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Nada más verla supe que si ella se proponía algo iba a conseguirlo con creces; llevaba un pantalón vaquero roto por el cual se podía apreciar las medias de rejilla negras que llevaba debajo y que sobresalían por su cintura apenas cerca del ombligo junto a un top negro que mostraba su estómago y era algo transparente con una cazadora encima negra para resguardarse del poco frío que había, en sus pies residían unas botas negras de poco tacón. Estaba seguro de que me encontraba en ese momento babeando por ella y la verdad es que no me estaba preocupando demasiado ese hecho, estaba demasiado guapa y sexy, tenía que darse cuenta de que lo había conseguido.
—TaeTae —me nombró dándome un abrazo después de escanearla completa mientras se acercaba a mi coche aparcado en frente de su casa—. Me puse la cazadora pensando que la llevarías para ir a juego, jo —bromeó y no pude evitar sonreír. Por una vez creí que estaba bien dejar la cazadora de lado, de todas maneras, estaba empezando a hacer calor.
—¿Preparada para la fiesta? —Asintió con intensidad mientras esbozaba una pequeña sonrisa a la que no pude resistirme y, de alguna manera, supe que algo pasaría esa noche.
—Uh, seguro que lo pasamos mucho mejor que los universitarios —añadió para hacerme rabiar mientras yo ponía los ojos en blanco—. O eso espero Sr. Kim —murmuró debido a la cercanía que había marcado sin que yo me diera cuenta percibiendo únicamente sus palabras y respiración en mi cuello. Joder, eso me había dejado en un apuro un tanto grande.
—Claro, lo que pasa es que no sabes lo que es realmente ir de fiesta Srt. Kim, está hablando con uno que tiene varios años de experiencia —continué su insinuación mientras le señalaba hacia el coche con la intención de que se subiera. Ella sonrió seductora, cosa que antes no había hecho y me había vuelto a sorprender su actitud. Como decía, iba a acabar mal.
—Confío en su palabra —zanjó dispuesta a subirse pero, antes de que lo hiciera tomé su muñeca para que parara en seco y me mirara algo confusa por la acción.
—Por cierto, tendré que vigilarte, vas demasiado guapa como para que todos los hombres vayan a por ti —admití sin tapujos soltando su muñeca para después dirigirme hacia el asiento de piloto y ponernos en marcha.
Vale, quizás no había sido el mejor piropo del mundo, lo más que había hecho en la vida era decir cosas sin romanticismo y con tono guarro hacia algunas mujeres con las que solo me acostaba y poco más por lo que quizás sonó algo estúpido o idiota por mi parte. Me di cuenta de lo contrario en cuanto vi que estaba algo sonrojada y que su actitud seductora había desaparecido en cuestión de segundos transformándose en una chica tímida que en pocas ocasiones había visto. Sonreí victorioso al ver que había conseguido lo que quería y que, además, había vencido el muro que había creado entre ella y yo.
Después de eso nos pusimos en marcha hasta una especie de antro moderno que conocía por una zona alejada de la universidad tirando hacia la ciudad de Daegu, no se encontraba muy lejos del piso por lo que llegamos más rápido de lo que esperaba. Yerin se quedó impresionada con el lugar probablemente esperándose algo mucho más raro por mi parte, aunque, siendo ella, también me lo esperaría de mí con las pintas que solía llevar siempre. Aparqué el coche después de unas cuantas vueltas en el parking de aquel lugar para después salir rápidamente a nuestro destino.
