¿Quien asesinó a Lisa? [Pausada]

Capítulo 5.

(...)

Recorrimos todas las calles cercanas a la antigua casa de Lisa, preguntando en todos los almacenes y demás, para saber si tenían alguna idea de quien pudo haber sido. Extrañamente, las personas no se inmutaban cuando les hablábamos sobre el tema, lo que me llevó a concluir que algo estaba pasando.

Incluso llegamos a las casas de las personas más cercanas a Lisa y otras no tanto, pero ellos nos tiraban la puerta justo cuando les mencionabamos su muerte. Cada vez me convencía más que algo raro estaba sucediendo, y tenía un mal presentimiento.

—Oye, Logan,¿no crees que esto es muy raro? -pregunté mirando al chico que no me había dejado sola en ningún momento.

—¿Raro como, nena?

—Todos nos ignoran cuando preguntamos sobre la muerte de mi hermana. —Logan lo analizó un rato—. Y no me llames nena, estúpido. —Rió a carcajadas.

—Pensé que no te darías cuenta —murmuró regalándome una de sus sexys sonrisas, mi corazón se encogió mientras se cubría en un calor insoportable provocando que mis mejillas se coloraran paulatinamente, giré la cabeza para que Logan no me descubriera—. Pero si lo pensamos un poco, tienes razón. —Lo miré nuevamente, lo sabía, hay alguien detrás de todo esto.

Hubo silencio durante unos minutos, caminábamos por la cera derecha, todos los almacenes estaban cerrados, a pesar de ser temprano, las calles estaban muy solas para decir verdad.

—Mira, Logan. —Señalé la otra cera mientras hablábamos—. Hay una tienda abierta, y puede que sea la única en toda la calle que lo esté, revisemos, tal vez sepan algo. —Le hice una seña con la mano para que me siguiera, pero justo cuando estoy llegando a la mitad de la carretera, un carro pasa a toda velocidad, giré mi cabeza a la izquierda, y mis piernas temblaron, estaba en shock, si no me movía, sería arrollada por el auto que, en ese momento, se acercaba a mi con mayor rapidez.

—¡Emma, muévete! —Logan gritó pero no podía moverme. Cubrí mi rostro con ambos brazos esperando el impacto, uno que nunca llegó.

(...)

Abrí mis ojos, levanté la vista hacia la carretera, me dolía la cabeza, sentía un peso enorme en ella, todo el cuerpo me pesaba, y no sabía cómo había sobrevivido al impacto sin ningún rasguño. Recordé que no debía estar sola y me levanté de golpe, agarré mi cabeza al hacerlo, me retumbaba atrozmente y sentía que podría caer en cualquier momento.

Después de abrir los ojos con delicadeza, y girar mi cabeza, encontré a Logan recostado a mi lado, tenía rasguños en sus muñecas, y de su rostro, emanaba un líquido espeso, el cual distinguí como sangre. Instintivamente toqué suavemente sus muñecas para saber si tenía pulso. Para mi suerte, todavía estaba vivo.

—Logan, ¿me oyes? —No respondió—. ¿Logan? No estoy jugando, háblame. —Seguía sin decirme nada, empecé a moverlo con mis manos—. ¡Logan! ¡Deja de bromear! —Mi rostro estaba rostro y mis lágrimas empezaban a asomarse—. ¡LOGAN! —grité desesperada mientras lo agarraba de la camisa con fuerza moviéndolo de norte a sur, al instante, sentí como su mano agarraba mi muñeca, mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa al tiempo que abría sus ojos lentamente—. ¡Maldito! ¿¡Cómo me haces esto!?

—Cálmate, Emma, no llores, estoy bien. —Agarró mis mejillas y unió nuestras frentes, mi rostro se prendió aun más, y Logan solo reía—. Vamos, cálmate, estoy bien, solo hay unos cuantos rasguños.

—Estúpido —dije mientras un manantial de lágrimas cubría mi rostro, Logan abrió en grande sos ojos al notarlo—. No vuelvas a hacer eso, ¿qué hago si te llego a perder? —Sus ojos se abrieron como platos mientras sus mejillas se enrojecían levemente—. Hubieses dejado que el auto me arrollara, no vuelvas hacer eso —decía mientras limpiaba mis interminables lágrimas, Logan, quien estaba en mi regazo, no decía nada.