¡ Heterotalia !

RomaBel

// Romano x Bélgica. //

Lovino observaba escondido detrás de la pared a Emma recoger las flores del jardín.
Pensaba que se veía bastante linda entre las flores.

La belga terminó su tarea y juntó las flores en un ramo. Se levantó del suelo y sacudió su vestido ya que tenía algo de tierra.

Rápidamente, Lovino se escondió con la intención de que no lo viera. Iba a ir hasta la puerta simulando que recién llegaba, pero Emma ya estaba junto a el.

— ¡Romano! — Le saludó, animada.

Lovino ahogó un grito. Se sorprendió ya que no la vio llegar. — ¡B-Bel! — La saludó con el mismo animo, sólo que algo nervioso.

— ¿Vienes a desayunar conmigo? — Preguntó amablemente. — No he echo nada.. ¡Me hubieras avisado, Roma! — Le "regañó".

Por favor, Emma no podría regañarlo de verdad, para ella aún es un niño.

— No.. E-es que olvidé algo aquí la vez que vine con mi hermano.. — Se excusó con algo falso, pero para él eso era creíble.

— Oh.. — Soltó algo decepcionada por el motivo de su visita. — Bueno, creo que es una bufanda roja, no? — Sonrió.

Ah, por eso no la encontraba.. Si se la había olvidado en la casa de la belga. — Sí, esa.

La belga fue a buscar ésa bufanda y el italiano le siguió.

Lovino se había dado cuenta de la actitud de Emma por lo dicho. Vaya Romano, siempre la cagas con ella.

Decidió hacer algo al respecto.

— Aquí tienes.. — La belga le tendió la prenda.

— O-Oye, Emma.. No suena mal eso de desayunar juntos.. Puedo ayudarte a preparar algo.. — Se sonrojó bastante. — E-Es porque no tengo nada que hacer en casa.. Y.. Si quieres... — Llevó su mano a su nuca, cómo un gesto de nerviosismo.

La belga se ilusionó por las palabras del italiano, se veía en sus ojos. — ¡Sí! Será divertido~ — Le regaló una sonrisa amplia, feliz.

Y lo arrastró hacia la cocina sin dejarle oportunidad de reaccionar,