Luna gris

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Que ilógico me he vuelto pensé, pretender recolectar estrellas, que en su naturaleza se proclaman inmensas, llenas de fuego y a distancias infinitas, pero sin embargo aquí estoy, haciendo espacio en mi habitación para agruparlas. Que inexplicable me he vuelto, que siento estos impulsos temerarios de amigarme con el mundo y todo lo que conlleva. «esta sustantiva esperanza me endulza el alma de una soberbia irrisoria». Días enteros detrás de recuerdos abrumados, que con impertinencia del amor mismo, me han dejado mas de una vez tieso, casi sin poder respirar. ¿Como es que una mujer puede hacer sentir tan extraordinario a un hombre?. No pretendo controlar esta ansiedad impetuosa por volver a verla, y desoigo por completo a la razón, que me platica de lugares según su espacio-tiempo. No hay lógica que importe, ella esta aquí conmigo, y la siento real y genuinamente en el corazón; mañana quizás la vea nuevamente. Ya puedo imaginar sus ojos reposándose en los míos, para iniciar seguramente, el segundo que dé paso a lo eterno.

Escrito En Mi CienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora