Capítulo 49. Descanso.

637 58 87
                                    


   Linda y Jeremy se enteraron de cómo Sarah trató de seguir los mandatos de su padre, creyendo que, de ese modo, aprobaría su relación con J., el cual, lamentablemente tuvo que viajar con prisa por cuestiones de negocios y se vio demorado más de lo que pensaba. Aprovechando esto, el joven Brunello se fructificó de la situación tanto de la preferencia que Williams le tenía como de la situación de Sarah, que llegó a creer en que aquel muchacho quizá sólo era un incomprendido, pues, usó mentira tras mentira, para que Sarah sintiera que sufrían de igual modo con sus padres.

   —¡Qué muchacho tan vil! ¡Y Robert...! ¿Cómo puede ser tan necio? —Linda se indignó, luego respiró profundo y elevó las manos—. Lo sé, no me respondan.

   —Lo importante es que Sarah está bien y con nosotros ahora, y que conocimos a J. —Jeremy acotó y este le agradeció con un movimiento de cabeza. En tanto, Linda volvía a abrazar a su hija.

   —Tardamos más porque tuvimos que presentar declaración. Claro que, si bien lo podemos usar para tener la tutela de Sarah, esto no terminará allí. Se ha encontrado muchas pruebas de que, Brunello usaba su casa como casa de citas y muchas de ellas con menores involucradas. Así que... el muchacho estará por mucho tiempo en prisión.

   —¿No crees que su padre pueda influir y hacer un arreglo? —Jeremy indagó con preocupación—. Después de todo, debe tener muchos contactos...

   —Tantos como yo e... información, mi amigo. No hay nada más valioso que la información. —Se acomodó en su sofá con gran señorío, mostrando cuán seguro estaba de sí. Jeremy sonrió con alevosía.

   —¡Por eso te amo, mi viejo! —Palmeó su rodilla con complicidad y cierta brusquedad. Gwydeon pareció hacerle gracia la situación—. Y tú, J., si alguien quiere joderte, pues, considera a este buen hombre como tu representante.

   —Lo estoy pensando seriamente, a decir verdad, en vista de... cómo ha llevado toda la situación esta noche, fue más que increíble.

   —Me agrada mucho este muchacho —Linda confesó en un susurro en el oído de Sarah, la cual sonrió con felicidad viendo a su progenitora.

   —Él... es todo cuanto yo he soñado, mamá. Es mucho más de lo que muestra.

   —Me alegra mucho, mi cielo. Ahora... debemos acomodarlos en algún cuarto...

   —Oh... bueno... —La adolescente se sonrojó por lo que la madre rió.

   —No soy tu padre, mi pequeña. Y... viendo a tu novio, pues, es más que comprensible. —Rió siempre hablando en secreto—. Sólo no le digas al pesado que tengo ahora por esposo.

   —¿Ya son esposos? —cuestionó como si se hubieren olvidado de invitarle.

   —Por civil, sí. Apuramos todo para poder presentarnos para exigir tu tutela. ¿Estás enfadada? Ni siquiera hemos ido de festejo; sólo fue un trámite más. Queremos que la gran pompa sea contigo y, entonces, sí, por Iglesia. —Por respuesta tuvo un efusivo y cálido abrazo de Sarah.

   —Estoy muy feliz, mamá. El tenerlos aquí, a todos, es... como un sueño hecho realidad.

   —Por cierto, Karen te envía sus saludos. Hemos hablado mucho desde que se fue. Pobre, estaba temerosa de perder a Toby.

   —¿Has hablado con ella? ¿Cómo están?

   —Están con su hermana, una geniecillo con gran carácter. Y están muy bien. Luego de todo este lió podemos ir a visitarles. ¿Qué te parece?

Viviendo dentro de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora