Cap 1

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Otro día más estoy en esta ventana observándote mientras lees, socializas con la misma gente, entre otras cosas habituales en ti. Pero sigue siendo igual el que no notes mi presencia. Supongo que es normal ya que no soy nadie importante ante tus ojos, solamente una desconocida que se hacía llamar tu fan más.

-Chiaka-chan, ¿estás bien? -Me giré ante aquel llamada, encontrándome a Mami mirarme preocupada. -Todavía le sigues mirando cuando puedes pero... ¿No deberías intentar hablar con él?

Negué con la cabeza, si le hablase a los dos segundos me desmayaría de la vergüenza. Por no señalar que odio hablar o establecer una conversación con cualquier persona.

-Chiaka, Mami-chan, esto... -Nos giramos a ver a la persona que había interrumpido nuestra (extraña) conversación. Se trataba de la delegada de clase. -Uhm... Bueno, ¿no deberíais apuntaros a algún club?

Mami iba a contestar pero la corté.

-Mami está ocupada, no puede y no lo hará por mucho que lo intentes. -Entonces vi que su mirada tenía algo de esperanza por mi respuesta. -No creo que yo destaque tanto como para ir a algún club. -Mentí, la verdad es que era la segunda con mejores notas de todo el instituto pero no me apetecía ir a ningún estúpido club sólo para hacer "amigos".

Esos motivos son una pérdida de mi valioso tiempo.

 -Y-ya veo. N-nos vemos. -Se fue soltando un cansado suspiro.

Mami me tocó el hombro.

-Deberías ir a apuntarte a algún club, necesitas tener la mente ocupada o si no lo terminarás pasando peor. -Giré la cabeza para ver al chico de misteriosos ojos azules cielo o eso suponía ya que tiene un parche en uno de sus ojos, su largo y negro con tono azulado pelo se movía al compás del viento a causa de la ventana abierta.

Solté un suspiro. <<Me pregunto cuál es su nombre>> Me pregunté a mí misma curiosa.

-Pero no sé el qué le ves, ¿no es otro chico más? -Negué con la cabeza. -Bueno, si es Chiaka-chan debe ser porque tiene algo importante.

Tenía razón, ese chico me ayudó más que nadie hasta. Resumiendo, no estaría aquí sino fuera por él.

Sin darme cuenta se me escapó una tonta sonrisa. No me puedo creer que alguien haya hecho que el corazón que quería tener cerrado se abriese de tal forma.

-Es una persona extraña. -Murmuré.

Mami, antes de que llegara el profesor, soltó una tonta risa como burlándose de mí por verme e aquella forma.

-Bien chicos empecemos con la clase de hoy.

....

Solté otro suspiro saliendo del instituto.

-Cada día es más aburrido. -Susurré para que nadie me oyera.

- ¿Qué le pasa, mi lady? -Asustada me giré.

- ¡Sebastian! -Grité sorprendida. Sebastian, mi mayordomo, estaba frente a mí con esa característica sensual sonrisa suya. - ¿Qué haces aquí?

-Solamente hago mi trabajo de mayordomo y vengo a recoger a mi lady- No le hice caso y entré al choche. Al subirme Sebastian cerró la puerta, entró al coche y puso el disco que le pasé de música, sonando de fondo "Acapella" de Karmin.

Cerré los ojos y apoyé la cabeza en la fría ventanilla mientras Sebastian arrancaba el coche y conducía devuelta a nuestro hogar.

....

-Chiaka-sama ya hemos llegado, despierte por favor. Poco a poco fui abriendo los ojos y lo primero que vi fue la cara de Sebastian demasiado cerca mía provocando un leve sonrojo en mis mejillas. Aparté la cara y salí del coche acompañada de la burlona risa de mi mayordomo.

- ¡¿Qué hace tanta gracia, mayordomo idiota?! -Exclamé sonrojada, notaba que él y yo aún no nos llevábamos muy bien.

-Está roja, mi lady. -Me toqué la cara y entré a casa sin esperarlo. -Su padre ha partido esta mañana al extranjero y su madre está en una conferencia de modelos por tres días, por lo que-. -Lo corté.

-Estaré... Estaremos solos, lo sé. Ya estoy acostumbrada, como bien ya sabes. -Dejé los zapatos en la entrada y me fui directa a mi cuarto.

Al llegar cerré la puerta y dejé la mochila en algún sitio (en realidad la lancé a no se sabe dónde), me tumbé en la cama mientras me tapaba con la mano un ojo y miraba al techo pensando en ese chico y en el cómo lo conocí. Aunque luego apareció Sebastian sorprendiéndome.

Me senté impactada, ¿por qué narices me acababa de acordar de Sebastian?

El único (Sebastian Michaelis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora