10 - Tú y yo

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El vinotinto de las cortinas combina perfecto con la ventana blanca de tu habitación.

Todas tus cosas están ordenadas muy cuidadosamente, ahora hay paz en mí. Ya puedo caminar por la playa, sentir la arena en mis pies, disfrutar de un paisaje casual.

Pero de repente ese mundo perfecto se viene abajo, las olas enloquecidas traen consigo un tsunami, las montañas se derrumban, empieza a llover... mi mundo se destruye.

Entiendo el porqué, es que te necesito. Sólo fue cuestión de recordarte para darme cuenta de que no te tengo.

Eres el arcoíris de mi lluvia,
eres el compás de mi canción,
Y mi alma siempre será tuya,
Al igual que mi corazón.

Sin ti mi vida se amarga
Y mi mundo pierde color,
Pero me mantengo en calma
Al oír de nuevo tu voz.

Robert POV

El dolor llega de nuevo, mi cabeza va a explotar.

Los recuerdos se amontonan lentamente pero no los logro organizar, no estoy en mis cinco sentidos.

Primero recupero el tacto: estoy tirado en el suelo, boca arriba. Siento las raspaduras repartidas por toda mi piel. Pero lo más intenso que siento es el frío que ya congeló algunos de mis órganos.

En segundo lugar recupero la audición: oigo que algo vibra muy fuerte, oigo voces graves que se golpean entre sí haciéndose inentendibles.

Luego llega el gusto: algo asqueroso pasó por mi boca y dejó el rastro, además de que tengo sed. Ya ni produzco saliva.

Y ahora se une el olfato al combo: huele horrible... como a estiércol y carne podrida. Vomitaría pero tengo el estómago tan vacío que ni fuerzas me dan.

Pero al recuperar la vista todo se hace literalmente más claro: me apoyo sobre la empolvada pared y me siento. Abro lentamente los ojos y salgo de toda duda... ¡NOS SECUESTRARON Y NOS ENCERRARON EN UNA PINCHE HABITACIÓN ASQUEROSA JUNTO A CUERPOS SIN VIDA!

Estoy desnudo, mi prima igual... esperen, ¡MI PRIMAAA, MALDITA SEA! ¡Ella importa más que yo y está ahí inerte en el suelo!

- ¡Elizabeth! - grito y me acerco, me da igual que esté desnuda... la volteo hacia mí y hago presión en su pecho, vuelvo a gritar, ¡le practico respiración boca a boca! Haré todo lo que sea necesario, y hasta lo que no.

- Por favor Liz, no te vayas, ¡¿ME OYEEES?! ¡¡DESPIERTA YA!! Debes despertar - la zaradeo pero no reacciona, entonces me decido por la prueba final: tomarle el pulso.

Pongo mis dedos en su muñeca izquierda y presiono, me alegro tanto de sentir sus latidos. Mi mundo destruído vuelve a la paz.

- En serio estoy muy preocupado por ti Liz, despierta ya y ayúdame a pensar - la levanto y la acomodo, está tan sucia al igual que yo.

La dejo ahí sentada mientras busco algo que me sirva: los cuerpos muertos no porque también están desnudos, la habitación está vacía a excepción de una cómoda vieja ubicada al rincón de atrás y la puerta está entreabierta... mmm... optaré por buscar en los cajones.

Son cuatro, abro el primer cajón y veo papeles, botellitas como con veneno o algo raro adentro, también hay bolsitas con algo blanco y una cajita de píldoras. Nada de eso me sirve.

Abro el segundo y veo pura arma blanca, está un cuchillo de cocina, una navaja untada de sangre y otro cuchillo más grande que se ve nuevo, saco ambos cuchillos y continúo.

En el tercer cajón no hay nada, sólo polvo. Pero en el cuarto me encuentro con una manta doblada y una caja de condones vacía.

- ¿En... en dónde estoy? P*** vida, cómo me duele la cabeza...

¿Qué será de nosotros?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora