En muchas ocasiones, el mundo globalizado nos absorbe tanto, que no hay tiempo para cosas tan sencillas como un te quiero, un te amo, un buenos días, un buenas noches o simplemente como te va hoy. Hasta que llega un día no muy lejano, que nos damos cuenta que es tarde para volver el tiempo a todas estas frases pequeñas, pero que embellecen hasta el alma de quien ha sufrido el mas crudo invierno.
Esta es la historia de una madre que desde pequeña mimo a su hija con la ternura mas linda que cualquier ser humano se puede imaginar, le cantaba canciones, le leía cuentos,jugaba con ella, por las noches la arropaba y le daba un beso, por las tardes veían juntas su programa favorito, la madre sentía que la vida no podía ser mas hermosa.
Pero el tiempo paso y la pequeña niña se transformo en una adolescente muy ocupada para su madre, cada ves que la madre le llamaba ella respondía.
-Mama después, debo salir con mis amigas
La madre insistía al otro día.
- Mama después mi novio me espera
La madre insistía una semana
- Mama después, necesito estudiar para el examen.
Una tarde mientras la joven escuchaba música sin tener nada que hacer, la madre le pregunta:
-¿Hija tu me quieres? ¿Ahora tienes tiempo para mi?
La joven mirándola de reojo le dijo.
- Mama te lo diré mañana ahora estoy descansando, hay tiempo de sobra para esas tonterías.
Pasaron un par de años y la joven se convirtió en una mujer llena de obligaciones y ocupaciones que apenas la dejaban respirar.
Cada ves que la madre, ya estando mas vieja le buscaba para compartir un rato con su hija y con sus nietos, ella respondía:
-Mama no te puedo ir a ver tengo mucho trabajo, los niños, mi pareja y la casa me quitan tiempo, pero "te prometo que sera mañana".
La pobre anciana se sentaba todas las tardes en el balcón en su silla mecedora esperando a su hija quien "vendría mañana" pero la hija nunca llego.
Una noche la hija no podía dormir, el fantasma del remordimiento por no tomarle atención a su madre la visito en sueños y le hizo recordar lo maravillosa que había sido con ella durante toda su vida, siempre estuvo a su lado consolándola de las tristezas de la vida, acompañándola en sus logros y sacándole una sonrisa cuando era necesario.
Al otro día salio del trabajo temprano, compro las azucenas mas hermosas que le gustaban a su madre, unos pastelitos de piña y embozando una sonrisa se dirigió a la casa de su madre quien seguro la estaría esperando.
Al llegar al lugar, la anciana estaba miando el horizonte fijamente, sentada en su mecedora como siempre, con un aire de melancolía y mucha paz.
Al momento en que la hija la mira y besa su mejilla se derrumbo en lágrimas al darse cuenta que su mejilla estaba helada y que su madre había muerto.
En la mano tenia un libro de cuentos que le leía a ella cuando era niña se titulaba "Alicia en el país de las maravillas". Al quitárselo de las manos en la segunda hoja que sigue a la tapa del libro tenía escrito de su puño y letra "Esta llegando la suma de mis días, en los cuales me dirijo al país de las maravillas de tu infancia y yo aquí sentada mirando el horizonte ,con la esperanza de oír un te quiero madre mía"Si te gusto, Porfavor, busca a tu madre y dile cuanto la amas, es lo único que te pediré en esta vida.
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Desmotivacion
Short StoryAlguna vez te has sentido desafortunado? Estos son cortos textos que encontré guardados en un cajón de mi pieza cuando pasaba por un mal momento. Quizá te guste.