Capítulo 4.

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Emma

Maldita sea.

Hoy es el maldito 20.

El 20 no es un día bueno para mí, antes por dos razones; ahora por una sola, la principal y, por consiguiente, la más dolorosa.

Sé que quizá esto no es nada, quizá sea una exagerada, ya que hay personas con problemas mucho mayores, pero los días como hoy me permito ser egoísta, pensar en mí y sentirme culpable. Porque después de todo, es mi culpa.

Vía al colegio me dediqué a escuchar Small Bump y evitar llorar, porque mi papá no sabe nada sobre lo que pasó. Y se me hizo más difícil en la parte de "Tal vez eras necesitada arriba, pero nosotros nos mantendremos sin saber por qué".

Cuando Nicolle llegó la abracé con fuerza, y me esforcé por no romperme.

¿A veces no han querido que alguien los abrace con tanta fuerza para arreglar todo lo que está roto dentro de ti? Yo no solo lo quería, lo necesitaba. Pero debo ser fuerte y conformarme con los pocos y cortos abrazos de Nicolle.

Todo el día lo tenía lleno de evaluaciones, y otro día lo hubiese odiado, pero hoy eso es una bendición, eso me mantendría con la mente ocupada.

En el colegio es una costumbre (más bien obligación) rezar en la hora cívica, pero yo ya no la hacía, simplemente se me hace imposible pensar que, si un dios bueno y misericordioso existe, pasen cosas tan malas.

Y no me vengan con las mierdas de estaba destinado a pasar, así lo quiso Dios, fue una prueba que Dios te puso... Porque me parece una tontería.

Si bien Dios existió en algún momento, ahora estamos solos.

Se preguntaran "¿Entonces por qué siempre llevas un anillo de cruz en la mano?" Bueno, genios, no es mío y digamos que esto es lo único que me conecta con una persona que siempre ha estado para mí, en las buenas, en las malas, y en las peores.

En una evaluación de hoy estuve con Lisa, a pesar de que tuvimos una discusión en estos días, bueno, ella discutió, yo respondía con "Ok" o "Cómo sea". Y, por supuesto, ella tuvo que preguntar.

-Lisa, no es contigo, ¿Ok? Simplemente no quiero hablar con nadie, ¿Crees que estoy fría? Bien, lo estoy. Y muchas personas creen que lo estoy haciendo para llamar la atención, pero lo único que quiero es que se dejen de preocupar por mí una maldita vez. Porque se supone que la única persona que debería hacerlo soy yo, y si yo no lo hago, ¿Por qué otros sí? Ayer discutí con Lily por eso, pero simplemente no quiero que nadie se preocupe, y menos ella, que tiene asuntos más importantes en estos momentos-expliqué.

-¿Sabe? Todo el mundo está diciendo que si usted sigue así la trataran como a Melany-comentó, algo molesta.

-Primero, los casos no son los mismos, y, segundo, no me importa que lo hagan.

-¿Y Nicolle?

-Nicolle me entiende, ¿Sabes?, siempre he admirado la forma en la que ella se expresa abiertamente pero no da nada de ella a casi nadie. Habla mucho, pero no dice nada. Y eso es increíble, y es algo que yo estoy tratando, la diferencia es que yo no tengo filtro, yo no controlo mis sentimientos al salir de mi boca, por lo tanto, es mejor simplemente no hablar mucho.

-Pero cuando estás con ella y con James eres distinta. Con ellos te ríes, jodes y hablas mucho.

-Es que... A ellos le tengo confianza, bueno, a Nicolle, y pues sé que con ella puedo decir lo que sea o hacer cualquier cosa. Y pues James está ahí porque es el mejor amigo de ella.-concluí.

Apenas salimos al receso, me convertí en una lámpara total, ya que los tortolos (James y Nicolle) estaban todos acaramelados hoy. Pero es lindo verlos así, sobre todo porque habían estado peleados hasta esta mañana. Aunque yo también necesitaba cariño, así que abrazaba a Nicolle cuando podía, pero James me la quitaba, o ella me dejaba con los brazos abiertos, y en otras ocasiones James me abrazaba a mí también, pero estas eran pocas, muy pocas veces, y yo quería abrazos de Nicolle.

Ahora o NuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora