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Las caderas de yoongi no se movían, él movía todo el cuerpo con ella sin darse cuenta, sus pasos eran desproporcionados y no tenía precisión. Se movía o antes, o después de cuando debería, se caía a menudo, parecía no tener control sobre su cuerpo, parecía como si nunca hubiera movido un sólo pie con el ritmo de la música aunque sea en un club. Yoongi se preguntó si era porque no sabía bailar, o por los nervios de sentir las manos de jungkook yendo algunas veces a su cintura, cadera, cuello y brazos. La manera en la que sostenía su cuerpo o acariciaba en partes de la coreografía era demasiado delicada, suave, por alguna razón se sintió seguro por la manera en que lo tocaba. Pero cuando acercó su rostro tanto que su respiración chocaba en sus labios, sintió que no podía hacerlo.

Ver sus ojos tan de cerca, pensó que sí no se separaba no podría soportarlo. Yoongi tenía en claro su orientación sexual, no tenía dudas en ello y él sabía que algo así podría suceder, pero se sentía incorrecto de maneras impensables. A veces, cuando el menor tocaba su cadera y lo guiaba para que moviera su cuerpo como correspondía, no podía evitar un leve temblor en sus labios, o su respiración agitada. Estaba asustado, demasiado.

—hyung, todo saldrá bien. Necesito que usted esté tranquilo, está tan tenso, sólo hace que sus movimientos no sean correctos. Déjese llevar.— aconsejó el menor, agarrando los hombros del pelinegro y bajandolos, los movimientos del mayor eran demasiado tensos, forzados. Eso hace que el baile se vea mal, uno tiene que estar suelto y tranquilo a la hora de moverse.

—bien, está bien. Dame cinco minutos.— suspiró cansado, yéndose al baño.

Necesitaba pensar en algo que no sea las grandes manos del menor pasando por su cadera.

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