Capítulo 6.

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Emma

¡Maldita Nicolle! Hoy es nuestro 23 y ¿creen que si quiera puso una foto de perfil conmigo? ¿Sí? ¡Pues qué ingenuos! No puso nada, no me mandó mensaje, no me dijo nada...

No me quiere.

My Wife <3

Nos sentamos juntas el en autobús?

Yo

Pues claro estúpida

Hoy tendríamos un viaje de retiro espiritual o algo así.

Yo

Zorra

Pon foto de perfil conmigo

Por cierto

Feliz 23 <3 <3 <3

¿Respondió? No, solo mandó el monito bello de WhatsApp. Y es que a ella sólo le importa cuando es 03 o 16, porque son los días con su mejor amiguito. ¡Pues a la mierda! Que se olvide de su esposa, le firmaré los papeles del divorcio. Esa estúpida. Ya no me ama, ella me mintió todo este tiempo.

Cuando llegué al colegio me encontré con una imagen nunca vista y muy difícil de procesar para mi cerebro: Lucy estaba peinando a Nicolle.

¡ESO ERA UN MALDITO MILAGRO!

-¡Mi amor!-la saludé, fui a abrazarla.

Ok, tal vez yo no tenía orgullo en absoluto.

-¡Niña! ¡CUIDADO QUE ME ESTAN PEINANDO!

Por eso es que no debo dejar mi orgullo de lado, esta niña es...

Pero así se le quiere. Con su mal carácter, con su intolerancia, con su orgullo, con su mal humor. Con todo. Porque a pesar de todo esto, es casi imposible encontrar una amistad más sincera que la de ella.

Luego de un rato Lucy terminó de peinarla y ahí sí me abrazó.

-Feliz 23-me dijo.

Llegó su mejor amigo y a lamparear se ha dicho.

Estúpido James, me roba a Nicolle.

Y no me vengan con los "ella fue de él primero" porque yo lo sé, pero déjenme soñar. Pero yo la tendría toda la mañana para mi solita, así que los dejé ser felices y me quedé lampareando, como casi siempre. Se nota que lo digo sólo para sentirme mejor. Ellos amándose y yo pues, yo pues, yo pues amo a Ed Sheeran.

Después vino la convivencia.

Maldita convivencia.

Tenía mucho tiempo sin llorar así, abiertamente. Creo que lo hice en parte porque todos tenían los ojos cerrados. En el momento en el que dijeron que nos disculpáramos con nuestros seres queridos sólo pude pensar en ella. Y en que nunca podría disculparme con ella. Pensé en mi mamá, con ese mal genio, con sus gritos y sus morisquetas.

La extrañaba demasiado.

Más de lo que creí.

Porque mi mamá antes de que llegara mi padrastro era la mejor, nos contábamos todo. Recuerdo cuando le conté sobre el primer chico que me gustaba, ella no paraba de reír. Recuerdo cuando mi papá se fue de la casa, recuerdo que ella no paraba de llorar, recuerdo que yo sólo la abracé y le dije que íbamos a estar perfectamente bien solas. Yo durante el día no lloraba en absoluto, debía demostrarle que debía ser fuerte, que si su niña no lloraba, ella tampoco. Y yo sabía que si yo lloraba ella se rompería totalmente, y no podía permitir eso. Cuando ella se quedaba dormida me iba a cuarto y ahí lloraba con la cabeza contra la almohada, ahogando mis sollozos, porque me dolía.

Era una de las personas que más amaba y me había abandonado.

Luego de unos años, llegó este hombre. Al principio lo adoraba, después cuando se metió a vivir al apartamento lo conocí, y lo odio desde entonces. Además de que perdí totalmente el lazo que tenía con mi mamá, y ella empezó a herirme donde más me dolía: mi papá.

Ella me mintió muchas veces y yo le creí. Pero ella ya no era mi mamá, era una completa desconocida.

Mi papá... Pensé tan mal de él en muchas ocasiones, incluso llegué a sentir que lo odiaba, por abandonarnos. Y todo por culpa de ella pensé de esa forma.

Pero lo que lloré en ese momento no se comparó con la segunda vez. Donde debíamos perdonar. Me rompí totalmente. Pero ahí estuvo Nicolle, quien me abrazó con fuerza, intentando mantener mis piezas unidas mientras yo temblaba a causa del llanto.

Y sé que si ella no hubiese hecho eso yo no hubiera parado de llorar.

Por eso yo la quiero tanto, la aprecio tanto. A pesar de ser seca todo el tiempo y actuar como si nada le importara, le importa. Cuando estás mal, ella indirectamente te demuestra que le preocupas y le importas.

Quien más me impresionó ver llorando fue a Alan, el idiota de Alan, pero en ese momento parecía tan... Vulnerable. Cuando nos dijeron que nos abrazáramos lo dejé de último. Él escondía su cara en sus manos, con los codos sobre las rodillas. Me arrodillé frente a él y pasé sus manos alrededor de mi cuello, haciendo que me abrazara, y lo hizo con mucha fuerza, cosa que yo devolví. Entendía perfectamente lo que quería, quería que alguien lo abrazara y le dijera que todo estaba bien, así que lo hice.

-Perdóname-pidió, ocultando su cara en mi cuello- por todo lo que dije y por todo lo que te dije.

-Shh...-lo calmé-tranquilo, todo está bien.

Estuvimos así hasta que nos dijeron que nos pusiéramos en círculo, pero él se quedó sentado. Cuando acabamos esa actividad me senté a su lado, y al otro se sentó Evan.

-No me merezco los amigos que tengo, no me merezco eso-exclamó.

-Lo merezcas o no-dije, entrelazando mi brazo con el de él-aquí estamos, y nos quedaremos.

Y fue cuando lo noté, lo quiero, pero ya no como se puede querer a un novio, ahora lo quiero como a un amigo, o incluso como a un hermano.

Y luego, cuando vi al otro chico, a ese chico que desde hace días me traía confundida, me di cuenta de que me gustaba. Me gusta todo de él, su forma de hablar, de reír, de caminar... Su nombre, su apellido, todo. Pero nadie lo sabrá, así es mejor, para todos. Me encargaría de no dejarme en evidencia, no se lo diría a nadie. Estaría para él, sólo como mi amigo y eso nunca cambiaría.

Es lo mejor para mí, e incluso para todos, porque sé que él nunca se fijaría en mí.

Ahora o NuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora