triste navidad

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Era una tarde antes de navidad, que hoy regresa a mi memoria, como recién sacada de un sueño.
Sus ojos se posaron en aquel árbol decorado con luces resplandecientes, con ángeles que venían a hacerle compañía, miro por toda la habitación, tratando de guardarla en su memoria, en su corazón.
El pesebre, en donde estaba María y José junto a su hijo, me recordó a nuestra familia. Solamente que José, había partido mucho antes con los ángeles, lo cual no podía  acompañarnos en esta navidad, el pesebre estaba incompleto.
Ella era hermosa a su manera, sus manos ya estaban cansadas, sus parpados hacían grandes esfuerzos por mirarme, aun así, yo la sentía conmigo.
Comencé a recordar todas aquellas veces en las cuales acaricio mis cabellos, la forma en que me regañaba, los regalos con fideos de comida, las noches en las que me contaba historias para que durmiera.
De pronto, tocaron la puerta de la casa suavemente y salí de mi ensimismamiento. De un salto, mi hermano, que estaba sentada junto a mi madre al borde de la cama, se apresuró a abrir.
Unos niños comenzaron a cantar unos villancicos en la puerta y cuando mi hermano quiso cerrarla, ella con sus últimas fuerzas comenzó a tararear la canción navideña, al ritmo que latía, en sus últimos esfuerzos, su cansado corazón.
La mire asombrado y ella comenzó a sonreírme de manera tranquila.
Cuando los niños se marcharon, decidí colocar la radio y sentado junto a ella, tomando su mano, los "Beatles" hicieron su aparición.
-Tu grupo favorito hijo – me sonrió.
-La canción que escuchábamos juntos, hace algún tiempo "Mother"- Le conteste como si la vida se hubiera vuelto irónica en ese momento.
-Siempre te gusto Lennon- me recordó sonriendo por ultima vez- Ahora tengo que ir a ver a tu padre- sentencio.
Me pidió que abriera la ventana y en un último suspiro tomo mi mano, sintió la briza que la acompañaba en su nuevo viaje, para luego cerrar los ojos, como si fuera a dormir solo un segundo y no para toda la vida.
El crepúsculo hizo su aparición al caer la noche, de un color morado, que se torna negro para los sueños de esperanza que mueren en el alma, de querer retroceder el tiempo por las veces que no pudiste abrazarla, la tarde moría junto con ella, junto a mi madre y la canción de Lennon siguió sonando, haciendo un eco eterno, en las paredes de mi corazón, repitiéndose a cada momento la ultima frase "Madre, no te vayas"

-Basada en sucesos reales.

DesmotivacionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora