NIÑA MAL MARIO RUIZ Y TU [Adaptada]

Capitulo 25

XxX: -¿Por qué no?

XxX: -Está ocupado. Puede utilizar la ducha cuando esté desocupado.
Suspiré aliviada, no era a nosotros que nos decía eso, sino alguien que quería entrar....

Mario: -Suficientes ideas por hoy.

TN: -¿De qué hablas? El día apenas comienza.

Mario: -¿Hay más?

TN: -Esto sólo era para soltarte, falta mucho más...y ya sabes como termina el día- restregué la toalla por mis pechos desnudos.

Mario: -Ay, Dios- evadió la mirada.
TN: -Salgamos de aquí antes que te arranque ahí abajo de un mordisco.

Mario: -Ay, me duele con sólo oírlo.

Salimos de la ducha y nos vestimos. Llegamos al auto.

TN: -Ahora haremos un ejercicio mental.

Mario: -Pero tú estás loca, no sabes de eso.

TN: -Yo soy la experta aquí. Cierra los ojos.

Mario: -Ni muerto.

TN: -¡Mario! Debes correr riesgos, sino nunca vas a aprender a vivir.

Mario: -Sé que voy a arrepentirme por esto- cerró los ojos.

Até una soga a su cintura.

Mario: -¿Qué haces?

TN: -Confía en mí, yo también me amarraré.

Mario volvió a cerrar los ojos, até la cuerda al auto y arranqué; despacio claro, no iba a matarlo.

Mario: -¡¡Qué haces!!

TN: -¡Corre, Mario! ¡¡Corre que te arrastra!!- presioné el acelerador y Mario comenzó a correr.

Mario: -¡¡Detente!!- corría.

TN: -¡Corre que te come! ¡Corre que te come!

Mario: -¡¡Esto no es gracioso!! ¡¡Para ya!!

TN: -¿Más rápido? ¡Que goloso!- aceleré.

Mario: -¡¡Que te detengas!!

Di un frenazo repentino, Mario se golpeó contra la cajuela y cayó al piso.

TN: -¡¡Ay no!! ¡¡Ay no!! ¡¡Lo maté!! ¡Y aún no le saqué todo le jugo y ya lo maté!- me bajé del auto.
Mario estaba inconsciente en el piso.

TN: -¡¡Mario!! ¡Mario, háblame!- lo desaté.

Mario abrió los ojos y se levantó.

Mario: -Ahora verás.

TN: -¡Estás vivo!

Mario tomó la cuerda y me ató con ella las manos y los pies.

TN: -¿Qué estas haciendo?

Mario: -Lo que debí hacer hace mucho tiempo. Me tomó en sus hombros y me subió al copiloto. Condujo.

TN: -¿Dónde me llevas ¡Desamárrame!

Mario: -Dijiste que hiciera cosas arriesgadas.

TN: -Júralo que con esto estás arriesgando tu vida, Ruiz.

Mario: -No me hagas reír. Dime ¿Qué haremos ahora?

TN: -Si no me sueltas no te diré.
Mario detuvo el auto y se sentó sobre mí.

TN: -¿Quieres juguetear?- dije bajando mi mirada.

Mario: -No tienes tanta suerte- me desató. Crucé a conducir.