Capitulo 2: Yo soy Camila.

56 3 1
                                    

Al terminar la clase de la señorita Bethany, todos en el aula salieron corriendo como si el mundo se fuera acabar. Siempre era así después de cada clase. Cada grupo tenía su salón y los maestros debían acudir a impartir las clases, lo que volvía las cosas más sencillas para todos los estudiantes.

Los únicos que se quedaron dentro del salón fueron Camila, sus amigos y Lauren la chica nueva, quien se encontraba en su lugar escribiendo algo en su libreta.

-La nueva es linda ¿no?- dijo Steph mirando de soslayo a la interpelada.

-Mmm... Sí, no está mal.- respondió Priscila encogiéndose de hombros, con una chispa de celos de la que solo ella era sabedora.

-¿Qué les parece si le hablamos?- propuso Mónica entusiasmada. La rubia era muy amigable y extrovertida, podía conversar con las personas sin ningún problema, además Lauren le había dado una buena primera impresión y esas son las que más cuentan.

-No sé- respondió Camila dubitativa, haciendo una mueca con su boca.- No me da buena espina.- y era cierto, siempre tenía un presentimiento para todo, ya fuera bueno o malo y con esa chica el segundo entraba perfectamente.

-Vamos Cami, no seas paranoica, no es como que sea una asesina.- Mónica se acercó mucho a Camila haciendo énfasis, para después soltar una risilla.

-Eso no lo podemos saber.- se apartó un poco para ver si Lauren no los estaba escuchando, pues estaba a 3 asientos adelante de ellos, pero tal parecía la chica estaba sumergida en su escritura.

-Yo concuerdo con Camila, esa chica parece una malandra.- dijo la pelirroja de forma despectiva y haciendo cara de asco. Nadie podía ser más bonita que ella y ahora tenía una competencia o al menos así lo veía.

Lauren no era la mejor en lo que a moda se refería. Ese día llevaba puesto un pantalón de mezclilla negro, roto en ciertas partes y una chaqueta de cuero unas tallas más grande, tenis Converse y el cabello atado en un moño alto. Eso fue lo único que le agrado a Camila de ella, su particular forma de vestir. A ella también le gustaba usar ropa holgada pues creía que la hacía ver más delgada, raro ¿no?

-¡Por dios! No sean exageradas.- exclamo Steph, la actitud de sus amigas lo estaban hartando.- No puedes juzgar a alguien por su apariencia. No me sorprende de ti Priscila, pero tú no eres así Camila.- dijo apuntando hacía la castaña con la seriedad reflejada en sus ojos.

-Lo que acabas de decir es muy cliché.- menciono la pelirroja, alzando una ceja.

Steph rodó los ojos y negó con la cabeza.- Contigo no se puede Pris.

Las palabras de su amigo hicieron reflexionar a Camila. Pudiera ser que solamente estuviera siendo algo paranoica como dijo Mónica, pero no lo podía evitar ese era su instinto, y no desaparecería tan fácilmente.
Pero sólo por hoy podía bajar la guardia, e ignorar ese algo dentro suyo que le gritaba que se alejara de la chica nueva.

-Está bien.- accedió con pesadez ¿Qué era lo por que podía suceder? De seguro nada grave.

-Entonces, ve a hablarle Camila.- le apresuro su amiga rubia. La miro mal con el ceño ligeramente fruncido.

- ¿Y cómo porque tengo ir? Yo no fui la de la idea.- saco una pequeña nuez de su bolsillo y se la llevo a la boca. La mayoría del tiempo llevaba unas consigo, y con la dieta que había tomado eran indispensables.

-Yo iré.- se ofreció Priscila.

-No, tu no lo harás.- la detuvo Mónica por el hombro, antes de que se levantará de su asiento.- Te conocemos y de seguro le dirás algún comentario de mal gusto

The Way You Make Me Feel (Español Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora