmate - le pidió mi padre

- Ha de estar muy dolida - susurró Mariela - ella siempre deseó conocer a su madre y pues que haya ocurrido de ésta forma no ha sido tan "gratificante"

- iré con Sofía - interrumpió Rose mirándome y yo asentí "necesitaría a su amiga en estos momentos"

- Te acompaño - le dijo Emma y ambas comenzaron a caminar el rumbo al castillo

- No quería que pasara esto, juro que no quería - susurró la señora Elizabet llorando aún más - yo sólo..... Sólo quiero que me ayude

- Tenemos que entenderla también, es difícil para ella que usted aparezcan de la nada -  contesté observando a la señora - no estoy de acuerdo con que usted quiera llevársela de esa forma se supone que lo correcto era venir a conocer a su hija no a querer "obligarla" por así decirlo a irse con usted

- ¡¡Charles!! - escuché como Emma gritaba mi nombre y inmediatamente puse mis sentidos alerta

- ¿Qué sucede? - le pregunté al verla preocupada

- Es Sofía, se encerró en su habitación y no quiere abrir no nos quiere escuchar - me informó y yo sin pensarlo corrí hacía el castillo seguido de sus madres, Arthur y Emma, una vez allí toque la puerta

- ¡No quiero ver a nadie! - gritó Sofía desde el otro lado

- Amor soy yo - le informe - abre por favor

- ¡No quiero! - volvió a gritar  entre sollozos

- Sofía escúchame, necesito que abras la puerta, yo sólo quiero hablar contigo - le pedí para luego escuchar otro sollozo - Sofía por favor

- Charles - la escuché susurrar y de la nada todo quedó en silencio hasta que algo calló en el suelo provocando ruido

- Sofia... Sofía amor contéstame - pedí  pero no recibí respuesta alguna - busca la llave por favor - le pedí a Arthur sintiendo como los nervios comenzaban a apoderarse de mí

- Voy - asintió corriendo escaleras abajo

- Sofía amor háblame - le pedí nuevamente pero seguía sin recibir respuesta "¡Dios!

- Toma, toma - me dijo Arthur llegando nuevamente hasta mi entregándome la llave y yo sin pensarlo abrí el cerrojo rápidamente adentrándome a la habitación para encontrarme con Sofía tendida en el suelo junto a ella estaba estaba la lámpara de noche

- Sofía, nena - susurré acercándome a ella y tomándola en mis brazos

- ¡Hay que llevarla al hospital! - exclamó Mariela su madre

- Dios, es mi culpa - susurró Elizabeth

- sí señora, es toda suya pero ahora no es momento para estar lamentándose - mandé a que preparen el coche, dígale a mi padre - salí de la habitación y bajé las escaleras

- ¿Qué sucedió? - preguntó António

- no lo sé, la encontré así - le informé - ¡Carajo! ¿Donde está el coche? - exclamé

- Vamos... Está aquí - papá me avisó desde la puerta. Rápidamente me dirigí allí y me subí junto con Sofía - ve, nosotros iremos atrás - asentí e inmediatamente él chófer comenzó a conducir rumbo al hospital y yo sólo podía pedirle a Dios por la mejoría de Sofía

Alianza (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora