9 - Detonante

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Robert POV

Algunas mujeres son muy delicadas, hay que tratarlas como princesas y hacerles caso en todos sus caprichos, sin embargo no se deben malacostumbrar.

Otras en cambio se hacen respetar por sí mismas, no les afectan las críticas y suelen actuar algo rudas.

Algunas son muy dedicadas al estudio y las llaman geeks, nerds... pero esas ya son sólo etiquetas.

También están las extrovertidas, saltarinas, showseras, locas...

Pero otras, como es el caso de Elizabeth, son bipolares, polifacéticas. Pueden aparentar ser rudas cuando en el fondo quieren llorar, pueden ser frías porque tienen delicado el corazón y no se abren hacia los demás. Pero siempre se muestran ''felices''.

- Ya vienen, ¡¡ya vienen!!

- ¿Qué, qué? ¡Me quedé dormido! - zarandeo a Elizabeth - vamos, despierta, tenemos que huir.

- Ya no pueden salir, están subiendo las escaleras ¡y viene mi abuela!

- WHAT? ¿Mi tía? No puede ser... ¡ELIZABETH!

Despierta de golpe y se cae de la cama.

- ¿Cómo está tu brazo? - pregunta Ariana.

- Perdón chicos... soy una bruta, casi me mato.

- No digas eso, cariño - le ayudo a ponerse de pie.

- ¡Oh! Me llamaste ca...

- ¡ENTRARON! - grita Ariana y se tapa la boca.

- ¿Qué vamos a hacer ahora? - pregunto buscando una solución.

- Primo, tú sabes perfectamente por dónde debemos escapar - señala la ventana que mira hacia la calle.

- ¿Saltar desde un tercer piso? ¡Pensé que ya no te querías suicidar! - refuto.

Ariana mira a Liz y asiente con la cabeza... esto me huele raro.

Ariana me ve con cara de confundido y explica:

- Ya habíamos pensado en ese salto antes, hay una carpa sobre la cual pueden caer.

- ¡Aun así es peligroso!

Liz me toma de la mano y me lleva a la ventana.

- Liz pero espera, ¿qué pasará después, adónde iremos? ¿Ariana, tienes dinero?

- Perdón no pensé en eso - responde - yo no tengo plata y ya no hay tiempo de buscar, ¡salten!

Siento la adrenalina, la sangre corre fría.

Abrimos la ventana para huir de nuevo y esta vez sin maletas, sin dinero, sin nada. Saltaremos a una muerte segura. Estamos mal de la cabeza.

Entra al cuarto la madre de Ariana, grita al vernos, volteo a mirar y Elizabeth ya saltó así que hago lo mismo.

Oigo los gritos de mi tía, de la mamá de Ariana...

Siento el vacío y es horrible. Mis órganos se amontonan arriba lentamente y siento un enorme hueco. Voy a toda velocidad y no sé dónde caeré, no sé nada... todo esto está muy mal.

Cierro los ojos y caigo sobre la carpa la cual se rompe y termino encima de Elizabeth, a quien no le fue tan bien como a mí.

- ¡Ah! ¡ah! ¡¡¡Roobeeeert!!!

- ¿¿Qué, qué pasóooo??

- Mi pierna, mi pierna me duele.

- ¡Tenemos que correr porque mi prima nos vio!

¿Qué será de nosotros?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora