Eva Blair vió por casi décima tercera vez a su hijo Carter, llamenlo instinto de madre pero ella podía ver a su hijo de una manera muy particular. Carter no se comportaba diferente, no decía nada extraño pero cierto aire que lo rodeaba era...diferente.Conocía a su hijo hace 17 años. Ellos se habían hecho mucho más cercanos después de la muerte de su esposo, Henry. Solo eran ellos dos y su madre, Tata.
No es broma cuando se dice que una madre hace lo que sea por su hijo. Al quedar sola y con un hijo al cual apoyar, ella sacó todo de sí para que a Carter nunca le faltara nada. Contó con la suerte de tener a su madre a su lado, ella fue su apoyo en todo, cuando trabajaba como secretaria medio tiempo y camarera en un bar por la noche. En ese entonces casi no veía a su hijo, quien iba frecuentemente al psicólogo.
Comenzó una semana después que le anunciaron la muerte de Henry, murió en una misión, Ella fue llamada del colegio de Carter solicitando su presencia urgentemente. Carter no hablaba, Eva lo encontró en una esquina del salón sentado en una silla, su niño estaba cabizbajo en eso la profesora se le acercó, esta no era la primera vez. Después de ese día Carter había comenzado a ir al psicólogo.
Trabajando duro día y noche, comenzó a consumirla pero no podía dejar de trabajar si lo hacía el recuerdo de Henry volvía a su cabeza y cada vez se hacía más doloroso que era insoportable. Frustración, angustia, desesperación, estrés y depresión la bombardeaban todos los días pero sabía que su hijo contaba con ella.
Carter se pasaba sus cama en las noches, ese era el verdaderamente único memento en el cual podían estar juntos y a pesar de que estuviera muy cansada se quedaba con su niño, los viernes que era el único día en el cual ninguno se levantaba temprano se quedaban hasta tarde hablando, Carter mejoraba con el psicólogo todavía no hablaba mucho en el colegio pero por lo menos lo hacía con ella. Glorioso fue el día en el que su hijo volvió a traer amigos a su casa y entre las caras estaba una más que conocida, el pequeño Tyler primero había pensado que se habían discutido pero al parecer las cosas estaban bien entra los dos. Fue bueno verlo.
Un año después tomó una gran decisión, iba a dejar de trabajar para otros y empezar a trabajar para sí misma, fue duro, su hijo estaba creciendo y tenía muchas más responsabilidades, el recuerdo de Henry estaba todo el tiempo presente, el dolor era fuerte pero sabía que el ala hubiera apoyado en todo, así fue como inició su fundación para ayudar a las familias afectadas por la muerte de algún familiar en misión.
Se encargaban de brindarles ayuda tanto a las familias como a los militares que se encontraban en misiones, dando les comidas y facilitándoles el contacto con sus seres queridos, ella podía decir que su alma se había sanado muchísimo. El apoyo de su madre junto el amor que tenia por ella y su amado hijo le daba motivación. Nunca olvidaría Henry, sabía que Carter tampoco olvidaría a su padre por eso quería estar con el en cualquier momento posible, ser parte de su vida ya había perdido a uno,no podía perder a otro enfrente de sus ojos.
Al parecer el fútbol había sido una buena idea, según el psicólogo Carter debió necesitar algo en lo cual desahogarse, prontamente estaba inscrito para el equipo de fútbol americano pero solo era para niños en ese entonces pero rápidamente se volvió una extensión de su hijo y parte fundamental de su visa. Tyler también se le unió, podía no decirlo pero se sintió aliviada, Carter podía no ser un niño ahora pero era su más preciado tesoro, por lo cual le preocupaba en gran manera.
No sabia que ocurría pero su instinto de madre le decía que algo peculiar le había pasado a su "teddy" (A el no le gustaba ni un poca ese nombre pero por lo menos no renegaba como cuando era pequeño) , mientras si hijo comía la cena se lo quedó mirando pero por más que lo hacía Carter no le daba abismos de nada, lo que más la preocupaba era que volviera al estado de cuando era pequeño, sin casí hablar, había pasado por mucho para poder superarlo y seguir adelante, no quería volver a los días grises.
-Cariño ¿Seguro que no tienes algo que decirme? ¿No ocurrió nada?
Carter por fin levantó la vista.
-No , mamá ¿Por qué?
-Debido a que no has comido nada y te la has pasado jugando con la comida.
-¿No quieres?-Le preguntó Tata a Carter mientras acercaba el tener sigilosamente hacía el plato del muchacho.
-Puedes tomarlo Tata.-Carter le pasó el plato.
-¡Hurra! Victoria para mi.-La mujer estaba de lo más feliz.
Eva le disparó un mirad a su hijo y el la miró devuelta. Él le sonrió.
-Estoy bien, créeme, incluso siento que realmente voy a comenzar a pensar que si pasó algo si me sigues mirando así mamá.
-Bueno, tú lo dices- Eva se calmo pero no del todo, Carter se levantó de la mesa y le dió un beso ella y a Tata antes de ir a su habitación.
-¿Tú también lo notaste Tata?- Eva se volvió hacía su madre quien comida alegremente.
-En cierta manera lo noté. Pero querida déjalo ser, no todo el tiempo lo podemos cuidar en algún momento tendremos que dejarlo ir.
Ella suspiró, no le gustaba pensar en e día en que Su amado hijo se fuera de su lado aunque era una realidad inalterable. Solo podía pedir que su hijo escogiera el mejor camino para su vida.
Pero un recuerdo volvió a su mente de manera veloz.
Carter no llevaba puesto el colgante de su padre.
El colgante que nunca se quitaba.
....
Yo me voy a alejar de manera lenta y dejarles esto aquí. Jujujujuju.

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Quarterback [yaoi / gay]
Teen FictionAyden Miller, pequeño, patoso, nerd, despistado, es exactamente el tipo de personas que a Carter Blair, el quarterback del equipo de fútbol americano, le encanta fastidiar pero sus calificaciones no están yendo tan bien por lo cual le asignan como t...