♣cuatro♣

22 1 2
                                    

Annette se encontraba en una habitación bastante fea, los muros eran de un color marrón y todos los muebles parecían más viejos que el anciano hombre que se encontraba sentado frente a ella

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Annette se encontraba en una habitación bastante fea, los muros eran de un color marrón y todos los muebles parecían más viejos que el anciano hombre que se encontraba sentado frente a ella.

-Entonces...señorita Ravenscroft.- hizo una pequeña pausa y Annette asintió -¿sabe usted la razón por la que está hoy aquí?

-Las empleadas de la casa piensan que estoy loca y se lo han dicho a mis padres hasta el cansancio y hoy por fin lograron convencerlos de traerme a este horrible lugar.- suspiró -debería pintar las paredes de un color más bonito, el marrón me produce nauseas...es horrible igual que los muebles...y usted.- esto ultimo lo dijo en un susurro más para sí misma.

-Me agrada tu sinceridad.

-Bien, me agrada que le agrade pero no estamos aquí para volvernos mejores amigas, haga sus preguntas de una vez, no quiero seguir más tiempo aquí del necesario.

-Claro...empecemos con...Loraine.- dijo leyendo algunas cosas en su ridículo cuadernillo.

Annette rió fuerte -Entonces no quiere saber de mi, quiere saber de Loraine.- giró a ver a un punto en la habitación y sonrió haciendo al doctor Grinland erizar la piel -¿por qué no mejor le pregunta a ella?

-Pobre idiota.- Loraine rió seguida de Annette.

Tragó saliva -¿Preguntarle a quién?- era bastante evidente el tono temeroso en su voz, no quería saber la respuesta.

-Loraine.

"Desafortunadamente" justo entonces la cita del día había terminado, una secretaria entró informando que otro paciente estaba esperando ya. Annette se levantó del asiento y acomodó su falda para dirigirse a la salida, no sin antes despedirse "adecuadamente".

-Ha sido un completo disgusto conocerlo, hasta la próxima cita.- se dirigió al doctor.

-Tenemos una plática pendiente...

Ann rió por el comentario de Loraine haciendo dar escalofríos al anciano quien trató de parecer lo más calmado posible ante la situación. Annette salió del lugar y se encaminó al auto de sus padres, quienes la esperaban desde hace media hora por lo menos.

-Mi niña.- dijo su madre abriendo la puerta para que pudieran entrar al auto -¿qué tal te ha ido?

-El doctor se la ha pasado hablando de falaceas pero supongo que así es esto.- se encogió de hombros.

-Sigo pensando que esto es completamente innecesario.- ahora habló su padre.

-Igual yo.- contestó la joven ahora de 11 años.

-Todos los niños hacen travesuras, han pasado por lo menos dos años desde la última mascota.- Rebecca abrochó su cinturón de seguridad al igual que Annette -además la mayoría de los niños pequeños tienen amigos imaginarios.

LoraineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora