cinco.

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Las gotas de lluvia corrían por mi rostro. Estaba sentada en una banca viendo pasar a la gente con paraguas en mano. Solté un suspiro, debería regresar al internado antes de que se haga noche.

¿Qué hago aquí sola? Fácil, Hani prácticamente me saco a patadas del restaurante y Chanyeol no hizo nada, idiota que es. 

Arrastre los pies, me sentía exhausta de tanto haber corrido huyendo de Baek y Yooni. No quería estar con nadie, a Chanyeol le importo poco y eso es lo único que importaba. Vaya idiota que era yo, lo sé.

Instintivamente me lleve mi mano derecha a mi cuello y sentí el dije de corazón que descansaba sobre mi clavícula. Por más que odiara en este momento a Chanyeol, debía aceptar que había sido un lindo regalo. Pero eso no quita que él sea idiota.

Todo esto se veía muy de película, ya saben, está lloviendo, estoy triste, el que amo no me ama, y voy caminando sin rumbo, y lo digo en serio sin rumbo porque no se regresar a pie al instituto. Y para finalizar... tengo frío.

Seguí caminando y abrazándome. Vaya manera de pasar un sábado que esperaba que fuera el mejor de mi vida. Jamás debí haber dejado que Chanyeol me sacara de las instalaciones.

—¿Hyeri?—grito una voz grave.

Ignore y seguí caminando, no estaba de humor, sencillamente no.

—¡Hyeri, espera!—volvió a gritar la misma voz.

Escuché un portazo. Decidí ignorar y seguir caminando. Era todo lo que quería hacer, caminar, y caminar, y caminar hasta perderme. No quiero ver a nadie, no quiero saber de nadie.

Todo esto era culpa de Chanyeol y de su futura prometida Hani. Ojalá Chanyeol no fuese tan ciego y se diese cuenta que Hani solo lo quiere por su dinero.

Sentí como una mano se posaba en mi hombro haciéndome girar sobre mis talones.

Me topé con una mirada color azul cielo y una sonrisa hermosa, la cual desapareció al ver mi expresión de "soy la persona más desdichada del mundo, mátame".

—¿Qué haces aquí mojándote? ¿Por qué estás sola? ¿Qué te pasó?—me preguntó Kai preocupado.

Oh dios, si Baekhyun viera esto seguro que me mata. Si se entera mata a Kai y después a mí. Pero por alguna extraña razón me sentía bien estando con él.

Las gotas de lluvia resbalaban por su rostro. Todo su cabello estaba pegado a la cabeza y su ropa estaba empapada.

—Ven, regresemos—dijo Kai tomándome del brazo y tirando de mi para que caminara.

Llegamos a su auto y me abrió la puerta para que me subiera, cerro y corrió a subirse del otro lado.

Titirite un poco y Kai me miro preocupado. ¿Qué mierda está pasando?

—¿Tienes frío?—preguntó y asentí.

Giró un poco y saco una chaqueta de la parte de atrás, me la ofreció y yo la puse sobre mis hombros.

Analicemos esto. Estoy en el auto de Kim Jongin, enemigo número uno de mi hermano, estoy mojada, él está preocupado por mí, tengo su chaqueta puesta y hace unos minutos dije que le sentía bien en su presencia.... De acuerdo, estoy perdiendo la cabeza.

—¿Por qué estabas ahí sola?—pregunto Kai.

—Quería estar sola—fue lo único que respondí.

—¿Mojándote? Puedes enfermarte—dijo sin quitar la vista de la carretera.

—Se siente bien—murmure.

Llegamos al estacionamiento del internado y Kai estaciono su auto en su lugar reservado.

—¿Tú qué hacías solo?—pregunte mirándolo.

—Quería estar sólo—sonrió.

—¿Por qué?—encarno una ceja.

—Porque se siente bien.

Bajamos del auto y Kai me tendió una mano. Titubeé un segundo y después la tome. Se sentía bien que alguien se preocupara por ti, por una vez.

Entramos, el vestíbulo estaba vacío. A juzgar por la hora todos deberían estar cenando.

Me gire hacia Kai y le sonreí.

—Gracias por traerme—dije.

Me quite la chaqueta, que ahora estaba mojada por mi culpa, y de la di.

—Y gracias por la chaqueta—sonreí.

—No agradezcas—dijo sonriendo. Dios, amo su sonrisa—Me gusta ayudar, y más si me toca una chica hermosa como tú.

Comenzó acercase. ¿Por qué no me alejó? Baekhyun me va a matar... al diablo con mi hermano, no quiero alejarme de Kai. Di un paso indecisa y Kai se acercó más. Tomo mi rostro entre sus manos y sentí como su aliento chocaba contra mi rostro. Cerré los ojos, instintivamente, y nuestros rostros se fueron acercando...

—¿Hyeri?

Oh no. Estoy muerta, me van a matar. No, no, no.

—Kim, aléjate de ella—Kai dio un paso atrás mí me dedico una sonrisa triste.

—¿Qué quieres, Park?—dijo Kai irritado.

Aquí viene de nuevo, su estúpido odio. Son increíble los años que llevan odiándose y que nuestros padres sean los mejores amigos.

—Sabes que a Baekhyun no le gusta que se acerquen a Hyeri, y mucho menos tú—dijo Chanyeol parándose detrás de mí y poniendo sus manos sobre mis hombros.

—Hyeri ya es lo suficientemente grande para decidir con quién juntarse—gruño Kai—Además, ¿a ti que te importa? Dejaste qué tu noviecita la sacara a patadas y se quedará sola.

¿Cómo es que...? ¿Acaso Kai nos había visto?

Sentí como Chanyeol se tensaba detrás de mí y soltaba un gruñido.

—Eso a ti no te interesa—dijo—Lárgate o tendrás problemas, Kim.

Kai me miro y se inclinó para darme un beso en la mejilla. Después miró a Chanyeol con odio y se fue.

—Por fin se fue—dijo Chanyeol aliviado. Se paró frente a mí y me miro sonriente—Ven.

Me tomó del brazo y comenzó a tirar de mí. Me solté y lo fulminé con la mirada.

—¿Qué pasa?—preguntó preocupado.

—¿A dónde vamos?—pregunté.

—Pues a la lavandería para mi siguiente lección...—dijo confundido.

—Lo siento, Chanyeol—dije—Ya no habrá más lecciones, no me necesitas.

Lo miré enojada y después salí corriendo de ahí.

—¡Hyeri, espera!—escuché a Chanyeol llamarme.

Lo ignoré y seguí corriendo hasta llegar a mi habitación.

No quería volver a ver a Chanyeol.

aprendiendo a ser romántico ✧ p. chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora