Capitulo 12: Lápiz y papel.

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La joven muchacha observaba todo la escena que hace unos instantes se llevo acabo entre las dos chicas que ella conocía tan bien.

Estaba oculta entre los arbustos cerca del salón. Su mano sostenía su celular, capturando en vídeo la extraña "discusión" entre la pelinegra y la castaña. Su ceño fruncido demostraba el desconcierto que en ese momento la embargaba.

Observo cómo la castaña limpiaba sus lágrimas y entraba al salón de clases con premura, tropezando con sus propios pies.

Lauren y Camila se mostraron muy cariñosas, sobretodo esta ultima que observaba y acariciaba a la primera, como si su vida dependiera de ello. De hacerla sentir mejor. De reconstruirla.

Ella sabía muy bien que las chicas no eran amigas. Más que nada porque en primera instancia no se llevaron muy bien cuando se conocieron. Inclusive Camila se noto paranoica y se reusaba a hablarle por los rumores que había sobre la ojiceleste.

¿Entonces a que se debía ese repentino cariño o solaridad, que presenció?

Bloque el teléfono y lo guardo con apuro en su mochila. Sólo quería largarse y contarle todo de lo que fue testigo a La sombra.

Su boca se estiro en una sonrisa de satisfacción. Camila le estaba robando la enamorada a La Sombra. Una risa socarrona salio desde lo más profundo de se garganta. Esto le divertía demasiado. Era tan irónico.

Y es que ella desde ya bastante tiempo se dio cuenta de la orientación sexual de Camila, aunque esta jamas ha comentado nada. Era muy obvia. Y más obvio era su enamoramiento por Lauren que literalmente le desbordaba por esos orbes chocolate.
Todas sus dudas fueron disipadas en cuanto pensó en eso. Lo que no se imaginaba era que Lauren fuera lesbiana o más bien bisexual, pues antes ya había estado con un hombre que ella conocía muy bien  en una relación.

Sacudió la cabeza en negación. Suspiro con regocijo. Por hoy se olvidaría de las clases. Decirle esto a su jefe era más crucial que los trabajos de Cálculo que debía entregar.

(.....)

La antigua casa estaba totalmente sumergida en una oscuridad abrumadora. El tiempo era cálido y lograba contrarrestar el olor a ultratumba que se respiraba.

La joven fue escoltaba por los guardaespaldas de su jefe hasta la oficina principal de éste.

Caminaba con celeridad, aferrando su mochila a sus hombros escuálidos.

-Tiene 20 minutos.- hablo el hombre que la acompañaba, cuando llegaron a la puerta del destino deseado. Asintió en acuerdo.

Los guardaespaldas dieron media vuelta por donde vinieron. Dejándola sola.

Tomo el pomo de la barrera de madera. Los rechinidos inundaron sus oídos, cuando la abrió lentamente. Asomó primero la cabeza y posteriormente todo su cuerpo penetro en el acicalado cuarto. Cerro la puerta detrás suyo.

-¿Que haces aquí?- la recibió una voz neutra.

Se acercó poco a poco hasta el escritorio de donde provenía dicha voz. Se quedo parada, frente a este, esperando por alguna indicación.

La sombra, se levanto de su cómodo asiento de cuero y avanzo hasta la bonita muchacha que lo aguardaba. Tomó su mentón con suavidad y deposito un casto beso en los labios ajenos, posteriormente acarició la mejilla de la joven. Esta cerro los ojos disfrutando de las caricias que su novio le regalaba.

-Vine a hablar contigo sobre algo.- respondió, aun con sus orbes bajos, restregando su mejilla contra la palma de su jefe.

-Habla entonces. No tengo todo el tiempo del mundo, como ya sabras.- soltó con brusquedad.

The Way You Make Me Feel (Español Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora