SE PRENDIÓ ESTA MIERDA, HABER ESPERO SUS HERMOSOS Y SENSUALES COMENTARIOS... :V
20
"Yo solo quiero volver"
Mi reflejo se volvió turbio y eso solo podía significar una cosa, algo creo una onda en el agua. Levante la mirada buscando a alguno de los tipos que nos querían matar, pero solo me encontré a Sebastián hincado en su rodilla izquierda y pie derecho, mirándome fijamente, ahogue un enorme grito, que solté como un suspiro pesado.
—Brooklyn. Dime, ¿Algo te molesta? —Me pregunto uniendo su frente con la mía. Yo solo me quede estática.
Sebastián está tuteándome. Tengo miedo, por alguna razón.
—No es eso. —Rompí el contacto y me puse de pie, acción que el mayordomo imito. —Es solo que... Mi madre, no sé cómo esta ella. No sé si está bien o mal.
—No debes preocuparte por eso. —Agrego en un tono bastante relajado, algo que me extraño. —Phantomhive y yo resolveremos todo este problema.
Él ¿Se acaba de referir a Ciel como "Phantomhive"? Clave mi mirada azul y sus ojos carmín, y con un amague en sus ojos señalo a su amo, quien estaba en la entrada de la casa vigilándonos, mientras leía un libro que no tengo ni idea de donde matriozca saco. Es cierto, tengo que confiar en Ciel e increíblemente también en Sebastián, ellos se encargaran de regresar todo a la normalidad; mi vida; sus vidas; y la vida de las personas afectadas con esto.
—Ah~ tengo hambre. —Dije bostezando a lo que estiraba mis brazos hacia el cielo.
—Oh, es cierto. La cena ya está lista señorita Brooklyn. —Su semblante volvió a ser el mismo al igual que su forma de dirigirse a mí.
Sonreí, le di una última mirada a mi reflejo en el agua. Definitivamente mi cabello esta hecho un asco, parezco desechable, cualquiera que me viese me daría una moneda y un pan, bueno lo del pan no sería tan malo. Corrí de regreso a la casa y por mero accidente choque con Ciel e hice que su preciado libro se cayera de sus manos.
—Lo siento. —Dije horrorizada temiendo lo peor.
—Deja de disculparte. —Se levantó de donde estaba sentado y tomo el puente de su nariz entre sus dedos. —Eres tan torpe, no sé cómo es que te has mantenido con vida durante... ¿Cuántos años me dijiste que tenías?
— ¡Diecisiete! —Grite enojada unánime tomaba el libro del suelo y se lo aventaba a la cara. —Cara de feto.
Yo personalmente creí que ese idiota lo iba a esquivar, no que el puto libro se le estampara de lleno en la cara, y que cuando este cayera al suelo la cara de Ciel estuviese roja del enojo, tome aire por la nariz para evitar morir de un ataque de rosa ahí mismo. Mire al mayordomo quien también hacía lo mismo que yo. Sebastián y yo tratábamos de contener la risa.
—Date por muerta Brooklyn Isabelle Ainsworth Cranston. —Levanto su vista, que ahora era roja.
— ¡¿Dónde está Goku cuando se le necesita?! —Grite saliendo a correr para salvar mi pellejo.
En mi afán de salvar mi vida tropecé con una estúpida y sensual piedra que estaba como a diez metros de la casa (Hinata mode: on). Termine por comerme media hectárea del suelo, y Ciel por tirarse al suelo de la risa, si lo sé, mi idiotez hace que vea facetas de ese loco que nunca jamás me habría imaginado.
—Quiero a mi mamá. —Bufe inflando las mejillas.
—Pues que mal por ti. —Soltó sonriéndome con esa típica superioridad que le desprende de los poros. —Pronto se te pasara, yo ya pase por eso.
—Si bueno, la diferencia es que Rachel, tu madre está muerta, y que es obvio que nunca la vas a volver a ver. Pero mi madre Nicole Cranston sigue con vida. —Agregue llena de enojo por la forma en que Ciel me miro.
Tarde dos minutos en darme cuenta, porque Ciel se había quedado en silencio por mis palabras, me sentí el peor ser humano del mundo. Mordí mi labio inferior antes de ponerme de pie y caminar de regreso hasta donde estaba el chico demonio, su rostro no se levantaba sus manos, eso me hizo sentir aún más culpable. Me arrodille frente a él, y toque su muñeca izquierda con el dedo índice. Su mano se movió y pude ver como aquel ojo carmesí estaba inundado en lágrimas, sin embargo ninguna de ellas se atrevía sa salir de allí.
—Yo... No. No era mi inten-... —Puso su mano izquierda frente a mi haciendo una señal de "pare", y eso hice. Me silencie completamente.
—No importa. —Me miró fijamente, y antes de girarse sobre sus talones me mintió: —Ya lo supere.
Y entonces tras esas palabras una gota salada choco contra mi rostro y esa lagrima no era mía, entonces me sentí el ser más miserable del mundo, pero era tarde él ya se había adentrado en esa pequeña casa de madera. Apreté mis puños a cada lado de mi cuerpo, yo solo quiero que todo regrese a la normalidad, no importa que tenga que hacer. Cerraremos el portal y mataremos a esos demonios, así sea lo último que hagamos, lo haremos.
Uh, ahora que lo recuerdo, desde que Ciel llego a mi mundo siempre he querido preguntar... ¿Qué ocurrió con Lizzy?
Sacudo mi cabeza espantando unos horribles pensamientos que se incrustaron en mi cabeza al momento de hacerme aquella cuestión. Camine de regreso, pero la mirada de Sebastián me evito seguir avanzando.
—Si me vas a regañar hazlo de una vez. —Dije cansada.
—No tengo intención ni el derecho de reclamarle nada. Pero solo le pido que no se meta con los viejos sentimientos humanos de mi joven amo. —Dicho esto me dejo sola.
Sus palabras, sonaron más como una amenaza que como una sugerencia. Clave mis uñas en mis antebrazos. No puedo dejar que ellos dos me estén cuidando todo el maldito tiempo, tengo que hacer algo por mí misma o seguiré siendo motivo de burla, y en cuando al comentario de Sebastián, lo tendré en cuenta: No debo recordarle que se siente, tener sentimientos.
—Ah~ mamá pronto regresare. Lo prometo. —Y con esas últimas palabras entre a la casa del terror, si terror porque esos dos me dan muchísimo miedo.
~MariFerLol~

ESTÁS LEYENDO
『 ᴛʜᴇ ʙᴏᴏᴋ ᴏғ ʀɪᴅɪᴄᴜʟᴏᴜsɴᴇss. 』➸『 ᴋᴜʀᴏsʜɪᴛsᴜᴊɪ 』
FanfictionComo lo dice el titulo esta es una novela repleta de ridiculeces, pero estas "Ridiculeces" se centran en nuestros demonios favoritos: Ciel Phantomhive y Sebastian Michaelis. Estos dos viajan misteriosamente al mundo real. Brooklyn una chica cualquie...