Destinos Cruzados.

Diez

Viaje Sorpresa

Darla

—Stephanie si no te apresuras te voy a dejar ¡Mira que tenemos mucho por hacer! —llamo por cuarta vez a mi hermana.

¿Adónde cree que va? Se está arreglando como para un concurso de belleza —pongo la mano sobre mi cadera y observo mi reloj. ¡Odio tener que esperar!

—Ya estoy aquí coqui no te me estreses. Recuerda que salir contigo en Los Ángeles conlleva todo un alboroto, una lluvia de fotógrafos y no quiero dar una mala impresión. Tú porqué con cualquier cosa te ves esplendida.

—¡Cállate! Si tú eres una rubia espectacular Stephanie. En la universidad los traes a todos a tus pies.

—Eso no es cierto Darla, deben morir es al saber de quién soy hija; apenas nombro a Antonio y Melissa y todos enloquecen. Sabes muy bien que eso es lo que suele sorprenderlos.

—Para mí eso no es lo que ven en ti hermosa, sólo mírate Stephanie, esa mirada tuya y esos cachetes regordetes, los traes locos baby —le digo pellizcándole sus cachetes y ella me da un fuerte azote en mi trasero y ambas nos echamos a reír.

—¡Basta Darla! Mira que me haces sonrojar. Mejor cuéntame ¿qué es lo que está pasando con George? Los oí discutiendo.

—¡Hey! Y a ti no te han dicho que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas.

—Con tus gritos no sólo te escuché yo, te oímos todos —me dice mirándome fijamente. Siempre que me observa con sus grandes ojos muy fijos, sé que me súplica que le cuente que sucede.

—Stephanie estamos pasando por un mal momento de la relación, ya sabes, por todos mis proyectos. El contrato que firmé con Universal por cinco años ha hecho que George no maneje bien todo lo que implica el proyecto para mí. Son tres películas y eróticas, donde mostraré piel y es esto, y el hecho de que esté tanto tiempo al lado de otro hombre lo que lo tiene muy molesto.

—Darla eso es comprensible ¿acaso si fuera él tú no te preocuparías?

—No tendría por qué preocuparme, se supone que ante todo está la confianza y el apoyo. Es trabajo y ambos sabemos que al grabar los actores entramos a nuestro papel, nos transformamos en alguien que no somos, desempeñamos un rol. Aquí no hay nada de qué preocuparse. Simplemente creo que lo nuestro ya está llegando a su fin.

—Tienes razón... ya veo que su relación ha tomado otro rumbo, es mejor que se pongan de acuerdo en que es lo que van a hacer para que no queden en malos entendidos.

—Sí, estoy decidida a hablar muy seriamente con George.

El día transcurre entre nuestra rutina de Pilates, ir de compras, visitar a nuestras amistades y comernos un delicioso helado.

Pasar tiempo con mi hermana es maravilloso, es tan joven pero muy madura e inteligente. Estos momentos con Stephanie son los que nos hacen darnos cuenta de lo unidas que somos, y pensar que años atrás la cargaba en mis brazos.

—George tenemos que hablar cuanto antes. Vamos a cenar —le pido.

—¿Qué sucede Darla? Me estás asustando.

—No te asustes, sólo me urge tener una conversación seria contigo. Nos vemos a las 8:00 pm en el mismo restaurant de siempre.

—Ahí estaré amor —me dice y cuelga.