Capítulo 3: Pequeños detalles

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El acuerdo se había gestado la noche anterior justo después de la cena; Samuel había sacado los papeles de divorcio de la habitación de Guillermo apenas había terminado su plato, y los había botado en algún lugar de su armario, en verdad esperaba poder deshacerse de ellos pronto y dar el asunto por olvidado, pensaba que Willy le había dado una nueva oportunidad de iniciar de cero, y ¿Por qué no?, la iba a aprovechar al máximo; ambos habían acordado hacer sus vidas normales, seguir adelante con los planes a corto plazo que se habían fijado y no pensar en el divorcio, además de aquello ambos habían fijado una serie de puntos extra que deberían cumplir hasta el final de la semana:

1.- No hablarían del divorcio hasta terminada la semana.

2.- Volverían a dormir juntos, no en la habitación de Vegetta, esta vez en la de Willy, y se irían a dormir al mismo tiempo sin excusa alguna.

3.- Vegetta despertaría a Willy con un beso de buenos días.

4.- Willy no rechazaría las muestras de afecto de Vegetta.

5.- Compartirían las tres comidas del día sin fallar a ninguna.

6.- Seguirían viendo películas o series después de la cena.

7.- Saldrían a pasear después de la comida por lo menos unos minutos.

Ambos habían firmado al pie de aquella hoja que Samuel había adherido a la puerta de la nevera y que ahora lucía como un contrato formal donde ambos habían plasmado sus deseos más simples ante un tiempo limitado.

(...)

Cinco minutos más; luchaba mentalmente mientras se aferraba con fuerza a la cintura del menor.

Por favor duerme solo cinco minutos más; le parecía absurdo suplicarse a sí mismo pero en ese momento odiaba su espíritu madrugador.

-¿Samu? – dijo en voz baja y un tanto ronca el menor.

-¿Si? – respondió mientras despegaba la cabeza de su pecho y lo observaba atentamente.

-Creí que aun dormías – se estiró tratando de ajustar su cuerpo, ya no sentía el frio de la mañana anterior, ya no se sentía solo, ya no sentía la habitación tan ajena a él, era como si hubiesen retrocedido en el tiempo, era como si aquellos tres días solo hubiesen sido un terrible sueño del cual acababa de despertar.

- No – dijo Samuel sentándose en la cama para observar mejor a su esposo, mientras este buscaba acurrucarse un poco más entre las mantas – Buenos días – besó delicada y profundamente sus labios, para después continuar con su nariz, sus mejillas, mentón y terminar en su frente deteniéndose a disfrutar del fantástico aroma de su cabello.

No fue un sueño, esta es tu oportunidad de remediar todo...

-Buenos días – sonrió Guillermo ante aquellas muestras de afecto aferrándose a los hombros de Samuel.

-Debemos levantarnos y empezar el día chiqui – y esta vez el mote le había sonado como la gloria misma, odiaba hacerse falsas esperanzas a partir de algo tan simple pero quería disfrutar del momento y seguir pensando que todo era como antes.

¿Qué importa si después de esta semana todo entre ustedes se acabará?... Disfruta

-¡Arriba perezoso! Que el día esta bellísimo como para grabar cositas chulas – dijo animadamente el mayor mientras salía de un salto de la cama - ¡Arriba! – insistió tirando de las sabanas, al ver como Willy se cubría hasta la cabeza con ellas - ¡Vamos, levanta! Que yo preparo el desayuno hoy – finalizo dando una palmada en el trasero del menor generando una sonrisa pícara en él por debajo de las sabanas.

El amor acaba (Wigetta)- MiniFanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora