Capítulo 7

16 5 1
                                    

Camine hacia el con una sonrisa de oreja a oreja, el está muy lindo tiene puesto un jeans negro, remera blanca, zapatos de vestir y su campera de cuero negra, aunque creó que está es otra. Me da mucha curiosidad saber como es el, saber las cosas que le gustan y las que no, saber cuando se siente mal o saber cuando está feliz, simplemente me gustaría ser la persona que deje todo por el. Aunque también me gustaría recibir el mismo cariño.

_Hola __ le digo, cuando lo voy a saludar me corre la cara y me mete un beso, sentí algo recorrer por mi cuerpo.

_Estas hermosa __ dice agarrándome de la mano.

Caminamos hasta el auto y el como todo un caballero me abrió la puerta, pensé que estas cosas ya se habían perdido. Los hombres dejaron de ser detallistas, aunque por un lado ya las mujeres no esperan tanto de los hombres. Igual no quiero empezar con mis teorías está noche.

_¿A donde vamos a ir? __ le pregunto mientras me pongo el cinturón de seguridad.

_Sorpresa, solamente te puedo dar una pista __ me dice sonriendo, mientras va manejando.

_Decimela __ le digo.

_Después te la digo __ me dice riéndose.

Durante todo el camino fuimos en silencio porque la música nos prohibía hablar, de todas maneras no me molesto porque compartimos los mismos gustos musicales y eso es raro, aunque ya me dije, no quiero empezar a sacar conclusiones, no por hoy. O mejor dicho no quiero tener ideas malas de el.

Llegamos a un restaurante a la orilla del mar, vinimos bastante lejos de la ciudad, seguramente para estar más tranquilos creó yo. Nuevamente el se bajo y me abrió la puerta regalándome una sonrisa que vuelve loca a cualquiera. Yo le agarre delicadamente la mano y caminos juntos hacia adentro, está situación me gusta y a la vez no, porque no somos novios y mucho menos nos conocemos.

El restaurante es hermoso,tiene un estilo muy juvenil y canchero, la música que pasan es buena y las luces de colores se reflejan en el mar. El busco una mesa donde podamos estar viendo el mar y eso me gusto, no es que ame mucho el mar, en si soy más de la cordillera pero escuchar el ruido de las olas al golpear con los médanos me causa tranquilidad.

_¿Te gusta el lugar? __ me pregunta mientras se saca la campera.

_Si gracias, es muy lindo __ le contesto mientras lo miro a los ojos, esos ojos grises que reflejan tantas cosas.

Una señora de unos 40 años aproximadamente se acerco a nosotros con la carta, lo miro a Austin con deseo y eso como por dentro me molesto un poco y más porque me miro mal a mi.

_Yo voy a pedir Tallarines __ dice Austin y me mira a mi.

_Yo quiero sorrentinos con salsa mixta __ Le digo a la moza y ella me mira con cara de que no le agrado.

_Y para tomar traenos el mejor vino que tengas __ Le dice Austin y la moza le sonrie y se va.

Yo quede mirando la escena con cara de todo menos de feliz cumpleaños, el se dio cuenta al parecer porque sus ojos se iluminaron al verme como algo molesta. Yo me di vuelta y me puse a mirar la luna que refleja en el mar, si el cielo estuviera estrellado seria mucho mas lindo, ver la luna, el agua y las estrellas. Pedis mucho dice mi conciencia, y si, a veces uno las mejores cosas no las puede comprar. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 14, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Las Apariencias Engañan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora