"Gay, ¡Eres una asquerosa marica!"
Por un lado, Harry lloraba y se lamentaba. ¿Cómo después de tanto Louis había sido capaz de herirle de nuevo? Realmente tenía ganas de gritarle o empujarle, pisotear su corazón como él había hecho; algo que ahora veía imposible ya que ni siquiera se veía como alguien importante en la vida del ojiazul; tirar de esos cabellos castaños hasta que un mechón de éstos permaneciese en su mano cuando los separasen, jalar su jersey hasta dejarlo roto en tiras,... Odio.
Él ahora tan solo albergaba odio hacía ese repugnante-o no tanto-chico que había destruido sus pocas ilusiones. Viendo ahora cuán iluso había sido.
Por otro, Louis andaba más inquieto de lo normal, mordiendo sus uñas y apenas levantando la mirada del liso suelo. Se golpeaba mentalmente por retroceder tanto en su relación con Harry. Por volver al principio, como si de un juego se tratara. Muchas veces había pensado en rebajarse y pedirle de rodillas que le volviese a querer como antes decía hacerlo, pero su orgullo, bien conocido por todos, no le permitía hacer tal cosa. A demás, él se había besado con Zayn. De qué se trataba, ¿una mala broma? De todas las personas por las que podía haber sentido celos a lo largo de estos años por acercarse demasiado a su pequeño, Zayn era uno de los que descartaba por completo; es más, Harry le había dicho que estaba amenzado por él. Por Dios, ¿Tantas mentiras podría haberse creído sin sospechar ni por un segundo? ¿Tan tonto había sido?
-Ven, Harry, quiero tener una charla contigo. -Miré por encima de mi hombro y Zayn estaba colocado en mi espalda, empujándome hacia delante con su mano en mi hombro, pasando su brazo por toda mi espalda.
-Yo, eh... Tengo clase justo ahora. -Definitivamente era mala idea replicarle. Ignorando mis escusas fue tirando de mí hasta una de las salas de música que ahora permanecía vacía.
-Entra. -Dijo el morocho sin pararse a esperar a que moviese mis pies, me empujó hasta que caí dentro de la sala. Hice un ruido sordo con la garganta al caer sobre una de las mesas, moviéndola hacia delante. -Vamos a ver qué tenemos aquí. -Clavé la mirada en uno de los pósters con instrumentos que había colgado frente a mí en la pared. Tragué con fuerza al sentir sus manos escondiéndose bajo mi jersey rojo.
-Eh, eh, yo... -Balbuceé. Esto no era para nada agradable. Di dos pasos atrás alejándome de su cuerpo, sacando lentamente sus manos de mi vientre.
-Oh, supuse que no sería tan fácil. Eres un testarudo, Harold. -Se acercó dando una zancada hasta mí. Su pecho chocó contra el mío. -Pero nadie le dice que no a Malik, mucho menos una nenaza como tú.
-¿E...eres gay? -Pregunté antes de que volviese a recorrer mi estómago con sus fríos y largos dedos.
-¿Me ves como tal?
-Ahora mismo... -Mordí el interior de mi boca.- Totalmente. -Le dije.
-No soy un marica como tú.
-¿Entonces por qué me haces esto a mí y no a cualquier chica? Te sería más placentero, créeme... -Hablé casi sin vocalizar, notando los nervios hasta en la punta de mis pies, saliva acumulándose en mi boca.
-Mis amigos bromean con que soy bi. ¿Qué si quiero probar? Eres el único marica que conozco a parte de tu amigo el rubio de bote. -Silencio- Y tú eres más de mi gusto. -"Menudo alago", pensé irónicamente. Mordisqueé mi labio inferior en cuanto su mano paso sobre uno de mis pezones al recorrer mi pecho. Me daba asco que alguien me tocase de tal manera sin yo quererlo. Repugnancia.
-No me parece buena idea "probar" así. -Tartamudeé.
-El caso es que tu opinión no me importa. -Aclarado aquel punto succionó mi mentón y me quedé estático. Yo no quería esto, claro que no. Sus manos no eran las de Louis, y sus besos... No se comparaban. El castaño llegó a ofrecerme castos besos que me hacían sentir muchísimo más que aquel que Zayn me había dado la otra vez en el parque.
-Creo que esto no se puede hacer sin estar ambos de acuerdo. -Dije quedándo estático.
