Capitulo 5.

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Elina.


Eline sentía que su cuerpo se hallaba recostado en nubes. Notaba sus extremidades livianas y bien descansadas, la vitalidad de su cuerpo renovada.

Y se sentía profundamente observada.

Presa del pánico abrió los ojos de golpe, observando de manera desesperada su entorno.

Lo primero que nota es que está en una habitación.
Colores cálidos la rodean formando una atmósfera agradable y placentero.
Descubre que esta acostada en una cama matrimonial con sabanas blancas, que al tacto parecen de seda.

Recorre con la mirada toda el lugar, dándose cuanta que es una recámara de pareja y que su tamaño es monumental.
Extrañada intenta recordar como llego a ese lugar, lo que le resulta en vano ya que su ultimo recuerdo es estar corriendo en su forma lobuna.

Con miedo y sigilo se levanta de la cama, dándose cuenta que solo lleva una camisa azul de lindo, del tamaño de un hombre, avergonzada intenta bajar lo mas que puede la tela por sus piernas, dejándola con más de la mitad de sus muslos descubiertos.

Temblorosa por el desconcierto que la rodea, se dirige hacia la puerta, la cual es de color caoba y esta tallada con figuras de lobos, haciendo juego con los muebles de la habitación.

Toma el picaporte con recelo, esperando encontrase con una manada dispuesta a matarla, pero solo se encuentra con un pasillo desolado y al final el comienzo de unas escaleras.

Agudiza sus sentidos, notando 6 tipos de olores diferentes, uno de ellos mas notorio que los otros y mas atrayente.  Combinado entre el olor a tierra mojada y almizcle, haciendo qué una parte de ella se ponga ansiosa.

Con pasos lentos y temerosos se dirige hacia la escalera, intentando que sus extremidades dejen de temblar, soltando un suspiro comienza a bajar la escalera de manera lenta y pausada.

Lo primero que ve, es una sala de tamaño sorprendente,  amueblada con sillones de cuero negro y mesas de madera, en las paredes abundan cuadros de jaurías lobunas.  Cruza la sala siguiendo los olores hasta encontrarse con una puerta doble de casi tres metros, tallada con lo que parece in bosque de robles, bajo una luna llena enorme.

Reuniendo coraje llama, segundos mas tarde la puerta se abre, dejando ver una oficina enorme.  Seis pares de ojos son capturados sobre ella, algunos con desconsiento, otros con hostilidad y pocos con desconsiento.   

Encogiéndose por tanta atención, Eline  da un cauteloso paso hacia atrás. Cinco hombres y una mujer son sus espectadores, cinco de ellos parados y uno recostado detrás de un enorme escritorio, con su mirada verdosa  fija en ella. Eline sale de su estupor cuando una ronca y potente vos demanda:

-Todos fuera.

Un coro de aceptaciones se escucha antes de que todos se retiren. Sus nervios estaban a flor de piel y estaba segura de que el enorme hombre que estaba justo adelante de su nariz lo sabia.


Alpha: Detrás de la mirada del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora