Capitulo 4

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No somos nada, ni una pizca de gracia comparados al espacio.
Duele pensar que no siempre estaré aquí y que dentro de cien años posiblemente estaré muerta, que no volveré a ver ni una puesta de sol, ni mirare a las hojas cuando emigren de lo arboles, tampoco volveré a sentir el airé fresco cuando termine de llover, duele pensar que mi vida se escapa dentro de estos cuatro muros, y no puedo hacer nada, y posiblemente no conoceré a el amor de mi vida, tampoco sentiré la emoción de crear una vida, y no sentiré la sensación de vivir un orgasmo.

Y pasan los días, las horas, los minutos los segundos y me arrastran, y cada segundo que pasa es querer regresar un millón de millones de segundos y corregir todo lo injusto.

Aveces entre sueños llego a escuchar el mar y hasta algunas veces juro que puedo oler a marihuana , y cuando me canso de llorar nunca sueño nada. De todas las horas que pasan esa es la que siempre espero, por que la esperanza de visitar otros lugares nunca se resigna.

Al salir de aislamiento me cambiaron de celda y me pusieron en la celda #20, había una señora a la que le calculaba algunos 30 años, en su rostro había arrugas prematuras.

Ella estaba en la cama de arriba y yo en la de abajo.
- Y tu por que estas aquí? -. Sono mas amable de lo que pretendía, y para ser sincera me sorprendió por que pensé que se limitaría a hablarme y hacer cualquier cosa para asustarme.
- Asesinato en primer grado - desde abajo le respondí.
- Cuanto coraje para tan corta edad, cuantos tienes?-
- Pero no fue así, en realidad no mate a nadie estoy aquí por mi propia voluntad, y tengo veinte-.
-Y como es eso, nadie esta aquí por su propia voluntad , quien querría perder su vida en cuatro paredes , cuéntame que has hecho-.

Y primero comencé con lo de Elizabeth, y le conté cada detalle de mi solitaria vida, para por ultimo contarle por que razones estaba aquí. Termine llorando como una cría indefensa.
No pude continuar hablando, el llanto tapaba mi garganta y las ganas de llorar eran inescrutables, ella solo permanecía callada escuchando mis sollozos, después de un rato cuando el llanto ceso dijo: - Huye , tu no mereces estar aquí-

Como si huir fuera tan fácil. De dos tres saltos brinco para acostarse a mi lado

-Que sentimientos tan nobles tienes, como dices que te llamas?-.

-Me llamo Ana, Ana Blunt -

- Ya no llores, Ana al final siempre se termina aprendiendo algo-, y me sonrió como si fuera a reparar mi corazón.

-Si verdad?- intente sonreirle pero de verdad me sentía terrible, ya no quería hablarle del tema y le pregunte cual era su nombre y por que estaba aquí.

- Me llamo Teressa y bueno... hasta vergüenza me da decirlo, pero en aquel entonces era una joven demasiado inmadura-. Yo no sabia ni que responderle y al ver que estaba atónita continuo...
-Cuando se es joven solo se vive en la vanidad, solo se piensa y se observa físicamente, eres tan inmaduro que los ojos solo te alcanzan para mirar los exteriores y aunque aveces son tan bonitos es una lastima que se sean efímeros-.
Le costaba trabajo volver a recordar ese tiempo, y la entendía por que era como volver a vivirlo de nuevo, tomo varias bocanadas de aire para poder seguir.
-Ella era blanca de grandes ojos color marrón, esbelta. De esas que cuando las vez se roban las miradas y uno que otro suspiro , de esas que no tienen corazón. Y yo, yo era todo lo contrario, una soñadora del amor, dormía en el sol y amanecía en la luna, vivía de cuentos y me alimentaba de mis propias ilusiones, yo era tan simple como el mismo aire, las modas pasaban y jamas encajaba en ellas, tal vez no se hicieron para mi. Y a ella no le bastaba con ser hermosa, era una arrogante, una altanera hecha de puritita avaricia. No le bastaba con ser el centro de atención, quería siempre hundirte y mirarte por debajo de sus pies-.

Y aquí venia de nuevo la falta de aire para no llorar, aquí estaba Teressa intentando reprimir su llanto, agarraba de nuevo el aire y continuaba.
- Y apesar de que mi apariencia era tan humilde, en el interior siempre gobernaba la bondad, no había espacio para las avaricias, ni tiempo para las envidias, pero ella era tan hermosa que hasta ella misma se había enamorado de ella. Y así estuve un tiempo con mis sentimientos sanos, hasta que ella se encargo de hacerme sentir la persona mas miserable, sentía la peor sensación del mundo y era esa; la de no ser amada ni aceptada por los demás. Yo no quería su atención, ni mucho menos su lastima, pero solo provocaba eso, y me dolía el alma, pedía por mi paz interior por que la había perdido, siempre vivía mendigando algún querer y mi corazón poco a poco se fue secando y de ser una uva se convirtió en una miserable pasa.
Y ya no había estrellas, ni había un cielo que me reconfortara, ya no había nada que me hiciera volver, simplemente ya no era yo, la bondad se me había terminado. Y la mate.-

-Pero quee?, es enserio? como? que le hiciste?- . Esto parecía de película, no podía procesarlo bien, estaba en shock.

-Le desfigure la cara con un cuter y se lo enterré en la yugular, la tenia amarrada en la bodega de la escuela, ahí estaba su carita desangrándose, suplicándome perdón por cada humillación. A pesar de las lagrimas y la sangre derramada seguía siendo hermosa, su belleza era intacta.
No sabia que torturarla me provocaría placer y fue el placer mas grande que tuve en mis manos-.


Podía sentir el rencor que había en su corazón, sus palabras tan frías, tan hirientes. Los hechos me dolían.

Sentía lastima, no por ella, ni por nadie sentía lastima por sus pensamientos tan pobres, que hasta ese grado la llevaron.

Y te das cuenta que no eres la única que esta mal, que no eres la única que esta o que tal vez estuvo al borde de la desolación, que nunca es tarde para saber que estas equivocada.
Que la ira, la arrogancia, la soberbia,el rencor las tristezas no sirven de nada, por que al final nada de eso necesitas para poder ser feliz.

Que rayos hago aquí, desperdiciando mi vida

Amnesia para el corazón #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora