Cambio repentino

187 13 0
                                    

Al siguiente dia la peliazúl se sentia diferente, no se sentia mal pero tampoco llegaba al punto de felicidad, se podría decir un termino medio. Bueno! La cosa es que por una vez aquel rubio no era la razón por la cual ella se levantaba de la cama para ir al instituto. Ahora que quería no pensar tanto en Adrien, decidió hacer un cambio de look, para demostrarle lo que se ha perdido. (Marinette no es tan egoista pero esa mañana estaba... diferente)

Cuando llegó a clase se dió cuenta de que todos la miraban raro, sobre todo el rubio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Cuando llegó a clase se dió cuenta de que todos la miraban raro, sobre todo el rubio. Al no ver a Alya con sus otros dos amigos se extrañó un poco.

-Chicos, habeis visto a Alya?-
-N-no- contestaron los dos al unísono poniendose rojos.

Entonces la chica se sentó y sacó su telefono del bolsito marrón para mandarle un mensaje a su amiga. Mientras tanto un pelirrojo la observaba desde el final de la clase.

Como su amiga no contestaba los mensages, la chica decidió sacar su libreta de dibujo que también llevava consigo y se puso a ver los últimos dibujos que había hecho. Mientras pasaba paginas una amplia sonrisa pintaba su cara hasta que empezaron a aparecer diseños y dibujos de Adrien. Su rostro cambió completamente, ahora se veia entristecida y tanto Adrien como Nath se dieron cuenta.

-No me extraña, fui realmente un tonto- pensó el rubio enfadado consigo mismo.
-Si lo fuistes porque la has perdido- dijo Nino como si supiera lo que piensa.
-Q-q - no acabó de decir nada porque en ese momento vió que el pelirrojo se sentaba al lado de su princesa.

-Buenos días Marinette- dijo el chico.
-Hola Nath!- dijo ella feliz.
-Se te ve mejor que ayer-
-Si, gracias a vosotros he conseguido olvidarle-
-A quien??- dijo el chicho involuntariamente, en verdad queria saber quien fue el chico que dañó a su Lady.
-Pues..- dijo el pelirrojo siendo interrumpido por la chica, la que le pasó el brazo por la espalda.
-Nadie! Nada! N-no importa, verdad Nath?- dijo guiñandole el ojo y provocandole un sonrrojo al chico.
-N-no, no era nada-
-Oye Marinette, te ves... diferente, definitivamente estas mucho mejor que ayer, quien fue el principe azúl que te sacó de cualquier infierno en el que estabas??- dijo el chico disfrutando de ese momento.
-Y tu que problema tienes con tanto interrogatorio a Marinette así de repente?!- dijo molesto el pelirrojo.
-No hablaba contigo amigo- dijo el rubio ironicamente.

-En primer lugar: ustedes dos ya dejen  de pelearse!!
En segundo lugar: Nath, muévete a tu sitio.
Y en tercer lugar: Oh por dios Marinette, estas guapísima- dijo Alya nada mas llegar.
-Jajajaja gracias amiga- risoteó ella.

En eso llegó la profesora, se disculpó por haber llegado tarde y empezó la clase.

Cuando llegó la hora del patio, Marinette se asomó a la ventana de clase y pudo ver a mucha gente taponando la entrada.

-Alya mira! Hay mucha gente bajo, que crees que esté pasando?-
-No te has enterado? Son los estudiantes de hace unos 4 años, han hecho una quedada para volver a este probablemente nostalgico lugar para ellos-
-Wow! Pues son mucha gente-
-Lo se, pero será mejor que bajemos ya-Dijo la chica para después bajar las escaleras y llegar al gran grupo de gente.

Marinette los miraba asombrada a todos, ya que se les veia mucho mas mayores que ellos. Se podria decir que un rubio el cual no le quitaba la mirada de encima porque le queria decir algo, se sentía un tanto celoso.

La peliazúl sabia que no seria buena idea entrar al grupo de gente por varios motivos pero el principal era que, como siempre le solía pasar, entraría en un ataque de calor o algo parecido por el agobio. Pero antes de que pudiera hacer o decir nada su amiga ya le habia cojido de la mano y la habia metido en la muchedumbre de gente. De repente empezó a sentir mucho calor y el darse cuenta de que habia perdido de vista a su amiga solo empeoró las cosas. Se sentía muy mal, el mundo le daba vueltas y vueltas y más vueltas y incluso pensaba que se desmayaria, pero antes...

Te quiero, porque eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora