Capítulo 6

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(...)

—Logan, ¿ese auto tenía algún valor sentimental?

—Antes que nada, debo pedirte perdón. Te asustaste por mi culpa. —Me dio cortas palmadas en la cabeza.

—Eso no importa ahora. Necesito que me respondas. —Suspiró.

—Está bien... —Hizo una pausa y prosiguió—: Amaba ese auto... no exageradamente, pero significaba mucho para mí. Verás, mis padres nunca han pasado tiendo conmigo, y eso ya lo sabes. —Asentí—. Así que el único que se dignaba a verme, cuando tú no ibas, era mi abuelo. Siempre que llegaba me cargaba y me hacía volar en el aire mientras me abrazaba, luego me sentaba en sus piernas y me contaba cualquier tipo de historias, me encantaba todo lo que salía de él. Tiempo después me quedaba dormido, así que me llevaba a mi habitación entre sus brazos y me dejaba descansar. Hace algunos años, mi abuelo murió, pero antes de hacerlo, me dejó un regalo... un auto... —Abrí la boca formando una O—. Así que, después de su muerte, se convirtió en mi reliquia. Porque, aunque mis padres son grandes empresarios y me tienen viviendo en una mansión de ensueño, ya ni deben recordar que tienen un hijo, su trabajo los sumergió tanto, que si algún día se llegaran a morir, sería el último en enterarme. Ya no se molestan en llamarme, ni dejarme un mensaje, ni siquiera enviarme una carta. Creen que porque me tienen viviendo en un castillo de cuatro pisos soy feliz, y no es así. Por eso, ese auto significaba mucho para mí, porque ahí viví mis mejores momentos. Todavía recuerdo la primera vez que fui a verte después de tener el auto, no parabas de asombrarme con todo lo que veías. —Soltó una sonrisa triste, lo miré con ternura.

—Logan... —Agarré su mano y me miró a los ojos—. No hay de que preocuparse, te aseguro que vendrán mejores cosas, además, me encargaré de que tengas nuevos recuerdos, y muy felices, por cierto. —Rió mientras me abrazaba con fuerza.

—Gracias, Emma...

—Oye, no tienes nada que agradecerme —dije mirándolo con una gran sonrisa en el rostro—. Me encanta ayudarte. —Besó mi nariz al instante que dejé de hablar, mis mejillas se enrojecieron y Logan rió—. ¡Morirás! —Reía a carcajadas mientras intentaba golpearlo, después de fallar, me detuve y le sonreí—. ¿Lo ves? Puedes sonreír, algún día conseguirás una tipa bien linda como las que te gustan, y te hará muy feliz. —Caí dormida después de eso...

(...)

Desperté y me encontré en la habitación de Logan, mi cabeza y mi brazo dolían por alguna extraña razón. Revisé mi cuerpo y noté que no llevaba pantalones y mi camisa había sido cambiada, solo me tapa el segundo botón, el cual cubría mis pechos. Mis mejillas se enrojecieron.

—Hola, hola. Veo que ya despertaste. —Vi a Logan entrar sonriente a la habitación con una bandeja en las manos, me cubrí con la sabana instintivamente y rió—. ¿Cómo te sientes?

—Estoy un poco confundida, me duele la cabeza y mi brazo izquierdo. —Toqué mi brazo y sentí una venda—. ¿Por qué estoy vendada?

—Al parecer, cuando ocurrió lo del auto anónimo, no logré cubrirte del todo, y te has lastimado el brazo. Lo siento en verdad.

—No, no tienes que disculparte.

—Llamé a tu trabajo, y les conté sobre lo ocurrido, lo entendieron y me pidieron que te dijera que te esperan mañana.

—¿Cuánto tiempo dormí?

—Bastante, ya es de día.

—Woau...

—Emma, sé que antes te había dicho algo diferente pero... creo que deberías cambiar de trabajo. —Dejó la bandeja en la mesita de noche y se ubicó en la cama—. Supongo que los personajes que están detrás de las amenazas saben dónde trabajas, además, has faltado mucho por lo que, posiblemente estén considerando despedirte.

