Quarterback [yaoi / gay]

Fire

Eli corría por los pasillos del instituto, iba tarde,le faltaba el aliento. Venia corriendo desde su casa y todo se debia a la maravillosa suerte de la que era dueño.

Precisamente esa mañana su despertador no había sonado debido a que lo colocaba en el celular, su celular se descargó y como hacía tiempo su madre no lo despertaba lo único que logró hacerlo fue su hermano, quien iba de camino al trabajo y lo despertó a punta de almohadazos y gritos.

De manera veloz se arregló y salió disparado de la casa, no tenía tiempo ni para desayunar.

Dobló en una esquina e inesperadamente chocó con alguien cayendose al suelo y su mochila desparramandose en este. Adolorido por el impacto alzó la vista y el aire que tanto necesitaba escapó de sus pulmones. Tyler

¿Por qué su suerte decidió dejarlo en adopción ese día? ¿Qué le había hecho él a la vida?

Y al parecer también a Tyler se le había regado la mochila en el suelo, apuesto que también iba tarde.

-¡Genial! solo esto me tenía que faltar-Elijah proclamó en voz alta, comenzando a recoger sus cosas, desafortunadamente para él sus cosas se habían mezclado con las de Tyler.

-Todo esto es tu culpa, marica- dijó Tyler sin levantar la mirada mientras recogía sus cosas.

Eli resoplo.

-Si de alguien aquí es la culpa entonces debe de ser tuya.

En ese momento Tyler levantó la mirada, su expresión era claramente de irritación, ignorándolo miró su reloj y sus ojos se abrieron como platos. Dios iba re-tarde. Parecía que Tyler quería agregar algo más pero él no lo dejó.

-No tengo tiempo para escuchar tus estupideces-Rápidamente terminó de meter todo en su mochila y salió corriendo, dejando a Tyler en mitad del pasillo y con la palabra en la boca.

Cuando por fin llegó a su aula abrió la puerta estrepitosamente en eso el profesor Lewis y toda la clase voltearon a verlo. ¡Que pena!

-Buenas, con permiso-Dijó Eli mientras entraba al aula y se acercaba a su puesto.

-Bueno, Señor Stlee, que bien que nos honra con su presencia- El sarcasmo era claro en la voz del profesor Lewis tanto como el reproche. Siempre le había caído mal a este maestro y ahora él le estaba dando razones para hacerlo-Siéntese rápido que acabamos de empezar el examen.

Le hizó caso al profesor, el cual le entregó su examen con una expresión de disgusto.

Se acomodó y marcó el examen con su nombre. Se concentró en él de lo contrario no haría valer la noche de desvelo que pasó. Rápidamente contestaba las preguntas, ya iba por la mitad del examen cuando se oyó en toda el aula un estruendoso ruido. Era el timbre de un celular.

"Siento lastima por el dueño" pensó Elijah para después darse cuenta que que todos en el salón estaban con las miradas vueltas hacia él.

El ruido salía de su bolso pero ese ruido no provenía de su celular.

Eli estaba completamente seguro ya que el timbre de su celular no era así y él no recordaba haberlo cambiado. su mano se dirigió hacia su bolso y sacó de él al bullicioso aparatejo.

Si, definitivamente no era el suyo. Este el celular último modelo sacadó al mercado hace solo unos meses y no había manera de que el lo tuviese. Una sombra se posó sobre él e hizo que su cuerpo se tensara cuando se dió cuenta de quién era.