nueve.

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nuestra amistad se había reforzado, o eso me hacía creer el hecho de que aceptara almorzar conmigo y mis amigos.

tenía su número de teléfono y lo invité a que se uniese a nosotros el fin de semana cuando mis padres se vayan. él aceptó y al día siguiente dejó que apoyara mi brazo sobre su hombro mientras el resto terminaba su comida.

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