—Tienes razón, aprovecharé el día de hoy para hacer la carta de renuncia.

—Bien. —Sonrió.

Hubo un minuto de silencio.

—Lo-Logan...

—¿Sí?

—¿Tú m-me cambiaste?

—Sí. —Sonrió como niño pequeño—. Pero no te preocupes, no te hice nada y procuré no ver mucho. —Suspiré aliviada, confío en él.

—Gracias por todo. —Me regaló una tierna sonrisa—. ¿Tú cómo estás? Es decir, fuiste tú el de mayor contusión.

—Estoy bien, solo unos rasguños en los brazos y en la cara, pero estoy bien.

—¿Ya te curaste?

—No, ya te dije, Emma, estoy bien.

—Nada de excusas. ¿Dónde está tu botiquín?

—En la gaveta de abajo.

—Permiso. —Me levanté de la cama, me puse en cuclillas y abrí la gaveta, saqué la maletita que tenía los implementos necesarios y regresé, o eso iba hacer, hasta que vi a un Logan con las mejillas un poco coloradas, seguí su mirada y la encontré en mi cuerpo. Miré hacia abajo y recordé que no tenía pantalón, mis bragas estaban visibles, y además, el botón que cubría mis pechos se había soltado, mostrando mucho más de lo que él había visto, agradecí tener el top puesto. Corrí a la cama nerviosa y me cubrí con las sábanas.

—Lo siento, lo siento, juro que no me acordaba que estaba en ropa interior, de verdad que lo siento... —Mi vergüenza aumentó y mis mejillas de coloraron.

—¿Por qué te disculpas? Si no has hecho nada... —Me miró maliciosamente mientras se acerca a mí, me asusté cuando alejó la sabana de mi cuerpo.

No hizo nada más que observarme más de cerca, su rostro mostraba cuan fascinado estaba por la vista que estaba teniendo en ese momento, y mi rostro delataba cuan nerviosa me sentía.

—E-este... yo... —No sabía que decir, ni mucho menos que hacer.

Prontamente mi cuerpo fue aprisionado por el de Logan, el cual logró que me acercara mucho más, a la cabecera, obteniendo así, que mi espalda quedará totalmente unida a la madera. Logan sonrió y se abrió paso a mi cuello, se acercó mucho más mientras su lengua rozaba suavemente zonas de mi cuello, dejándome helada. Aquella sensación era magnífica, y creo que Logan ya lo sabía.

Siguió jugando con mi cuello mientras su cintura se acercaba más a mi cuerpo y mis piernas se entrelazaban en ella. Algunos gemidos se me escaparon cuando su lengua bajó a mis pechos, rozando su contorno y dejándome un chupón en la parte superior de uno de ellos. Mis mejillas explotaban en mil colores, mientras mi espalda se arqueaba, a lo cual, Logan aprovechó para pasar su mano y acercarme a él, por consiguiente, tan solo cinco minutos después, estaba entre sus piernas, rodeando su cintura con la mía, mientras se abrazaba a mi espalda, y lamía mi cuello.

—Logan... detente... —dije entre suspiros.

—¿En serio eso quieres? —Siguió con su juego.

—¿P-por qué haces esto?

—¿Por qué? Porque... —No dijo nada más y lanzó mi cuerpo a la cama—. Creo que estoy haciendo algo que no quieres, lo lamento. —Sonrió.

—Eso no parece una disculpa. —Arqueé una ceja.

—Porque no lo es. No tengo la mínima intención de disculparme.

—¡Hey! ¿Por qué lo hiciste?

—Se-cre-to. —Sonrió mientras besaba mi nariz—. Ya vuelvo. —Salió de la habitación.

—Por Dios... ¿Desde cuándo es tan... hombre? —Pasé mi mano por mi cabello mientras suspiraba.


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⏰ Last updated: Apr 08, 2017 ⏰

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