-¿A no? -Algo en mi cuerpo hizo que me sacudiera en un violento tembleque. ¿Hablaba él de una violación? No sería capaz, ¿cierto? Dejé de pensar en otra cosa cuando aquella palabra logró que mis piernas flaquearan y me sintiese a punto de expulsar lo que había comido en el almuerzo. El morocho enredó una de sus manos en mi cabello y acercó nuestras bocas en un húmedo y desagradable beso. -Bésame, muévete, haz algo, maldita sea. -Se quejó. Volvió a juntar nuestras bocas e hice el ademán de mover mis labios lentamente mientras Zayn pedía a gritos que dejase entrar su lengua en mi boca. Me quejé, tambaleé y hasta lloré en silencio hasta que la puerta del aula se abrió de par en par y Zayn paró en seco, quitando su mano de mi muslo y murmurando un "ni se te ocurra hablar, idiota" antes de girarse para atender a quien le había molestado.
Temblé al ver la silueta de Louis frente a mí. Hacía ya bastante que no le tenía cara a cara y realmente le recordaba más sonriente y altanero, ahora evitaba mirarme y sus labios estaban apretados en una fina línea recta, sus cejas juntas.
-La profesora me mandó a buscaros. Id a clase si no queréis tener un problema. -¿No se había dado cuenta él de mis ojos hinchados o simplemente lo estaba ignorando? Escondí mis manos bajo las mangas del jersey esperando que no viese las marcas que Zayn me había dejado al agarrarme para que pusiese sus manos en su pecho.
-Ya vamos. Estabamos... Aclarando cuentas. -No pude evitar hacer un pequeño puchero al notar el escozor de mis ojos de nuevo ante la voz del morocho. Bajé la cabeza avergonzado conmigo mismo y sentí mis mejillas mojadas de nuevo.
-No me importa lo más mínimo qué mierdas estuviérais haciendo, Zayn. -Dijo él girándo sobre sus talones y marchando lentamente hasta fuera con la espalda recta. Ni una leve mirada me había dedicado. Ni una. Aunque, ¿qué esperaba? Yo nunca fui nada para él, ¿pretendía que entrase cual héroe a salvarme de las manos del malo?
Oh, claro que no.
Seguí el camino a clase, pasando ésta hasta llegar a los baños y llorar lo que no había llorado en semanas, escondiéndome de nuevo como había hecho siempre y arañándo mi estómago para quitarme la suciedad que Zayn había dejado a su paso al tocarme de una manera tan obscena. Me sentía sucio y usado.
*Louis*
-En qué piensas, ¿Louis? -Preguntó Liam golpeando mis costillas con su codo.
-Nada en realidad. -Murmuré. La verdad es que no podía sacarme la imagen de Harry, mi Harry, siendo toqueteado por Zayn. Él nunca había sido así, es más, es tan puro y delicado como un pequeño ángel. Siempre ha sido tímido y reservado, nunca le he visto capaz de hacer tal cosa en una de las aulas del instituto, nunca. Tan pulcro y dulce como es él, ¿cómo que ahora ha cambiado de esta manera?
-¿Seguro? Te veo nervioso. -Dijo bajando el volumen cuando la profesora se acercaba a nuestra mesa.
-Silencio, Payne. No estamos aquí para charlar, estamos aquí para aprender. -Bufé bajando la mirada, en una ocasión normal hubiese saltado con algo ingenioso para callar a la profesora, todos en la clase reirían y volvería de nuevo a la pequeña sala de expulsados. Pero no. Hoy no era un día más. Hoy algo me decía que había algo mal, aunque no sé el qué.
*Harry*
Quítamelo, doy asco, soy asqueroso, estoy sucio, deja que me lave.
Mi cuerpo ya estaba lleno de arañazos, unos más profundos que otros, algunos tan solo superficiales. Mi torso dolía, dolía demasiado. Pero no pude parar. Las lágrimas seguían cayendo y moqueé como un bebé.
Soy tan patético...Escondo la cara entre mis manos y lloriqueo sintiendo el escozor de mi nariz como algo leve al lado del ardor intenso en mi pectoral derecho. No sé cuanto llevo aquí. ¿Dos horas tal vez?
¿Nadie se ha preocupado por mí? Oh claro. Vaya pregunta. Nadie se preocupa por el pequeño y llorica Harold.
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Mi Pequeño Secreto [Larry Stylinson] (Pausada.)
RomanceMi nombre es Harry, tengo 18 años y vivo en Londres. Estoy en bachillerato y bueno... Se podría decir que soy el más inteligente de la clase. El típico nerd al que nadie quiere y todos desprecian; El que vive alejado del resto y se refugia en los li...